Aclaración importante: Este libro (y por lo tanto esta trilogía) fue publicado a finales de 2016, mucho antes de que se publicara la sinopsis de "Los Crímenes de Grindelwald", así que esta historia tendrá variaciones con respecto a todo lo que ocurra en esa película.
Disclaimer: Fantastic Beasts and Where to Find Them pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro
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CRÓNICAS DE UN MAGIZOÓLOGO
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╔╝1923╔╝
╔╝38╔╝
╔╝LA SEÑORITA THENARD╔╝
Luego de su sorpresivo encuentro con su viejo profesor de Cuidado de las Criaturas Mágicas, Newt se quedó un poco más en África y luego partió hacia Sudamérica. Siempre trataba de no quedarse demasiado tiempo en un mismo lugar, ya que temía ser reconocido por los cazadores de animales mágicos y que estos dieran aviso al tal Jim Relief de su paradero. Además, las pistas que seguía eran impredecibles y por lo tanto, también los lugares adónde lo llevaban. Durante sus viajes, seguía en contacto con Velleum por carta, con quien intercambiaba información sobre sucesos extraños en el mundo que podían tener que ver con criaturas mágicas y, por tanto, con Grindelwald.
El mensaje que Velleum había conseguido de aquellos cazadores en Senegal seguía siendo un total misterio para Newt. Para él, eran palabras sin sentido. Intentó reacomodarlas, hacer anagramas, leerlas de atrás para adelante, pero al no saber de qué se trataba el mensaje, conocer su verdadero significado le era prácticamente imposible. Lo único que podía asegurar con certeza era que "GG" indicaba que el mensaje provenía de Gellert Grindelwald y que este estaba detrás de una gran red de contrabando. Por el momento, sólo podía especular las intenciones de ese mago oscuro e ir de país en país, buscando noticias sobre animales.
También había hecho sustanciales progresos en la investigación para su libro, cosa que el señor Augustus Worme estuvo complacido de saber, según las cartas que le enviaba. En su estadía en Brasil, a principios de 1923, adonde había llegado luego de escuchar sobre personas desaparecidas en un pueblo cerca de la selva amazónica, hizo un enorme descubrimiento. Primero, había creído que el suceso tenía que ver con magos tenebrosos pero tras investigar la zona, resultó que todo era obra de una las criaturas mágicas más peligrosas del planeta, el Lethifold. Esta era una criatura muy rara y que sólo vivía en climas tropicales. Su aspecto era similar al de una capa negra, se solía arrastrar por la tierra durante la noche y no tendría mucho más de un centímetro de espesor. Atacaba a las personas mientras dormían y las digerían en la cama, sin dejar ningún rastro de lo sucedido. Newt solo había escuchado sobre ese tipo de criaturas hasta que las vio con sus propios ojos por primera vez en Brasil. Fue un poco complicado, ya que sólo salían de noche, pero se las arregló para atraparlas a todas y sellarlas con un encantamiento protector en el corazón de la selva, para que nadie las encontrara por error. Había considerado seriamente por un momento llevarse una para estudiarla, pero sería un verdadero peligro para él y para las demás criaturas que vivían en su maleta así que decidió no hacerlo. Incluso él sabía que había animales que no se podían adiestrar.
Al tiempo, el magizoólogo visitó Perú e investigó las ruinas del Machu Picchu, en dónde encontró varios ejemplares de los Diricawls, unas bonitas aves que el mundo muggle había llamado dodos, pero que tenían la capacidad para esfumarse en el aire, como si usaran el encantamiento de aparición a voluntad propia. También extrajo de la zona montañosa un curioso polvo que al refinarse, volvía oscura la habitación en dónde uno lo arrojaba. Newt pensó que eso podía serle útil en algún momento.
Mientras continuaba con su viaje por los demás países de Sudamérica como lo hizo en Ecuador y Colombia, a menudo se quedaba en hostales muggle, en dónde la gente era muy amable. Sólo cuando se quedaba en un lugar estable y no en una tienda en medio de un bosque o algún otro ambiente, se sentaba tranquilo para leer y contestar su correspondencia. Una tarde, estaba tomándose un té con tostadas en una cafetería en Bolivia mientras leía una carta de Tánica, quien lo mantenía al tanto de la situación en Europa. Últimamente, las cosas no estaban para nada bien.
"Querido Newt:
Me encantaría visitar esos lugares que has visto ¡Suena todo tan lindo! Ojalá puedas encontrarte con más cosas interesantes en tu camino. Creo que es fantástico que hayas encontrado varios Diricawls. Serías un amor de cuñado si me enviaras un puñado de sus plumas para vender en mi tienda. El negocio aquí va bien, vendo bastante cuando es agosto y vienen los niños de Hogwarts a comprar al Callejón Diagon. Me hace recordar a otros tiempos en dónde las cosas eran más simples.
Por cierto, sé que tú estás ocupado con tu investigación, pero aquí todo está raro. Theseus ha estado muy ocupado en el Ministerio. Lo envían a misiones todo el tiempo y siempre me deja preocupada. Algo está ocurriendo. La gente desaparece y los carteles de magos tenebrosos que están siendo buscados parecen multiplicarse a cada día. Es como si hubiera una especie de guerra silenciosa.
No me lo has dicho, pero sé que tú también estás metido en eso. Lo sé desde que te enviaron esa carta pidiéndote que participes en una reunión especial en el Ministerio. No quiero que me cuentes nada, podrías ponernos en peligro a mí y a ti. Lo único que puedo hacer es pedirte que tengas cuidado.
Lo siento si el final de esta carta es desalentador pero es el mundo en el que vivimos. Sólo hay que sostener la cabeza en alto y seguir adelante.
Ojalá vengas pronto a Inglaterra, extraño hablar contigo.
Besos.
Tánica Scamander"
Ella tenía razón, el final de la carta era desalentador. Con un pequeño gusto amargo en la boca, le contestó. Como hacía siempre que contestaba las cartas de su cuñada, le aseguró que tendría cuidado y que todo estaría bien. Le pidió que se cuidara y que cuidara de Theseus. Si este estaba tan ocupado en el Ministerio, entonces debía de haber muchos problemas. Su hermano mayor no era un auror cualquiera, era uno de los mejores y siempre andaba detrás de los peores criminales.
Para finales de ese año, en diciembre, Newt se encontraba en el sur de Argentina, investigando las posibles criaturas que pudieran vivir en ese clima tan helado. A pesar de ser verano en esa época del año, aun así hacía bastante frío. Estaba en un pueblo en Ushuaia, en la provincia Tierra del Fuego y las bajas temperaturas le hacían tener que estar muy abrigado todo el día a menos que tuviera alguna fuente de calor cerca. Escuchando un poco en cada lugar que había visitado, había oído noticias de que algunos cazadores usarían las zonas cercanas al mar en esa provincia para tratar de pasar algunas criaturas mágicas de contrabando de vuelta hacia África. Había notificado de ese posible suceso a Velleum, quien se movía constantemente por las redes de contrabando y esperaba averiguar algo.
Estaba en un bar muggle de poca monta, con un pequeño vaso de whisky en frente de él y faltaban pocas horas para la Navidad. Los que estaban bebiendo a su alrededor eran en su mayoría hombres, todos con el rostro cansado o preocupados en su propios problemas. Newt estaba allí tratando de pasar desapercibido, ni siquiera había probado su trago desde que lo había pedido. Usaba un gorro de lana que no permitía ver su cabello, un abrigo enorme abotonado hasta el mentón y una bufanda amarilla con bandas grises que le tapaba un poco el rostro. Su maleta estaba segura en el hostal en dónde había pedido habitación, no podía arriesgarse a perderla.
A eso de las siete de la tarde, dos hombres ingresaron al bar y se acercaron al cantinero. No le hablaron, tan sólo le hicieron señas con los dedos. El cantinero los miró con ojos analizadores y luego murmuró algo. Newt leyó sus labios y estaba seguro de que el hombre había dicho: "Están atrás" o algo parecido, aunque no estaba seguro. Los dos hombres salieron del bar y Scamander dejó dinero sobre la mesa para seguirlos. Estando afuera, miró a su alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie y se echó la capa de invisibilidad sobre la cabeza. Rodeó el bar y llegó a la parte de atrás con rapidez pero en silencio.
Los dos hombres que había visto estaban con las espaldas apoyadas en la pared trasera del bar y parecían estar esperando algo. Ambos lucían como de treinta años, uno era de estatura promedio, mandíbula cuadrada y cabello negro; y el otro era muy alto con cabello rojizo y rizado. Al cabo de unos minutos y tras oírse un chasquido, una mujer se apareció allí. Ella no tendría más de veinte años, llevaba el cabello negro muy largo y su piel era trigueña. Su rostro, impregnado de juventud, irradiaba una extraña mezcla de belleza y de amenaza, debido a sus ojos café que miraban con fiereza. Los hombres se pararon derechos al verla, como si le tuviesen miedo.
― ¿Tienen pistas? ― les preguntó ella, con autoridad. Su voz contenía un suave filo.
― No, señorita. No hemos encontrado su paradero todavía― dijo el hombre de cabello negro, en tono de disculpa ―. Pero sabemos en dónde podría ir en los próximos meses.
― A Jim no le va a gustar esa respuesta ― dijo ella, entre dientes ―. No tengo todo el día, díganme lo que saben.
― Señorita Thenard ― agregó el hombre de cabello rojizo, con sus manos juntas ― ¿Es cierto que estamos buscándolo para el señor Gellert Grindelwald?
A la sola mención de su nombre, Newt aguzó el oído incluso más.
― No les puedo decir eso ― la señorita Thenard se veía molesta ―. Aún no me han contestado.
― Creemos que puede haber uno en África. Muy cerca de dónde el señor Jim tiene su red ― siguió el de cabello rojizo ―. Estuvimos en todo este país pero aquí no está lo que él busca.
La chica se mordió el labio inferior y cerró los ojos, como si estuviera pensando qué hacer. Y luego hizo algo muy anticlimático. Abrió los ojos y les sonrió. Los hombres la miraron, confundidos, sin saber qué hacer.
― Perfecto, caballeros. Entonces, si esa criatura no está en este país, creo que ya no necesitaremos de su servicios ― dijo, manteniendo la sonrisa en su rostro ― ¡Expelliarmus!
De un solo movimiento, ella desarmó a los dos hombres y dejó su varita en alto.
― Señorita Thenard, por favor ― suplicó el hombre de cabello negro. Newt se aferró de su propia varita bajo la capa de invisibilidad. No era su asunto, pero no podía dejar que los matara frente a él.
― No se preocupen, caballeros. No duele olvidar ― comentó ella y giró su varita ―. Obliviate.
Un halo blanquecino salió de las sienes de ambos hombres e ingresó en la varita de la señorita Thenard. En pocos segundos, habían sido desmemorizados y cayeron al suelo, inconscientes. Newt sabía que eso no los mataría, sólo los dejaría atontados unas horas así que no se movió de su sitio. Sin embargo, se grabó en la memoria el rostro de la chica. Al parecer, estaba relacionada a Jim y el tráfico de animales en África. Ella resopló, acomodándose el cabello y miró hacia ambos lados para asegurarse de que nadie la veía. Luego de unos momentos, ella desapareció.
El magizoólogo se quitó la capa y observó a los hombres tirados en el suelo. No podía esperar a que se despertaran porque no podía devolverles sus recuerdos. Sólo podía hacerlo la persona que los había hechizado. Los revisó en busca de papeles importantes, pero no encontró nada que le fuera útil. Al menos había conseguido dos pistas. Jim estaba buscando una criatura para Grindelwald y esta probablemente se encontraba en África.
Sin perder más tiempo, Newt también se fue de allí. Tenía que avisarle a Velleum lo que había escuchado. Aparentemente, África sería su siguiente objetivo.
╔╝Continuará╔╝
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NOTA DE AUTORA
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Machu Picchu («Montaña Vieja») es el nombre contemporáneo que se da a un antiguo poblado andino incaica construido antes del siglo XV en el promontorio rocoso que une las montañas Machu Picchu y Huayna Picchu en la vertiente oriental de la cordillera Central, en Perú.
El Diricawl, es un ave incapaz de volar. Tiene plumaje esponjoso y cuerpo rechoncho. Posee la capacidad de desaparecer en un estallido de plumas y volver a aparecer en otro lugar cuando es amenazado. Los muggles sabían de la existencia del Diricawl, aunque lo conocían como dodo. Al no saber de su habilidad de aparición ellos creyeron que los habían cazado hasta exterminarlos.
El polvo peruano de oscuridad instantánea es un producto peruano y exportado a Inglaterra en la tienda de Sortilegios Weasley en la época de Harry Potter. Un poco de este polvo hace que una zona esté oscura por un periodo de tiempo determinado. La oscuridad causada por este polvo es excepcionalmente difícil de romper, al punto que ni siquiera empleando hechizos tales como Lumos o Incendio se puede conseguir como mínimo debilitarla.
El Lethifold es una criatura mágica carnívora y muy peligrosa. Su aspecto se asemeja al de un manto negro alrededor de la mitad de una pulgada de espesor, aunque se hace más gruesa si el Lethifold recientemente ha digerido a la víctima. Se desliza por el suelo y otras superficies en una forma desconocida de locomoción en busca de su presa, los seres humanos. Ataca a su presa por la noche, cuando el objetivo está dormido y se ahoga y lo digiere en su cama. La única forma de protección contra un Lethifold es un Patronus. Otros hechizos como Desmaio no funcionan. Es una especie muy rara y sólo se puede encontrar en los trópicos.
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Gracias por entrar a este escrito. Si quieres leer más sobre el mundo de Animales Fantásticos, entra a mis historias "Una luz en la oscuridad", "El nieto del magizoólogo" y "Café frío". Los comentarios serán apreciados.
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Cereza Queenie