- Así que Eric te sacó de la calle... -Dijo Stan.
- Sí. -Le contestó Kyle-. Luego de hacerlo en la ducha le pregunté por qué lo había hecho.
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Estábamos en la habitación, el había pedido comida china.
- Gracias... -Le dije a Eric.
- ¿Por qué? -Me dijo él.
- No me conoces y me trajiste aquí, me diste comida...
Eric me acarició y me miró a los ojos.
- Nunca había visto un vagabundo tan bello.
- ¡Hey! -Recuerdo que me reí y le dí un pequeño golpe en el brazo-. Idiota... Gracias de verdad, me alegra saber que aún hay buenas personas...
- Sí, creo que estoy siendo demasiado amable -me dijo Eric-, pero mi amabilidad tiene un precio.
- ¿Cómo? -Le dije.
- Puedes quedarte aquí el tiempo que quieras, si sólo estás conmigo... -Me dijo agarrándome la mano.
Sonreí. Toda una vida nueva se presentaba ante mí, mi familia, la secundaría, nada me importó en esos momentos...
- Claro. -Le dije y lo besé.
Pasaron días, meses, incluso un par de años. Yo me encargaba de limpiarle el departamento a Cartman, de hacer las compras, etc... El me decía que era su pequeña mucama pelirroja. Hacíamos el amor, todas las noches. Me sentía feliz, aunque con el tiempo volví a pensar en mi futuro, extrañaba estudiar, aprender... Un día se lo plantee, pero él me dijo:
- Vamos Kyle, no necesitas estudios, me tienes a mí.
- Pero siento que no hago nada. -Le dije-. Quiero trabajar para podamos tener una casa propia.
- Estoy ahorrando para eso Kyle -me dijo-, no te necesito, además sabes que nadie te contratará.
Fue duro, pero tenía razón. Era homosexual, varias personas en South Park lo sabían, no podría trabajar así. Ay, la ciudad... Cuando salía a hacer las compras muchos me miraban con desprecio. Cuchicheaban a mis espaldas, pero en esos momentos ya no me importaba. Al que sí le importó fue a Eric. Él siempre me pedía que sea discreto, que si sabían que éramos parejas lo arruinarían. Pero los vecinos husmean demasiado. Ya era más que obvio que vivíamos juntos, y por un tiempo eso no importó, hasta que llegó a los oídos del jefe de Eric. Ese fue el principio del fin.
Eric llegó un día al departamento, yo había hecho la comida, me había esforzado mucho. Lo esperaba con un delantal y una sonrisa. Pero entró a la cocina y prácticamente no me miró. Dejó su maletín a un lado. Se sentó. Me estaba preocupando.
- Eric... ¿Estás bien? -Le dije.
- ¡Judío estúpido! -Comenzó a gritarme- ¡Te dije que seas discreto! ¡Mierda!
Me quedé sin palabras, el corazón se me aceleró.
- ¿Qué? -Le dije casi sin voz.
- ¡Se enteraron! -Le comenzó a pegar a la pared- ¡Se enteraron que estamos juntos y me despidieron! ¡¿Cómo hiciste?! ¿¿A quién le dijiste??
- ¡A nadie amor, lo juro! -Le dije a punto de llorar.
- ¡Estamos en la ruina Kyle! Mejor dicho ¡Estoy en la puta ruina! ¿¿Qué haré?? ¡Tendré que ir a la calle como tú!
- Eric, por favor, lo podremos solucionar... -Traté de abrazarlo, pero me empujó.
- ¿¿Qué harás tu?? ¡¡Si no sabes hacer un mierda!! ¡¡Yo soy el que trabajo, tu eres un inútil mantenido!!
- ¡Pero Eric! -Le dije llorando- ¡Tu quisiste que fuera así!
- ¿¿Ahora dirás que yo tengo la culpa?? ¡¡Seguro!! ¡¡Déjame a mi como el malo!!
- Eric, por favor... Disculpame...
- ¡No quiero una disculpa, quiero tener dinero!
- Lo conseguiré, haré lo que sea por ti Eric. -Le dije tirándome de rodillas al suelo-. Por favor, no me dejes, eres lo único que tengo.
- ¡Lo sé! ¿Por qué no usas tus habilidades de judío para ganar dinero? ¿Eh?
- Lo haré Eric, haré lo que sea, creeme...
- Bien... -Dijo Eric-. No sé que harás, pero más te vale que funcione.
Esa noche Eric no vino a la cama, se había quedado en la cocina. Yo tampoco podía dormir, acostado pensaba en que podría hacer para generar ingresos, pero nada se me ocurría. Nada. Pasé horas pensando hasta que caí dormido. Pero, al rato, sentí que alguien intentaba despertarme, era Eric.
- ¿Eric? -Le dije- ¿Qué pasó? ¿Qué hora es?
- Kyle, se me ocurrió la manera de que hagas dinero.
- ¿Qué? -Le dije sonriendo- ¿¿Cómo??
Eric me agarró las manos, me miró a los ojos.
- Kyle... ¿Dijiste que harías lo que fuera por mí?
- Por supuesto, amor. -Le dije sonriendo.
- Bien... Podrías cobrar... Por sexo.
- ¿QUÉ? -Le dije abriendo los ojos- ¿Quieres que... Me prostituya?
- ¡Vamos Kyyyle! -Me dijo con su clásico tono, manipulador-. Dijiste que harías cualquier cosa...
- Pero Eric... N-No quiero... -Le dije.
- ¡Carajo Kyle! -Me gritó- ¿¿No dijiste que me amabas??
- Si, Eric...
- ¿Entonces? ¿No puedes hacer un puto sacrificio por mi? ¿Te importo tan poco?
- ¡No, Eric, no digas eso! -Empecé a llorar.
- Esta propuesta me duele más a mi que a ti... -Me dijo-. No me gusta imaginarte con otras personas, pero es la única salida Kyle...
Me quedé en silencio, no sabía que decir. La única persona con la que había estado era con él y ahora... Quería esto.
- Kyle, por favor, hazlo por mi.
Me miró de una manera que no me pude resistir.
- Lo haré por ti Eric -le dije suspirando-, te amo...
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Kyle terminó de decir esas palabras y se largó a llorar, Stan lo abrazó.
- Tranquilo Kyle... -Le dijo Stan con lágrimas en los ojos-. Puedes dejar de contarme si te pones así...
- ¡Es que lo odio Stan! -Dijo Kyle gritando- ¡Podríamos habernos mudado de ciudad, pero él decía que tardaría demasiado en conseguir trabajo y el dinero se nos agotaría! ¡Lo odio! ¡Pero más me odio a mi por haber aceptado!
- No te molestes contigo... -Dijo Stan-. No cualquiera hubiese hecho tal sacrificio.
- ¡Stan! -Kyle lo abrazó fuerte- ¡Pensé que si hacía eso todo volvería a la normalidad, seríamos felices de nuevo, pero no! ¡Soy infeliz Stan, y si dejo de trabajar aquí volveré a la calle o peor, Eric me hará la vida imposible!
- ¡Mierda, Kyle! -Stan empezó a llorar- ¡Quisiera ayudarte!
- ¡No puedes, nadie puede hacer nada por mi, Stan! -Kyle trató de calmarse-. Perdón por no seguir la historia, pero no hay mucho más que contar. Empecé a pararme en las autopistas de vestido, hacía mucho frío, me congelaba. Autos de todo tipo me levantaban ¡Y me violaban Stan, me violaban una y otra vez, muchas veces dije por favor no sigas y seguían, seguían, seguían! ¡Tuve sangrados, hongos y muchas cosas más! ¡Por poco no tengo SIDA! ¿¿Y sabes que me decía Eric?? ¡¡Nada!! ¡Decía que eran cosas que podían pasar, que debía estar preparado! ¡Qué le dolía verme así, pero era la única salida! Luego Eric comenzó a buscarme clientes. Me acosté con gente importante de la ciudad. El maldito culo gordo comenzó a salir con chulos, me los presentaban, me violaban nuevamente, y así nos hicimos conocidos en el ambiente. Logramos juntar tanto dinero que Eric decidió abrir este lugar ¿Y sabes cómo hay tantos empleados? Eric salía a la noche, buscaba personas en la calle, jóvenes ¡Y los invitaba a la casa! ¡Les daba comida! ¡Igual que a mi! Pero claro, el siempre me decía que jamás se acostó con ninguno, no sé hasta donde creerle ¡Pero ya no me importa! ¡Siempre atraía a todos con esa primera buena impresión! ¡Los convencía de que trabajar así era algo bueno, y una vez que los tenía ya no se podían ir! ¡Si se van, terminan en la calle y Eric se encarga de que ni siquiera puedan salir de la ciudad! ¡Muchos intentaron escaparse, pero fracasaron! ¡Los más nuevos aún tienen algo de esperanza de que podrán salir de aquí! ¡Pero no sé puede! ¡Eric Cartman es un monstruo! -Kyle se agarró los cabellos con fuerza- ¡Y YO LO SOY, POR SER SU CÓMPLICE! ¡No les puedo decir a los empleados todo lo que les espera! ¡Porque Eric me amenza, siempre me amenaza! ¡Estoy harto de sus amenazas! ¡Estoy harto de él! ¡ESTOY HARTO DE TODO ESTO!
Kyle empezó a llorar muy fuerte. Stan lloraba con él, sin dejar de abrazarlo.
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Cartman, desde su oficina logró distinguir el llanto de Kyle. Sonrió.
- Touché judío... -Se dijo a si mismo.