14. Ardor de estómago

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N/A: Hola! Estoy actualizando en jueves porque si mañana de verdad es el beso todos van a estar demasiado alterados (incluyéndome) para meterse a Wattpad jajaja, crucemos los dedos porque así sea

Era él. La persona que me había puesto tan celoso con tan solo ver su foto en la pared de Temo y en su celular, porque sabía que las personas de su alrededor lo conocían como su "mejor amigo", y si eso era él, ¿entonces quién era yo?

Me di cuenta de que en vivo y en todo color parecía más atractivo que fotografiado, con su cabello castaño alborotado, su piel blanca y su sonrisa irritante y el pensamiento de si en realidad la relación entre él y mi amigo nunca había trascendido a algo más llegó a mi mente pero lo ahuyenté de inmediato, porque si había sido así en realidad no era de mi incumbencia, ¿no?

El rostro de Temo estaba lleno de confusión y su mirada se movía rápidamente entre el otro tipo y yo, como si estuviera decidiendo que hacer, hasta que el castaño aventó sus maletas y corrió hacia él para ponerle las manos en los brazos.

-Te alcancé, pensé que no llegaba.-le dijo con un tono entre aliviado y feliz mientras pasaba sus manos por los bíceps de mi amigo, mismos que yo había acariciado la noche anterior en el suelo de un baño oscuro

-¿Qué haces aquí, Diego?-preguntó Temo, desconcertado mientras el otro lo jalaba en un abrazo.

-Tu papá me trajo.-respondió el chico con una sonrisa, aun presionando su cuerpo contra el de mi amigo.-Tú me habías contado lo mal que te estabas sintiendo, así que cuando me llamó para ver si podía venir pues le dije que sí.

Sus palabras resonaron en mi cabeza "Me habías contado lo mal que te estabas sintiendo..." ¿por qué no me lo había contado a mí?

-Perdóname hijo, pero no podía dejar que te fueras así nomás con tus hermanos a Toluca.-dijo Pancho con una expresión temerosa.-Y pus yo sé que quieres mucho al Diegochas...

"Quieres mucho al Diegochas..." ¿qué era ese ardor que comenzaba a sentir en la punta del estómago?

-Gracias, papá.-respondió Temo con media sonrisa triste.-Pero creo que me quiero ir de todas formas.

-Temo, piénsalo bien.-dijo el tal Diego poniendo una mano en el hombro de mi amigo.-En la vida no podemos huir de los problemas, hay que enfrentarlos.

De pronto la mirada del chico se cruzó con la mía mientras mi novio falso me daba la espalda y yo enarqué una ceja a forma de saludo, pero no me respondió. En ese instante, sin la necesidad de siquiera habernos dirigido la palabra, supe que nunca íbamos a llevarnos bien.

-No sé, Diego...

-Por favor, no te vayas.-intervine, caminando hacia Temo y poniendo una mano en su brazo para que volteara a verme.-Por... por lo que te dije hace rato y porque tu amigo tiene razón, tenemos que enfrentarnos a los de mente cerrada, no correr de ellos.

Él recorrió mi rostro con sus ojos y luego suspiró.

-Bueno, ¿qué les parece esto?-preguntó cruzándose de brazos.-Me quedo un mes, y si las cosas no mejoran me regreso a Toluca con Diego.

Un mes. No era mucho, pero si eso era todo lo que podía darnos mi mejor amigo estaba dispuesto a hacer que funcionara.

-Está bien.-dijo Pancho antes de que yo pudiera hablar.-Un mes y si sigues estando de tristón te puedes ir con tus hermanos y el Diegochas, ¿sale?

Mi novio falso pasó la mirada entre los tres y después de otro suspiró dijo:

-Bueno.

Unos minutos después, cuando ya todo estaba más tranquilo y Pancho se fue por Lupita y Julio al departamento de enfrente, nos quedamos los tres chicos en la sala de los López en un silencio incómodo.

El Plan de la Azotea | AristemoWhere stories live. Discover now