- ¿Posponer la boda? -Dijo Wendy, asombrada.
Stan se quedó callado, no miraba a Wendy a la cara. No se atrevía a hacerlo después de lo que había dicho.
- Disculpa Wendy, no es necesario...
Stan sintió que los brazos de Wendy lo apretaban con más fuerzas.
- Estoy de acuerdo... -Dijo Wendy.
- ¿¿Qué?? -Dijo Stan, muy sorprendido.
- Hubiera preferido que me lo digas antes, pero la verdad es que... Yo también estoy nerviosa por esto. -Dijo Wendy.
- ¿¿De verdad?? -Dijo Stan.
- Sí. -Wendy suspiró-. Te amo Stan, pero a veces siento que me perdí muchas cosas en mi adolescencia por estar contigo...
Stan no lo podía creer, pensaba que estaba en un sueño una vez más. Pero Wendy siguió:
- Bebe me propuso hacer un viaje con ella, Red, Hedi y Nichole... -Dijo Wendy-. Pero lo rechacé porque tendríamos la boda. Iríamos dos semanas a Hawaii, pero no te lo dije porque pensé que te molestaría. Entiendo tus sentimientos Stan, tienes miedo de que al estar casados ya no veremos a nuestros amigos como antes, yo también pensé mucho en eso... -Wendy miró a la cara a Stan-. Disculpa por haberme portado así y no decirtelo antes...
Stan se sentía pésimo. Wendy estaba ahí, revelándole todas sus inseguridades, y él sentía que había sido un vil mentiroso todo este tiempo. Sin embargo no quería decir la verdad en esos momentos. No sabía cuando la diría.
- Gracias por decirme todo esto... -Stan besó a Wendy-. No me hubiese molestado, creo que te mereces ese viaje y mucho más.
- Ay, gracias por entenderme Stany. -Wendy abrazó a Stan con fuerzas-. Te amo.
Stan tardó unos segundos en responder.
- Yo a ti. -Le contestó.
Tenía que admitirlo, Wendy siempre había sido comprensiva con él. Y las veces que lo regañaba era para que él mejorara. Stan se sentía un egoísta, o tal vez lo era.
- Mira, en el ensayo hablaré con el padre Maxi. No creo que tenga problemas ya que nos tiene un gran aprecio a ambos. Además nadie se suele casar en su iglesia -rió Wendy-. Creo que esto será lo mejor para ambos amor, pensar en nosotros mismos unas semanas para luego poder pensar en nosotros dos.
- Oh, Wendy... -Stan trataba de contener sus lágrimas-. Me parece perfecto. Gracias, sinceramente no te merezco...
- Ay no digas estupideces Stan. -Rió Wendy-. Gracias por haberme sido sincero.
Stan tragó saliva.
- No tienes que agradecerme.
Wendy y Stan se quedaron abrazados en el auto unos segundos. Stan quería llorar, tal vez esto ahora le daría tiempo pero ¿Tiempo para qué? Por más que lo prolongara debía enfrentar sus problemas en algún momento. Pero nuevamente no pensaba hacerlo hasta que no quedara de otra.
- Además... Creo que yo también me merezco una despedida de soltera... -Wendy rió-. Pero tranquilo, sabes que no haré nada.
- Sí lo sé... -Dijo Stan, bastante nervioso.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Token se encontraba recostado en la cama de Clyde junto con él. Ambos miraban la pequeña televisión que tenía en su departamento. Habían llegado al lugar hacía media hora. Clyde se sentía inseguro, su departamento era muy pequeño y, como no tenía planeada la visita de Token, estaba muy desordenado. Sin embargo Token no hizo ningún comentario al respecto. Clyde se sentía feliz, si bien le gustaba tener sexo con Token era la primera vez que estaban en una cama haciendo otra cosa.
- La línea defensiva es un desastre. -Comentó Clyde.
- Estaba pensando eso mismo. -Dijo Token-. Creo que no será un buen partido para los Broncos.
- Definitivamente... -Rió Clyde.
Token miró a Clyde, lo rodeó con un brazo. Comenzó a acariciarle el pelo. Clyde se recostó en su pecho. No recordaba la última vez que había sentido tanta paz, sin embargo, un pensamiento interrumpió ese momento. Algo que Clyde había estado pensando desde la segundo vez que lo hizo con Token, pero no se animaba a preguntarlo. No quería arruinar el momento, pero tampoco quería guardárselo. Sabía que eso sería peor.
- Hey, Token... -Dijo Clyde.
- ¿Si, Clyde? -Le contestó, sonriendo.
- Tu... ¿Sigues teniendo novia?
Token miró a Clyde muy sorprendido. Sin embargo no se podía hacer esperar, Clyde buscaba una respuesta. Token se la dio lo más rápido que pudo, por más de que no fuera sincero.
- No. -Contestó Token.
- Oh... Lo supuse... -Rió Clyde-. Que tranquilidad. Ya que, como la primera noche que nos conocimos me dijiste que tenías novia, me preocupe. Pero luego ni siquiera la mencionabas...
- Es que ese día rompimos. -Mintió Token.
- Oh... -Clyde se rascó la cabeza-. Si te hace sentir mejor expresarte podemos hablar de eso.
- No, tranquilo... -Dijo Token-. Simplemente me tomó por sorpresa tu pregunta.
- Oh, sí la pensé por varios días pero ya sabes, prefería preguntártelo en la cara. -Clyde rió.
- ¿Puedo saber por qué lo preguntaste?
- Oh, bueno... Porque sinceramente no quiero meterme en triángulos amorosos, otra vez, aunque a veces no me queda de otra por ser una puta. -Rió Clyde.
- Tu nunca tendrás la culpa. -Token suspiró-. Solo esas personas que engañan a sus parejas...
- Eso intento pensar pero siempre me siento algo culpable. Desde que estuve con Eri... Digo Cartman sabiendo que estaba con Kyle me siento terrible...
- ¿Por qué estuviste con ese idiota? -Preguntó Token.
- Agh... Las personas me pueden manipular muy fácilmente... -Clyde suspiró-. Por favor, prefiero no hablar de eso ahora...
- Está bien... -Token besó el cabello de Clyde-. Mejor sigamos viendo a los Broncos.
- Sí, tienes razón... Aunque tengo una pregunta más para ti.
- Hazme todas las que quieras. -Sonrió Token.
- ¿Sigues diciendo que eres hetero? ¿O ya pasaste esa fase? -Rió Clyde.
- Hey... -Token rió- ¿Y si solo me gusta un chico? ¿Que soy?
- ¿Solo uno? -Clyde rió-. Anoche mirabas mucho a Pip... Te vi, picarón...
- Eh... Pip parece una chica. -Dijo Token sonriendo de manera forzada.
- Sí, tienes razón. -Clyde se cruzó de brazos-. La perra es hermosa, que envidia, maldito inglés.
- Pero tu lo eres más... -Dijo Token besándole el cuello.
- Ay... Token...
Token besaba apasionadamente el cuello de Clyde, que ya había cerrado los ojos para concentrarse más en esa sensación tan placentera. Sin embargo ambos se detuvieron cuando escucharon gritos desde la televisión.
- ¡Touchdown de los Broncos! -Gritaba el relator del partido.
- ¡Mierda, no lo vi! -Dijo Clyde.
- ¡Yo tampoco! -Dijo Token.
- Fue tu culpa... -Rió Clyde.
- Tal vez... -Token besó en la mejilla a Clyde.
- Mejor sigamos viendo el partido. -Rió Clyde.
- Bien pero si los Broncos ganan podríamos festejar de alguna manera... -Token pasó su mano por el muslo de Clyde.
- Podríamos... -Clyde sonrió de manera pícara- ¿Y si pierden?
- Te invito unos tacos. -Dijo Token.
- ¿¿Lo dices en serio?? -Dijo Clyde.
- Sí.
- ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!
Clyde se abalanzó sobre Token y lo empezó a besar en todo su rostro. Token se sentía feliz, por más de que estaba seguro de que cuando llegara a su casa se odiaría por ser tan idiota. Pero la realidad era que la compañía de Clyde cada vez le gustaba más, al punto de necesitarla.