El nuevo Jefe - James Maslow

Capítulo trece.

¡Mierda! Mire el reloj en mi mesa de noche y salté de la cama. Busque una camisa y un pantalón alto de vestir y me los puse. Maldito jefe.
Me había desvelado pensando en que pasaría de ahora en adelante.

Salí de mi habitación hacia la cocina encontrado a mi hermana bebiendo un cafe y al verme abrió los ojos ampliamente.

- ¿ Qué haces aquí todavía? -dijo mientras se daba la vuelta y ponía la cafetera en marcha-
- Me eh quedado dormida, creo que es obvio.
Fui al baño buscando algo con que arreglar el nido de pájaros en mi cabeza. Un peine. No debería dormir con el pelo mojado. Mi hermana apareció en la puerta y agarró el peine de mi mano para peinarme. Lo cual agradecí porque si no no llegaría. Empecé a maquillarme naturalmente y con suerte las dos terminamos a tiempo.

-¿Cómo te fue ayer? - preguntó Christa al sentarse en una de las bancas-
- Bien, conocí a muchas personas... y mujeres.
-¿Mujeres?
- Una mujer me dijo que... No importa, estaba borracha

Camine hacia la sala y agarre mi bolso. Christa dijo que la espere abajo. Entonces cogí mi móvil y baje por el ascensor.

Cuando salí afuera me detuve en seco. Esto no me lo esperaba. James estaba apoyado contra un Audi TT plateado. Dios esto no me dejaba ni oportunidades para inventar una excusa... en realidad no había excusas el fue el responsable de esto.

-Buenos días señorita Dawrer -sonrió coquetamente- ¿ Cómo ah amanecido?
- Señor Maslow... ehr... yo... bien -me acomodé el bolso incómoda- ¿Qué hace aquí?
- Ya, _____, te dejo camino a... -Christa se detuvo en seco también al verlo- Hola...
-Hola -respondió James al tiempo que se nos acercaba con la mano estirada- James Maslow... tu debes ser la hermana de _______.
- Christa -agitaron las manos- Un gusto, James ¿_____...?
-Yo la llevaré Christa, si no les molesta- él me miró y luego lentamente miro a Christa-
- No claro que no... yo iba hacia el lado contrario de todas formas -a pesar de que negara rotundamente con la cabeza ella se dio media vuelta para alejarse-
- ¿No quería ir conmigo señorita Dawrer? - Me sonroje pero me puse recta-
- Señor Maslow usted ni siquiera tendría que haber venido.
- Me preocupó que no llegara a las oficinas.
- Échele la culpa a una persona muy insistente -él sonrió. Por sus ojos pasó algo pero se fue antes de que pudiera decifrar que había sido- Pero ahora que esta aquí podría llevarme.
- Su primer trabajo como mi secretaria sera acompañarme a un almuerzo de ejecutivos -me abrió la puerta amablemente del Audi y cuando estuvo sentado en el asiento del conductor me miro de arriba a abajo- esta vestida para la ocasión.
-Gracias...

Dios este hombre me erizaba la piel con tan solo unas palabras. Al llegar a la empresa se metió por el estacionamiento subterráneo y aparco en el lugar donde se leía Maslow en una placa. Yo salí del coche, sin esperar a que el haga su acto de caballerosidad. A lo cual escuché una maldición

-¡Hey! -escuché el sonido de la alarma y sus pasos detrás de mi- ¿Qué haces?
- Ah claro, gracias por traerme. -llegué a los ascensores y apreté el botón-
- ¿Por qué te comportas de esta forma? -preguntó él poniendo la tarjeta para el ascensor-
- Señor Maslow gracias por traerme, pero yo no soy de esa clase de secretaria.
- Lo sé.
- Entonces podría rendirse antes de empezar nada...

Bueno, nada gracias por leer esta novela. Lo sé muy corta y sin final pero hasta acá llegué con la imaginación. Gracias a todas las que leyeron y por leer mis otras novelas...
Les quiero decir que es una broma pueden seguir leyendo el siguiente capítulo ↓. Jaja xoxo