El nuevo Jefe - James Maslow

Capítulo ocho

Las puertas de este se cerraron y lo último que vi fue su sonrisa coqueta y su erección.

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Al llegar a casa me encontré con un enorme paquete color blanco atado con un listón negro encima de la mesa, una caja mas chica al lado y una bolsa de Victoria's Secret. Me acerqué a la mesa y agarre una nota con la inconfundible letra de mi hermana que decía: "Te dije que pronto se cobraría el favor. Solo espero que sepas lo que haces. Vuelvo a la madrugada, hoy es viernes y ya sabes. Besos". Mi hermana trabajaba en un bar llamado "Trip toe" era uno de los mas famosos en Nueva York y los fines de semana se llenaban mucho. Había un sobre arriba de la caja grande. Lo recogí y lo volteé para abrirlo.

"Señorita Dawrer:

Estoy muy emocionado por verla esta noche. Por favor póngase cada cosa que le regalé, sin excepción. Nunca fallo, se que todo le quedara perfecto. Hasta esta noche.

James Maslow."

Suspiré, desaté lentamente el listón y saqué la tapa la tapa lentamente. Dentro había un hermoso vestido color negro con detalles en lentejuelas y un listón, lo levante para observarlo mejor y sin darme cuenta casi tire un collar... creo, era medio raro. Lo dejé encima de la mesa y me fije de nuevo en el vestido en mis manos, llegaba a la rodillas y tenía la espalda descubierta. Era simplemente hermoso. Abrí la segunda caja y dentro había unos zapatos negros con un moño para hacerlo mas delicado.

Me quité rápidamente mis zapatos y me los puse. Empecé a desfilar de un lado al otro para acomodarme a ellos cuando me di cuenta de que eran de mi mismo talle... camime hacia la mesa, saqué las tres cajas que había en la bolsa de Victoria's Secret y me fije en los costados...

Era exactamente mi talla en sosten... me senté en la silla sorprendida. O mas bien asustada. En un día no pudo haber sabido todo eso, no al menos que sea un experto... bueno, en mujeres. O al menos que sea un psicópata asesino en serie... creo que mi mente se esta yendo a ningún lado.

Igual que importaba si era o no, él desgraciado estaba muy bueno.

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