Capítulo treinta y dos

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*Foto de Peta*

Llegue a mi piso y vi a una chica joven recogiendo papeles del suelo, e intentando limpiar el desorden que era aquello.

Ella levantó la mirada al escuchar, probablemente, el sonido del ascensor.

-Hola, - la salude- soy Dawrer. -miré todo el desorden y luego hacia la puerta. Era su primer día y Peta había hecho esto.- Lo siento si ella fue una molestia.

- Si solo me pagaran por cada vez que me gritó -ella sonrió- probablemente sería su jefa. Soy Abby, un gusto.

- Igualmente -miré a la puerta nuevamente, estaba cerrada. Necesitaba ver que necesitaba de mi-¿Los dos están ahí dentro? -pregunté mientras me agachaba para ayudarla. Ella me miró confundida-

- Si, llego hace media hora. Es asqueroso. -se acercó lentamente como si compartiera un secreto- Se pueden escuchar sus gemidos.

Mala idea... muy mala idea.

Las náuseas llenaron mi cuerpo con la simple idea de James tocandola... mala idea.

Solté una risa irónica, yo había estado sintiéndome desgraciada hace cinco minutos y él llega y se la coje en el suelo del despacho.

Y ahora se tenían que hacer visibles y notorios los síntomas. Mientras corría hacía él baño de la planta como si me fuera la vida en ello, las puertas del ascensor se abrieron y James apareció, cabreado, entre ellas.

- James... ¿James? - tardé un momento en reorganizar las cosas en mi cabeza y cuando estuvieron en su lugar abrí la boca sorprendida- ¡James!

-Si, soy yo, señorita Dawrer - él en serio estaba cabreado. -

-Pensé que estaba en su despacho con Peta...

- No, estaba esperando abajo a alguien que jamas paso por allí -él fue consciente de Abby atrás nuestro mirándonos expectante-

- Pero... - pestañe confundida - ¿Quién...?

¿Peta estaba con alguien más en el despacho? ¿Esta era alguna señal del destino que me daba la oportunidad de librarlo a James de ella? Estaba completamente confundida.

-¿Quién, qué? - preguntó él mientras caminaba hacia su despacho y yo seguí su paso-

- Creo que hay alguien más con... -Dios, mejor me callaba. Debía estar pareciendo una desesperada- Ya sabe... en su despacho. -le susurre y luego me dirigi a mi suplente temporal de un día- Abby, él es el señor Maslow, jefe de la empresa.

-Un gusto, señor Maslow - él le sonrió -

- Igualmente, Abby -fui consciente de que la mayoría de las veces me llamaba por mi apellido y no por mi nombre. James luchaba con la cerradura de la puerta hasta que Peta la abrió, inesperadamente, del otro lado- Peta.

- ¡James! Que sorpresa -ella acomodó su cabello en un gesto natural, pero calculado, mientras sonreía- Pensé que aún estabas en Francia.

- Es obvio que no -el hizo una pausa antes de mirar hacia el ascensor- ¿Quién esta bajando por ese ascensor? - preguntó fríamente, mientras se acercaba a éste-

- No... no lo sé - ella se interpuso en su camino y yo solo disfrutaba de la obra- El ascensor a estado andando un poco mal esta última semana.

-¿Eso es verdad, señorita Dawrer? -dejé de sonreír y mire a James. No me agradaba estar en medio de la discusión-

- No -respondí e intenté no mirar a Peta-

James se acercó al ascensor y, para sorpresa de ambas hizo que vuelva hacia arriba. Había cosas, en las que James no había reparado, que indicaban que hubo una escena de sexo.

O yo las notaba porque Abby me lo había comentado.

El ascensor llegó hasta arriba y las puertas se abrieron, dejando ver quien estaba del otro lado.

- Daniel -mis ojos se abrieron con la sorpresa mientras James decía su nombre- ¿Qué estas haciendo aquí?

-¿Qué, acaso no puedo visitar a un viejo amigo?

¿Viejo amigo? ¿James era amigo de esta basura?

Sentí como se cerraban mis pulmones cuando los recuerdos volvieron.

- Señorita Dawrer... -James volvió su atención a mi cuando lo empuje al perder el equilibrio y me sostuvo firmemente del brazo- ¿Estas bien?

Podía verlos a todos en la habitación, observándome desde cada esquina... todos los que marcaron mi vida de una manera horrible ¿y si James fue uno de ellos?

- Necesito un poco de aire -me solte bruscamente de su agarré- Con permiso.

Salí del despacho y caminé con prisa hacia el ascensor. Apreté fuertemente el botón varias veces, sin triunfo. Esto nunca iba a funcionaria rápido.

Necesitaba salir de aquí rápido.

-Debo admitir que me sorprende, señorita Dawrer - Daniel uso un tono "dulce" al decir mi apellido- me sorprende.

Él miró a Abby. Y volvió la vista hacia delante.

- La invito a tomar un café.

- No puedo... yo -me tropecé con mis palabras y el sonrió. -

-Eh oído decir por ahí que mi gran amigo, James... tiene algunos asuntillos que arreglar con su futura esposa... y no le vendría bien un hijo ilegítimo. 

Las puertas del ascensor se abrieron y con la furia corriendo por mis venas lo empujé dentro de este apretando la primer planta.

- Tranquila, Dawrer -él levantó sus manos en gesto inocente y luego de una pausa me examinó lentamente.- Tengo que reconocer que seguirte el rastro no fue fácil. Menos cuando a Maslow no se le escapa nada... ni un auto siguiéndolo ni mucho menos una hermosa secretaria -él rió asombrado- ¿En serio acostarse con el jefe, querida ____?

- Mira, Daniel -él se tocó el labio con el pulgar, en un gesto amenazador. Probablemente encerrarnos en un ascensor no fue una de mis ideas más brillantes- No sé que es lo que quieres. O que quieres conmigo pero...

- Exactamente eso quiero. - él avanzó hacia mi haciéndome retroceder hasta chocar con la pared del ascensor- Te quiero a ti otra vez.

- Eso nunca pasará...

- Yo no estaría muy seguro de eso -apoyo su mano junto a mi cabeza- Eres una buena mentirosa, engañaste a James con lo de el bebé... pero no a todo mundo -él rozó mi abdomen y yo lo empuje, sin éxito. - Te tengo un trato.

- Olvídalo, nada hará que este contigo otra vez en esta vida.

- Si fueras inteligente lo pensarías dos veces antes de rechazarme. - él tenía el teléfono en la mano mostrando una foto. Era Christa.- De tal palo tal astilla, ¿no es así?

-¿¡Que le hiciste!? -intenté coger el teléfono pero él lo alzó fuera de mi alcance-

- Nada... por ahora -las puertas sr abrieron y el salió sonriendo- ¿Tomará un café conmigo?

Intentaba recobrar mi respiración mientras el me ofreció su mano.

Era Christa o yo.

...

Hola, Hello, Bonjour, Gutentar (?

I'm so sorry por no subir capítulos. Semanas finales en la escuela y tengo que estudiar D:

Además como saben que la novela es improvisada, necesito tiempo para escribir y bueno es lo que no tuve las últimas semanas.

Gracias a todas por leer y aguantar todos esos días sin esto.

Voten, comenten. Lean por favor mi otra novela llamada : " Y por eso me enamoré " - con James, que esta por terminar.

Gracias totales e infinitas.

Xoxo, peace.

El nuevo Jefe - James MaslowWhere stories live. Discover now