ADVERTENCIA: Capítulo no recomendado para personas sensibles.
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Bebe llegó a la casa de Nichole. La noche anterior había estado pensando en todo lo sucedido, y como no meter la pata frente a su amiga. Pero algo le parecía claro, Nichole aún necesitaba apoyo. Heidi abrió la puerta.
- Hola, Heidi, ¿cómo está Nichole? -Preguntó Bebe.
- Hola, Bebe. -Dijo Heidi-. No pudo dormir en toda la noche...
- Ay, pobre niña...
Bebe entró a la casa y Heidi cerró la puerta.
- Está sensible -dijo Heidi-, por favor no la cagues.
- Tranquila corazón, no lo haré. -Sonrió Bebe.
Bebe fue hasta la habitación de Nichole. Ella seguía en la misma posición que la recordaba. Entre mantas y pañuelos para limpiarse las lágrimas.
- Ay Nichole... -Dijo Bebe.
- Hola Bebe... -Dijo Nichole-. Disculpa, debo verme horrible...
- ¿Qué importa eso? -Dijo Bebe sentándose a su lado-. Estás en tu derecho de sentirte mal...
Heidi se recostó contra el marco de la puerta, cruzada de brazos y con el ceño fruncido. Vigiló a Bebe.
- ¿Lo hiciste Bebe? -Preguntó Nichole- ¿Seguiste a Token?
- Sí... -Dijo Bebe.
- ¿Y?
Bebe suspiró.
- No pude averiguar nada, lo siento... -Dijo Bebe.
Nichole se recostó en su hombro y volvió a llorar. Bebe miró a Heidi y le indicó que se acercara. Ambas la abrazaron.
- ¿Saben chicas? -Sonrió Bebe-. Estuve pensando que, en estas situaciones, lo mejor sería quedarnos solas y apoyarnos entre nosotras.
- Eso es lo que estuve haciendo yo toda la noche. -Dijo Heidi algo fastidiada.
- Y muchas gracias por eso. -Sonrió Bebe-. Nichole, creo que lo mejor será que no intentemos averiguar nada, ¿entiendes?
- ¿Por qué no? -Dijo Nichole soplando su nariz.
- Porque a ti te hará mal seguir pensando en Token, lo que tu necesitas hacer es distraerte.
- Gracias... -Dijo Heidi-. Es lo que yo estaba diciendo.
- Pero mañana lo veré. -Dijo Nichole.
- ¿¿Qué?? -Dijeron ambas.
- ¿Qué? -Dijo Nichole-. Mañana es la boda de Wendy.
- Oh, carajo, lo olvidé. -Dijo Bebe-. Bueno, si quieres...
- Quiero que Token vuelva conmigo... -Dijo Nichole.
- Déjame terminar. -Dijo Bebe-. Si quieres mañana hablo con Token y le digo que, cuando tu estés mejor, tengan una charla más calmada de todo esto, ¿si? ¡Vamos! ¡Mañana es la boda de Wendy y debemos romper la pista de baile!
- No podré resistir mis lágrimas si veo a Token... -Dijo Nichole.
- Evita cruzártelo, incluso mirarlo, si lo haces te daremos un codazo, ¿entiendes?
- ¡¡Bebe!! -Dijo Heidi.
- ¿Qué? Así no lo hará... -Dijo Bebe.
- Agh, no eres Cesar Millán y Nichole no es un perro. -Dijo Heidi y luego miró a Nichole-. Nichole, si te sientes mal, avísanos y nosotras te acompañaremos al baño o a un lugar donde puedas descargarte...
- Bueno, supongo que esa idea es mejor... -Sonrió Bebe.
- Gracias chicas... -Dijo Nichole limpiando sus lágrimas- ¡Gracias!
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Stan subió al auto de Wendy. Tenían que ir camino a la iglesia, donde los esperarían todos los organizadores. Cuando Stan cerró la puerta miró a Wendy y dijo:
- Wendy... -Dijo Stan-. Kenny no irá a la boda...
- ¿¿QUÉ?? -Gritó Wendy.
- Sí, me lo dijo hace poco y... Disculpa, olvidé decírtelo.
- Oh... ¿Y qué haremos con el padrino?
- ¿Tu padre no quería ser el padrino de la boda?
- Agh... No, por favor...
- No se me ocurre otra opción.
Wendy tiró su cabeza contra la bocina, haciendo que esta sonara.
- Tranquila, Wendy... -Dijo Stan palméandole la espalda.
- Sí, tienes razón. -Dijo Wendy tomando un poco de aire-. No debo alterarme, Wendy alterada, no salgas ahora...
- ¿Estás muy nerviosa? -Sonrió Stan.
- Sí, mucho... -Rió Wendy.
Wendy encendió su auto y comenzó a conducir hasta la iglesia. Stan intentaba mantenerse tranquilo, pero en su cabeza no paraban de llegar pensamientos. Uno tras otro. Esa mañana desayunó con Wendy y la vio muy emocionada. Ella había ido a buscar su traje mientras él limpiaba todo su departamento. Recordó que su madre le decía "habitación limpia, vida organizada", no sabía si esto le iba a servir a él, pero quería intentarlo. No bebió ninguna cerveza para estar lúcido por todo el día de trabajo que tendría. No revisó su teléfono, excepto por las llamadas de Wendy. Pero, sobre todas las cosas, no pensó en Kyle.... Hasta subir al auto, donde todo fue un torbellino. "Auto, Token, cabaret, Kyle...", fue la relación que hizo. Mientras Wendy doblaba por las calles volvió a sentirse nervioso. "¿Por qué me siento así? Incluso tuvimos nuestra despedida, sabíamos que esto... Se acabaría.". Stan, en silencio, atravesaba una montaña rusa de emociones. Por un lado se sentía responsable, estaba camino a cambiar sus hábitos para que su vida con Wendy sea la mejor, como lo había pensado en un principio, por otro lado ese cambio lo angustiaba. "¿Oficialmente estoy dejando todo atrás? ¿Nuevamente me estoy cuestionando esto?". Stan ya no quería pensar. Deseaba programarse como si fuera un robot, o borrar los recuerdos de las semanas anteriores, pero no podía. Aunque, más que los recuerdos, quería olvidar las sensaciones que le producían estar cerca de Kyle. Como se le aceleraba el corazón cuando este se acercaba... En ese momento, solo con pensar en él, su corazón se le había acelerado. Tanto que le dolía un poco el pecho.
- Carajo... -Dijo Stan llevando su mano al pecho.
- ¿Qué sucede amor? -Preguntó Wendy a punto de estacionar.
- Acabo de... Mis palpitaciones se...
Stan sintió como su cuerpo se dormía paulatinamente, hasta desmayarse.
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Stan despertó acostado en uno de los grandes bancos de la iglesia. Un hombre de traje se acercó a él y le sonrió. Luego gritó.
- ¡El novio se ha despertado!
Stan, confundido, se incorporó despacio.
- ¿Quién es usted? -Dijo Stan.
- Seré uno de los mozos en la boda. -El hombre se acercó a él y le susurró-. Tranquilo, debo imaginar que estás sumamente nervioso por esto...
Wendy estaba a unos metros, con un anotador mientras revisaba todo el salón. Al ver a Stan ya sentado, corrió hacia él.
- ¡¡Stany!! -Dijo abrazándolo-. Mi amor...
- ¿Qué sucedió? -Dijo Stan.
- Te desmayaste en el auto... -Dijo Wendy-. Los organizadores y el padre Maxi me ayudaron a trasladarte aquí, ¿ya te encuentras mejor?
- Creo... -Dijo Stan-. Me duele la cabeza...
- ¿Tomaste algo?
- No...
Wendy besó la mejilla de Stan.
- ¿Seguro te encuentras mejor? -Preguntó Wendy-. Hay una ambulancia en camino...
- ¿¿De verdad??
- Lo siento amor, no sabía que hacer...
- Agh... No, no te disculpes...
Stan se refregó la cara con sus manos y estiró sus brazos.
- Creo que solo necesito beber algo... -Dijo Stan.
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Stan estaba sentado en el patio de la iglesia con un café caliente que los mozos le habían preparado. Miró el cielo. Estaba completamente nublado. "Parece que sí lloverá...", pensó Stan. El padre Maxi salió de la capilla y fue hacia el patio. Cuando vio a Stan se le acercó.
- Stan... -Dijo el padre Maxi- ¿Te sientes mejor?
- Sí -dijo Stan-, los organizadores me prepararon un buen café.
- ¿Qué te sucedió en el auto, hijo mío?
- No lo sé, nervios o ansiedad, supongo...
Stan esperó que el padre Maxi le diga lo mismo que todos, "es normal, estás a punto de casarse...", pero se equivocó.
- Yo también estoy nervioso... -Dijo el padre Maxi.
Stan lo miró extrañado.
- ¿Qué sucedió? -Preguntó.
- No sé si debo contártelo... -Dijo el padre Maxi.
- ¿Es algo sobre la boda o la iglesia?
- No... Es algo sobre un niño que fue dejado en la calle por sus padres...
Al escuchar esto Stan volvió a ponerse nervioso.
- Esa historia me suena muy familiar... -Suspiró Stan.
- Se llama Butters... -Dijo el padre Maxi.
- ¿¿Butters?? -Dijo Stan- ¿¿El novio de Kenny??
Cuando pronunció lo último se dio cuenta de que podría haber metido la pata. Tapó rápido su boca como si el padre Maxi no lo hubiese escuchado. El padre Maxi lo miró.
- Sí, él... -Dijo el padre Maxi.
Stan alejó las manos de su boca.
- ¿Sabe de eso? -Susurró Stan.
- Sí, yo daba misas especiales en la iglesia de South Park, donde vive Butters... Veo que tu lo conoces... -Dijo el padre Maxi.
- Sí... -Dijo Stan algo tímido.
El padre Maxi se arrodillo a un lado de Stan.
- Si lo ves, por favor, dile que, aunque sus padres sean así y dudo mucho que cambien, yo estaré aquí para él, ¿si? -Sonrió Maxi.
- Ehhh... Eso es raro. -Dijo Stan.
- Agh, por favor. -Dijo el padre Maxi frunciendo el ceño.
- Bien, lo haré... -Sonrió Stan.
El padre Maxi le sonrió, luego se levantó y volvió a entrar a la iglesia. Stan terminó de beber su café. "Yo también necesito ayuda...", pesó. Stan se fue a ayudar a Wendy.
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Kyle despertó luego de haber dormido toda la mañana. Bajó las escaleras, esperando desayunar, mientras estiraba su cuerpo adolorido por tanto barrer. Cuando bajó, notó que en la mesa estaba Cartman. Kyle recordó que el día anterior les había permitido la noche libre. Así que se acercó a él con una gran sonrisa.
- Buenos días, Eric... -Dijo Kyle.
Cartman apretó los puños.
- Kyle... -Dijo entre dientes.
- ¿Qué sucede? -Dijo Kyle extrañado.
Cartman se levantó repentinamente y miró a Kyle de la manera más amenazadora posible. Kyle casi se cae al verlo así, observó que en la mesa había billetes.
- Dime, Kyle... -Dijo Cartman cruzándose de brazos- ¿Acaso fue toda una estrategia para que ustedes no trabajen?
- ¿Q-qué? -Dijo Kyle temblando un poco.
Cartman agarró a Kyle de su camiseta.
- ¿¿LES CONTASTE A ESOS HIJOS DE PUTA ALGO SOBRE MI MADRE PARA QUE CANTARAN ESA CANCIÓN?? -Preguntó Cartman.
- ¿¿QUÉ?? -Gritó Kyle- ¿¿QUÉ CANCIÓN??
- ¡¡LA CANCIÓN DE CLYDE, MALDITO INFELIZ!! -Dijo Cartman- ¡¡HICIERON QUE ME PUSIERA SENSIBLE A PROPÓSITO PARA QUE NO TUVIERAN QUE TRABAJAR!!
- ¡¡NO, NO HICIMOS ESO!! -Gritó Kyle.
Cartman apretó los dientes.
- Te tengo un mala noticia Kyle... -Dijo Cartman-. Al no haber trabajado ayer no cubrieron las gastos con su estúpido concierto...
- ¿¿NO?? -Gritó Kyle.
- ¡¡NO, IMBÉCIL!! ¿¿TE PIENSAS QUE CONTRATAR AL SONIDISTA FUE GRATIS?? -Gritó Cartman-. Y yo te dije que me la ibas a pagar...
A Kyle le sudaba la frente. Vio los ojos de Cartman tan llenos de rabia que no dudo en empujarlo lo más fuerte que pudo y correr.
- ¿¿KYLE?? -Gritó Cartman- ¿¿A DÓNDE VAS??
Kyle se subió las escaleras y se encerró en la habitación. Con llave. Cartman llegó jadeando. Comenzó a golpear la puerta de la habitación.
- ¡¡KYLE, MARICA, NO VOLVAMOS A ESTO!! -Gritó Cartman.
- ¡¡VAS A PEGARME, OTRA VEZ!! -Gritó Kyle.
- ¡¡NO, NO LO HARÉ JUDÍO DE MIERDA, DÉJAME ENTRAR!!
- ¡¡OH, SÍ, TE ESCUCHAS TAN SINCERO!! -Dijo Kyle de manera sarcástica.
Kyle se colocó en un rincón de la habitación. Cartman cada vez golpeaba más fuerte la puerta. A Kyle se le aceleraba la respiración. Cartman, luego de muchos golpes, rompió el picaporte y logró entrar.
- ¡¡KYLEEE!! -Gritó Cartman.
- ¡¡DÉJAME!! -Gritó Kyle.
Cartman corrió hacia Kyle y lo tomó de los cabellos, para seguidamente agarrarlo del cuello.
- ¡M-ME ESTÁS AHO-ORCANDO! -Dijo Kyle.
- ¡¡NI SIQUIERA TE ESTOY APRETANDO FUERTE, NO EXAGERES!! -Gritó Cartman.
Cartman volvió a agarrar a Kyle de la camiseta y lo puso contra la pared.
- ¿¿Por qué mierda me hicieron esto, Kyle?? -Dijo Cartman comenzando a llorar- ¿¿POR QUÉ LE CONTASTE SOBRE MI MADRE??
- ¡¡YO NO LES DIJE NADA SOBRE ELLA!! -Gritó Kyle.
- ¡¡MIENTES, ERES UNA ASQUEROSA RATA JUDÍA QUE MIENTE TODO EL TIEMPO!!
Cartman estiró su brazo con intenciones de pegarle a Kyle, pero este se adelanto y lo besó para evitarlo.
- No les dije nada Eric -dijo Kyle acariciando el cabello de Cartman-, no les dije nada, nada...
Cartman notó que a Kyle comenzaban a salirse lágrimas de los ojos, pensó que le estaba mintiendo, pero le gustaba verlo suplicando por él.
- Eric, mi amor, no mencioné nada de eso, te lo juro... -Sonreía Kyle con la sonrisa más falsa que podía.
- Mientes... -Dijo Cartman entre dientes.
- No... -Seguía besándolo Kyle-. No lo hago...
Cartman tomó de los hombros a Kyle y lo empujó hacia la cama. Se cruzó de brazos.
- ¿Me estás mintiendo? -Sonrió Cartman.
- No, no lo hago... -Contestó Kyle, temblando.
- Te dije que recibirías tu castigo... -Dijo Cartman.
- No, Eric, por favor no...
- ¡¡SUPLÍCAME!!
- ¡¡NO, NO LO HAGAS ERIC, POR FAVOR!! -Gritó Kyle.
Cartman se acostó encima de Kyle y comenzó a besarlo.
- Eres una puta de mierda... -Le susurraba Cartman-. Una puta barata...
- Sí, lo soy... -Decía Kyle muy asustado.
- Solo sirves para entregar el culo...
- Sí, sí, sirvo solo para eso... -Lloraba Kyle.
- Y me lo vas a entregar a mi...
Cartman se arrodilló frente a Kyle.
- Chúpame las bolas y te perdonaré. -Dijo Cartman.
Kyle seguía con esa sonrisa fingida en su rostro, mientras que sus ojos denotaban desesperación. Con las manos temblorosas desabotonó el pantalón de Cartman.
- Sí, lo haré... -Dijo Kyle.
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Kyle estaba en el baño vomitando. No sabía si Cartman no se había bañado adrede o no. Su piel pálida ahora tenía algunos moretones del forcejeo que había tenido con Cartman. Kyle tiró del inodoro y comenzó a llorar. "Va a matarme...", pensaba Kyle. "Va a matarme... No se lo permitiré, no le daré el gusto, no lo haré... Vamos Kyle, podría ser peor, podría ser peor, podría ser peor...". Kyle se acostó en el suelo en posición fetal. Abrazó sus piernas y continuó llorando ahí.