El nuevo Jefe - James Maslow

Epílogo. Sinopsis

Hace exactamente un año que no volvía aquí. Desde que David había cumplido su primer año para ser exactos y era como volver al pasado, solo que con un hermoso bebe de un año en un brazo y un bolso lleno de chucherías para él en el otro.
Merith, me vio aparecer en la puerta y sonrió fascinada, como algunas de sus compañeras. David era el centro de la atención.

- Señora Maslow, que bueno tenerlos por aquí, mire a esta preciosidad -ella le ofreció los brazos a David, quién muy social, acepto. - ¡Es una belleza!

- Si lo es.- estaba orgullosa de él. - ¿James esta en su oficina? - Merith asintió. - ¿Te parece si voy a visitarlo y lo cuidas mientras tanto?

-Con mucho gusto, Mia. - ella le hizo caras bobas a David a quien se le llenaron los ojitos de emoción y yo sonreí. -

Comencé a caminar hacia el ascensor nerviosa, James no sabía que iba a venir y solo quería arreglar las cosas. Anoche habíamos tenido una pelea por una idiotez y hoy no nos habíamos dirigido la palabra. Y ciertamente era mi culpa, tenía las neuronas en alerta y descontroladas.
El ascensor llegó y recordé la vez que él me había pedido que lo acompañe, cuando era solo mi jefe, dónde todo comenzó, prácticamente.
Recordé la primera vez que estuvimos juntos encerrados en este ascensor. Como su boca se había sentido en mi cuello... y lo que había sentido. Dónde había quedado esa pasión. Atascada en todo el trabajo que llevaba a casa.

Oculte la decepción de mi rostro y apreté el botón del piso. No entendía que había pasado, hace dos meses que no era lo mismo y temía que fuera mi culpa. Tal vez toda mi atención estaba en David, todo el tiempo alerta a que no le suceda nada. Y negándome a pedir ayuda.

Sin embargo esto demostraba que me importaba, venía aquí para reconciliarnos. Para decirle que lo amaba. Que lo deseaba...

Me sonroje al pensar en lo que estaba haciendo y lo que traía puesto. Me importaba.

El ascensor estaba llegando y me apresuré hacia las puertas. Ansiosa.

Entonces las puertas se abrieron y yo estaba lista para salir cuando lo que vi me dejó paralizada... mis ojos abiertos sin poder creer lo que veían. Ninguno se había percatado de mi presencia hasta que me moví un paso hacia atrás, tocando el botón para irme de allí.
James parecía confundido y entonces dos segundos después corrió para alcanzarme y era tarde.
Mi espalda choco contra la pared de la pequeña caja de metal, procesando la imagen...

Y entonces un suspiro salió de mis pulmones antes de largarme a llorar... ahora estaba claro. No era mi culpa.

Merith me alcanzó en mi salida hacia la calle. Por un momento me había olvidado de David y cuando lo alcé apreté su pequeño cuerpecito contra mi pecho.

El auto estaba estacionado afuera, abrí la puerta trasera y me las empeñe como siempre para poner a David en el asiento de bebe, cuando cerré la puerta vi a James corriendo hacia nosotros y entre al auto bloqueando la puerta.

Él llegó a la puerta, tarde, y comenzó a golpearla. Y fue cuando las lágrimas empezaron a salir.

-Mia... no... abre la puerta - yo lo miré... la respiración se me corto por un segundo. - Mia, déjame explicarte.

Era un desconocido.

Puse primera, el hueco del corazón me dolía. Escuché mi nombre otra vez salir de su boca, y era alguien extraño.

Acelere sin importar nada. Él corrió cinco metros detrás nuestro y luego paró. Las lágrimas nublaron mi vista. Miré a David por el retrovisor e intenté calmarme por su bien. Pero no podía. Cerré los ojos un instante, para intentar alejar las lágrimas.

Entonces fue una camioneta negra se cruzó en nuestro camino.