Capítulo treinta y tres: Acabemos con esto.

20K 1K 8
                                    

Al llegar a mi escritorio vi a Abby sentada frente al computador anotando algunas cosas muy concentrada, hasta que me vio y se paró inmediatamente. Seguramente mi estado no era el mejor en ese momento.

-Dios, ____ - ella rodeó el escritorio y me envolvió la cintura con un brazo- ¿Estas bien?

- No... no creo -me tomé mi tiempo para hablar, me dolía la cabeza. -

-Si lo veo, estas muy pálida -ella me ayudó a caminar hasta el asiento y me senté- ¿Qué paso?

- Nada... solo... ¿Podrías traerme un vaso de agua?

Cerré los ojos intentando olvidar a Daniel y todo respecto a él. La charla que tuvimos no había sido del todo alentadora.

- Claro, enseguida vuelvo.

La vi desaparecer cuando doblo en la esquina y entonces me levante. Sabía que Peta ya se había ido y que él seguramente estaba allí preocupado por mi. Así que me pare, caminando decidida hacia su despacho, pellizque mis mejillas para darles color y luego de una respiración toque la puerta. Espere unos segundos y al no recibir respuesta del otro lado cogí el picaporte para abrir, pero la puerta se abrió repentinamente tirándome hacia adelante. Haciendo que choque con él. Mierda.

- ¿Dónde estaba? -Dios este hombre pasaba de preocupado a totalmente demandante- Si me permite recordarle usted trabaja aquí y no puede andar haciendo lo que quiere en horas de trabajo...

- Con todo respeto, señor Maslow, fui a tomar un poco de aire fresco -su mirada intensa me quitaba toda la decisión que había tenido hace unos minutos, haciéndome sentir pequeña e insegura- Y sobre mi empleo quería hablarle.

Su cara cambio repentinamente, no había expresiones en el.

-¿Qué sucede con este?

- Yo...He estado pensando acerca de... que yo no podría seguir aquí cuando usted se case con Peta -mantenía la mirada baja sabiendo que no podría resistirlo- Que debería buscarme otro...

- Eso no pasará -me asombre cuando escuché la puerta al cerrarse firmemente. Luego los pasos de James atrás mío y su aliento cerca de mi nuca- Esto no debe ser así.

- Señor Maslow, yo no...

- ¿Haz pensando bien en esto?

- Sí. Y vengo a presentar mi renuncia. - Piensa en Christa, me repetí a mi misma-

- Esta bien - él mantenía aprerada la mandíbula como si dejarme ir en serio le doliera, pero yo sabía que no era así. - Su renuncia estará lista dentro de dos semanas.

-¿Qué? - pregunté sorprendida- No, tiene que ser ahora.

-No puedo, señorita Dawrer. Yo no soy quien controla todo ese papeleo, vaya a la oficina de empleos y reclame -él estaba abriendo la puerta, mientras con la mano en mi espalda baja me empujaba hacía la puerta- pero nada cambiará.

- Entonces me puedo retirar... -él me interrumpió -

-Mandaré su renuncia yo mismo, pero hasta la fecha usted seguirá trabajando para mi -una sonrisa se dibujo en su rostro y yo no hice nada más que odiarlo y querer besarlo.- Puede empezar ayudando a Abby para que entienda como nos manejamos aquí.

Yo lo miré mal y sali de la oficina, Abby estaba allí con el vaso de agua y una pastilla.

...

- ¿Y aquí se encuentran las citas? -Abby confirmo medio preguntando y yo asentí - Entonces ya entendí.

- Y apenas el señor Maslow llega se las recuerdas. - Me acerqué a la pantalla para ver las citas justo cuando James salió, acomodando su saco- Tiene la reunión con los...

- Lo sé -el se acercó, demasiado, tanto como para que pueda oler su perfume- Debe acompañarme.

- Esta bien -me incliné para decirle algo a Abby y luego lo miré - Iremos a almorzar y cuando vuelva lo acompaño.

- Nos vamos ahora -su tono era autoritario. - A Abby le servirá conocer al personal de la empresa durante el almuerzo.

- Pero la reunión no es hasta dentro de una hora y media... hay tiempo de sobra -recrimine.-

-Un consejo, Abby - Él apoyo las manos en el escritorio y se inclinó hacia delante, yo gire los ojos- Nunca me lleves la contra.

Ella sonrió encantada con él y la situación que habíamos creado. Pero yo no quería caer en eso.

-Esta bien, señor Maslow - cogí el bolso del suelo y di un paso para estar a su lado.- Vayamos.

El me guió con su mano al ascensor y yo caminé decidida y enojada con él.

...

El nuevo Jefe - James MaslowWhere stories live. Discover now