30. Verdades y preguntas

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La conversación de las escaleras terminó ahí porque los López iban a salir a dar un paseo y Temo partiría con ellos, sin embargo quedamos de vernos en un café el día siguiente para seguir con la composición de la canción, pero habíamos elegido un lugar lejos del edificio para que no nos vieran juntos.

A pesar de que no había ocurrido lo que me imaginaba, es decir que Temo me dijera que no había sentido nada con ese beso con Diego, mis esperanzas habían cobrado fuerzas. Había decidido que no haría nada para interrumpir su relación deliberadamente, no iba a confesarle mis sentimientos ni actuar sobre ellos directamente, pero encontraría la manera de hacerle saber que iba a estar mejor conmigo.

El resto del día la pasé en mi casa con mi mamá y mi hermano, ansioso de que las horas pasaran para poder reunirme de nuevo con él.

Un poco más tarde, cuando estaba mirando la tele, recibí un mensaje de alguien con quien solo había hablado una vez pero que me agradaba.

Holaaa

Sonreí levemente al ver su nombre aparecer en mi pantalla y abrí WhatsApp para responder de inmediato.

Qué onda!

Cómo estas?

Vi el mensaje y mentalmente debatí sobre si contestarle o no con la verdad. Ella me caía bien, pero no éramos lo suficientemente cercanos como para contarle mis problemas en un mensaje, así que opté por la opción socialmente aceptable.

Más o menos, y tú?

Me enteré de que rompiste con Temo
:( Cualquier cosa aquí estoy

Miré el mensaje y no pude evitar soltar un suspiro. Verdaderamente necesitaba a alguien a quién contarle la verdad de lo que estaba sucediéndome con Temo que no fuera mi mamá, y había algo en ella que me inspiraba confianza.

Estás ocupada?

Nop, por?

Jalas a ir a la plaza un rato para platicar?

Jalooo, te veo allá en media hora?

Ya estás!

Respiré profundamente al ver su respuesta afirmativa y dejé mi celular cargando para desayunar antes de salir. Una parte de mí se sentía aliviado de tener a alguien con quien conversar pero por otro lado no sabía cómo reaccionaría cuando le contara la verdad.

Terminé de arreglarme y un rato después me encontraba llegando a la plaza en bicicleta, lo cual me dejó el cabello revuelto y la frente húmeda con una capa fina de sudor.

Me senté en una banca con el celular en la mano, esperando a que llegara. Me metí a Instagram y no pude evitar sentirme celoso al ver las historias de Temo donde salía Diego abrazándolo por los hombros, posando frente a una estatua en el centro de Oaxaca.

Intenté ignorar el ardor que había logrado asentarse en mi estómago al verlos tan cerca, "¿Por qué tiene que tener los ojos verdes y hacer ejercicio?" pensé frunciendo los labios con frustración, "¿Por qué no se pudo hacer amigo de un niño lampiño y con tres pezones o algo?"

Me obligué a mí mismo a dejar de observar la foto y cuando subí la mirada ella caminaba hacia mí con una sonrisa enorme.

-¡Ari!-dijo cuando me vio, mientras yo me levantaba de la banca.-¿Qué pedo?

El Plan de la Azotea | AristemoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora