El Plan de la Azotea | Ariste...

By typingmarmog

394K 40K 31K

// Fake dating AU que sigue la línea básica de la novela // "Miré a mi amigo en la luz tenue del atardecer, s... More

1. La banca del parque
2. ¿Amigos?
3. Confesión
4. Moretones y raspones
5. ¿Te cae?
6. Como en la primaria
7. Agua de limón
8. De su mejilla
9. ¿Por y para quién?
10. Tan cerca
11. Valentía de ebrio
12. En la oscuridad
13. ¿El último?
14. Ardor de estómago
15. Helado de cereza y chocolate
16. Una mano diferente
17. Si no lo eres
18. La respuesta equivocada
19. La palabra con "J"
20. Labios
21. Momentos inesperados
22. La noche en el bosque
23. El color rojo
24. Sala de espera
25. El paso de las horas
26. Recuerdos
28. Impulso
29. Opuestos
30. Verdades y preguntas
31. Esconderse
32. Evento escolar
33. Enfermería
34. Chat
35. Noche estrellada
36. Segunda vez
37. Afuera del colegio
38. Entre palomitas y helado
39. Comenzar de nuevo
40. A la luz del sol
41. Llamada
42. Antes
43.El segundo plan de la azotea
Epílogo
EB: El beso del baño
Secuela: El Plan del Vestíbulo

27. El tiempo que se agota

7.3K 875 741
By typingmarmog

Los siguientes días pasaron volando. Después de que terminaran de hacerle estudios a Temo y determinar que solo tenía una ligera contusión además de los hematomas provocados por la caída, y el brazo y las costillas rotas, los médicos lo dieron de alta y todos regresamos a Oaxaca.

En la escuela nos dieron permiso para faltar unos días después de lo ocurrido, y dirección había expulsado a Zac y Ben del colegio por la agresión, así que al menos teníamos una preocupación menos.

Temo y yo en realidad no pudimos pasar mucho tiempo juntos porque su familia y Diego estuvieron a su lado en todo momento y no quería alterar la dinámica que estaban formando por más ganas que tuviera de estar cerca de él, así que nos limitamos a saludarnos un par de veces y hablar por mensaje.

Ya era jueves y con todo lo que estaba pasando no habíamos tenido tiempo para conversar de lo del bosque ni anunciar que supuestamente nos habíamos separado, así que no me sorprendí cuando recibí un mensaje de mi amigo en la tarde, pues el tiempo se agotaba.

Aunque sabía que probablemente se debía a que quería terminar con todo de una vez, no pude evitar esbozar una sonrisa estúpidamente enorme cuando vi su nombre aparecer en mi pantalla.

Ariii

Hola Temooo

Qué pasó? Todo bien?

Sísí

Nada más quería ver si en un rato querías subir a la azotea a tocar el piano

Esa debió ser mi primera pista, ¿cómo se suponía que íbamos a tocar si él tenía un brazo enyesado y la costilla lastimada? Pero en ese momento no lo pensé, me cegó la calidez en mi pecho, la cual había comenzado a llamar enamoramiento, al escuchar de él, y acepté sin dudarlo.

Jalooo

Nos vemos arriba a las 8?

Vava, ahí te veo

Yo me pegué el celular al cuerpo inconscientemente mientras sonreía y sentí que me subía la sangre a las mejillas. Me dejé ser feliz por ese momento e imaginé que iba a subir a ver a Temo, mi novio de verdad, y que era una cita de pareja y no una simple conversación de amigos aunque estaba consciente de que aquello estaba completamente fuera de la realidad.

Los minutos pasaron lentamente; yo sentí la necesidad de cambiarme de ropa pues como me había quedado en mi casa todo el día, llevaba un par de pantalones deportivos que tenían una mancha en la rodilla y una playera roída. Intenté peinar mis rizos alborotados pero me di por vencido cuando me di cuenta de que mi única opción iba a ser ponerme gel ya que recordaba que Temo prefería mi cabello despeinado:

"Es que no sé Ari, así te ves más como tú" me había dicho un día saliendo de la escuela, revolviendo mis rizos. "Con el gel pareces un licenciado que se tiene que ir a trabajar para alimentar a sus tres hijos".

Reí suavemente cuando la memoria se coló entre mis pensamientos y luego tomé mi instrumento para subir a la azotea, pues ya solo faltaban unos minutos para las ocho y no pensaba llegar tarde por nada del mundo.

Subí las escaleras de dos en dos y cuando llegué listo para montar el teclado me encontré con que Temo ya me esperaba.

Mi corazón dio un saltito al verlo, pero me obligué a mí mismo a ignorarlo porque era hora de afrontar la realidad, el tiempo de nuestra relación falsa se estaba acabando.

Él estaba parado dándome la espalda, mirando las luces de la ciudad en silencio, así que yo me acerqué con cuidado, procurando no hacer ruido al pisar y cuando estuve suficientemente cerca puse el instrumento bajo uno de mis brazos y con mi mano libre comencé a hacerle cosquillas.

Temo soltó un gritito y se sobresaltó para después voltear a verme con una expresión entre enojada y risueña.

-Menso.-dijo al darse cuenta de que se trataba de mí.-Me espantaste.

-Ese era el chiste, Temístocles.-contesté examinando su rostro por unos segundos, que solo era iluminado por la luna y las lámparas de la calle.-Me la debías por lo del hospital.

Temo me miró de regreso y rió por unos segundos, provocando que sus bonitos hoyuelos le aparecieran en el rostro y sus ojos se arrugaran. Tenía un moretón que iba desde la sien hasta su mejilla, pintándole la cara de púrpura y verde, además de que le habían afeitado la parte de la nuca que se había abierto para coserla, evidenciando que los estragos de lo ocurrido tardarían mucho tiempo en desaparecer.

Un instante después de observarnos, nos envolvimos el uno al otro en un abrazo, jalándonos mutuamente sin necesidad de decir nada. Ambos nos habíamos extrañado aunque hubieran pasado solo unos días.

-¿Sigues enojado por eso?-dijo, sacudiéndose un poco. Su brazo enyesado estorbaba entre nuestros torsos, pero en ese momento no me importó, solo me dediqué a acariciar su espalda con mis manos.-Fue una bromita nada más.

-Nunca estuve enojado.-contesté, riendo también, con cuidado de no apretarlo demasiado y provocar que le dolieran las costillas.-Pero no me pareció nada cagado después de lo del bosque.

Nos separamos poco a poco, quedando parados el uno frente al otro con mucha menos distancia de la socialmente conveniente. Podía sentir una tensión en el ambiente cargada de una sensación extraña, entre confusión, expectativa y ganas, la pregunta era de qué.

-Diego me dijo que lo que pasó te afectó mucho.-mencionó de pronto, frunciendo los labios.-Sé que debió haber estado muy culero encontrarme así...

-Ay Temo...-contesté con un suspiro lleno de sinceridad.-Verte ahí acostado es lo peor que me ha pasado en la vida.

-Pero ya estoy mejor.-respondió él, usando su brazo saludable para sacudirme con suavidad.-Mírame.

Lo observé por un momento, devolviéndole la media sonrisa que esbozaba.

-Ya sé, pero neta, yo creo que nunca que se me va a olvidar el miedo que tuve cuando te desmayaste.-dije, sintiendo cómo se formaba un nudo en mi garganta poco a poco.-Pensé que nunca iba a volver a hablar contigo, a escuchar tus rants de Shawn Mendes a las dos de la mañana, a molestarte, a hacerte reír, a...

"A besarte".

-Pues vas a tener que aguantarte mis rants por mucho tiempo, Ari.-contestó él cuando dejé de hablar, usando palabras cómicas acompañadas de un tono reconfortante.-Te lo prometo.

-Más te vale.-murmuré, apretando su hombro.

-¿Entonces seguimos con la canción?-sugirió él, caminando hacia la banca para sentarse en ella.

-Pero ésta vez no hay que hacernos pendejos como el otro día, eh.-le advertí, siguiéndolo.-Que ya les dije a mis suscriptores que les tenía una canción nueva y están bien alborotados.

Temo soltó una risita y puso la mitad del teclado sobre su regazo para dejarme a mí el otro lado.

-El famoso, te dicen.-se burló, pasando un dedo sobre las teclas.

-Menso.

Estuvimos un rato componiendo, él tocando con una sola mano, o intentándolo, mientras yo escribía y viceversa. "Confiésalo, tengo que saber si tu amor va a corresponder a este corazón que empieza a enloquecer...". Ambos fingíamos que no nos dábamos cuenta de que no era normal lo romántica que era la letra de la canción  o al menos yo lo hacía, quizás él pensaba que solo era otra canción de amor como yo había hecho hasta que fue demasiado evidente para negarlo.

Se veía muy lindo bajo la luz de la luna, con la brisa nocturna revolviendo su cabello y el ceño fruncido para concentrarse. En mi pecho había permanecido la calidez que solo llegaba a mí con Temo, y yo hice mi mayor esfuerzo por ignorarla, pero incluso con el moretón, el rostro hinchado y la cabeza parcialmente rapada, me parecía lo más bonito del mundo.

Después de poco más de una hora, nos atoramos en una línea, "No saben lo que siento, instinto verdadero", era casi el principio de la canción, pero faltaba algo antes y no sabíamos qué. Pasamos unos veinte minutos diciendo frases que rimaran sin éxito.

-Puede ser... todos hablan de nosotros cuando estamos juntos...-sugirió Temo, jugando con la pluma que tenía en su mano, tocando su barbilla con ella, para luego soltar un bufido.-Olvídalo, no queda.

-¿Sabes qué?-le dije mientras quitaba el teclado de nuestros regazos.-Hay que descansar tantito, así no estamos avanzando nada.

-Va.-contestó él, pasando una pierna sobre la banca para quedar sentado frente a mí, gesto que yo imité.-Así sirve que me como esto.

De pronto Temo metió una mano al bolsillo de su pantalón y sacó un paquete de M&M's de cacahuate.

-¿Quieres?-me ofreció mientras los abría.

Yo asentí y extendí mi mano para recibir los dulces pero él negó con la cabeza.

-Tienes las manos todas sucias.-me reprochó.-Mejor haz para atrás la cabeza y abre la boca.

-Uy, como diga, don mandón.-me burlé poniendo los ojos en blanco y sonriendo, pero obedecí.

Unos segundos después sentí como se movía sobre la banca para acercarse a mí y subía su mano a mi rostro.

Vertió los chocolates con un movimiento torpe y rápido, provocando que algunos rebotaran contra mi nariz y mejillas y cayeran al suelo.

Yo me eché a reír mientras masticaba los chocolates aún con la cabeza echada para atrás y él me dio un golpecito en el hombro.

-¡Aristóteles!-me regañó con un tono entre divertido y molesto.-Ve lo que hiciste.

-Ora, ¿yo qué?-dije carcajeándome con la boca llena, tapándola con mi mano mientras regresaba mi cuello a una posición normal.-Tú las tiraste.

-Es que no te pusiste bien.-dijo con un una expresión irritada mientras comía un chocolate, lo cual me sacó otra risa.

Terminé de tragar y relajé mis hombros. Temo se había acercado para servirme los dulces, mucho, y nuestros torsos estaban mucho más cerca que segundos antes. Mi respiración se irregularizó momentáneamente cuando nuestras miradas se conectaron, y las expresiones de ambos cambiaron a unas muchas más serias.

Recordé lo que él había hecho un par de semanas antes cuando ocurrió la pelea con mi padre y sin pensarlo por mucho tiempo subí mi mano a su rostro, acariciando justo debajo del moretón con cuidado.

-¿Te duele?-pregunté, imitando el gesto que en el momento me había hecho sentir tan bien.

-Más o menos.-dijo son romper el contacto visual conmigo, bajando la voz.-Cuando se me olvida tomarme los analgésicos sí.

Algo se apoderó de mí en ese momento. Se suponía que estaba resignado a dejarlo estar con Diego pero ¿y si eso no era lo que él realmente quería? ¿y si no era lo que lo iba a hacer verdaderamente feliz?

-¿Temo?-le pregunté, pasando mi pulgar de la comisura de su boca a su cuello lentamente.

-¿Mmm?

-¿No crees que deberíamos hablar de lo que pasó en el bosque?-pregunté, osbervándolo con detenimiento.

-Pensé que ya lo habíamos hecho.

-No hablo de lo que te hicieron.-contesté, armándome de valor.-Me refiero a lo de antes. El beso.

Sus ojos se abrieron con sorpresa y separó los labios. Mi mano aún descansaba en su cuello, generando calor.

-Yo...-susurró, desviando la mirada.-Estábamos pedos, Ari.

-Ya sé.-dije.-Pero nada de eso era parte del plan. Se sintió diferente.

Por alguna razón nuestros rostros se habían ido acercando mientras hablábamos y podía sentir cómo su respiración tibia chocaba contra mi piel.

Pensé que tal vez me había equivocado en el hospital, que quizás ese no había sido nuestro último beso, que no había pensado las cosas suficientemente bien y lo correcto no era dejarlo ir, así que comencé a acortar la distancia entre nosotros y a cerrar los ojos, pero su voz me detuvo.

-Estoy con Diego.-anunció de pronto con un tono nervioso.-O sea oficialmente todavía no somos novios, pero estamos viendo cómo hacerle. Por eso te pedí en el bosque que no le dijeras lo que pasó.

Abrí los ojos y retrocedí, volviendo a mi lugar inicial, bajando mi mano.

-Ah.-contesté sintiendo una presión que se acomodaba en mi pecho.-Que padre Temo.

Él y yo compartimos una mirada que me pareció eterna, cargada de muchas cosas que teníamos que decirnos pero sin decir nada realmente.

-Gracias.-dijo mientras la presión dentro de mí aumentaba.-Entonces... creo que es hora de que anunciemos que terminamos ¿no?

Yo asentí con media sonrisa falsa al tiempo que se me formaba un nudo en la garganta y en ese instante lo supe: El tiempo, nuestro tiempo, se había agotado, y era mi culpa.

Continue Reading

You'll Also Like

34.4K 5.3K 33
Karim es un alma noble oculta dentro de un corpulento chico de un metro ochenta. Su peculiar forma de ser lo ha puesto en situaciones comprometedoras...
504K 81K 34
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
476K 31.8K 60
Enamorarte de unas palabras es fácil. No, en serio es terriblemente fácil y más para Ian Hargitay. El responsable es Liam Belzer. Pero no sólo será...
177K 8.2K 41
Un día, dos chicas se encuentran en el metro. Violeta, que acaba de ser abandonada, se está recuperando de un corazón roto, y Chiara está lidiando co...