Recorrí los pasillos, mi recibimiento fue muy... complicado, dije que sabía hablar un poco ruso, la directora se hizo cargo de mí y supo que yo era la nueva estudiante. Me llevó a mi dormitorio y me explicó en breve algunos datos, me tardé un buen rato en acomodar mis cosas y tuve el día libre porque recién acabo de llegar, pero después, no entendí nada de lo que me dijo ya que habló muy rápido. Mencionó a una tal Eveshka Lorak, aunque no entendí a qué se refería.
Ni siquiera pude conciliar de manera correcta el sueño debido a la emoción y preocupación de lo que sucedería, desperté muy temprano y nada cansada.
Amé que la directora me diera el cuarto para mí sola ya que así podía extender mis cosas y no debía preocuparme por molestar a una compañera de cuarto. Salí para dar un vistazo a los pasillos, de verdad que eran extensos, pienso que si un chico tuviese que entrar al dormitorio tendría que ser muy astuto para evitar a las chicas.
Llevaba mi mochila y estaba algo asustada porque sé que debo ir a clases, pero no sé a dónde ir. Pregunté a los chicos que me encontraba, sin embargo, o hablaban sin fluidez o simplemente no podían explicarse y no pude captar gran cosa de lo que me decían. Estoy harta, es desesperante y un poco humillante el hecho de no entender, tengo ganas de golpear un árbol para quitarme el estrés, excelente, el primer día y ya quería echarme por la ventana.
En medio del instituto hay un hermoso jardín, tiene un buen mantenimiento con las hojas verdes de los árboles, resultan bellísimas. Hace un poco de frío pero eso no quita en absoluto el lindo paisaje. Siempre me ha gustado contemplar este tipo de cosas pues, a mí me encanta dibujar y suelo estar de pie, contemplando lo que me rodea hasta grabarlo en mi cabeza para empezar a dibujarlo.
Pero hay un árbol que me parece interesante de ilustrar, tiene flores rojas y eso contrasta perfectamente con el clima y la cristalina escarcha de hielo sobre el pasto. Me acerqué un poco para mirarlo mejor, pero grande fue mi sorpresa al encontrar a un chico durmiendo bajo el. Tiene el cabello oscuro, un mechón le cubre el rostro, lleva un abrigo negro, su tez perfectamente blanca tal cual nieve, sus labios de un ligero tono rosado y además de un buen atractivo. Creo que bajo su brazo guarda con cautela un libro, pero me resulta difícil leer el título.
Una flor cayó en su rostro, soy bastante curiosa así que quise acercarme para quitársela, esperaba que no se levantara pues no quería que me escuchara o reclamara por acercarme demasiado. Una vez frente a él, me incliné poco a poco y sostuve la flor en mis manos.
—Kotik —dice el chico en medio de un suspiro
Siento un escalofrío recorriendo mi cuerpo, me alejo un poco para levantarme, sin embargo, mi corazón casi se detiene al ver que el chico toma de mi mano y me tira hacia su pecho con fuerza. Mis pupilas se dilatan, no sé cómo reaccionar. Él sigue durmiendo, quiero zafarme, no importaba como, pero quiero quitármelo de encima.
—O-oye... eh... a-amigo...
Mientras más hablo, más me acurruca en su pecho, no es normal ¡Para nada!
—Oye... ¡Oye! —grito nerviosa
Podía escuchar con exactitud los latidos de su corazón e incluso su respiración, era como una cuerda delgada de un violín. Serena, profunda y calmante. Poco a poco sentí que se despertaba, comenzó a relajar los brazos permitiendo zafarme de él ¿Qué acaba de ocurrir? No tengo idea, pero no fue agradable. Seguía somnoliento, con cautela comienza a recuperar la conciencia, abriendo los párpados lentamente, levantándose confundido.
No pude evitar mirarle a sus ojos al percatarme de que estos eran grises, un par de ojos plateados perfectos. Nunca me he detenido a elogiar los ojos de las personas, me da muy igual si son verdes, azules o marrones, pero esta es la primera vez que yo contemplo un par de ojos grisáceos. Son asombrosos, pues resaltan la profundidad de su iris y causan un ligero brillo similar a un arcoíris sobre agua crisálida. Vaya que son hermosos.
El problema comenzó cuando me miró, su mirada se clavó en mí, acorralándome por completo sin escapatoria.
—Lo siento —digo temblando— yo, yo no tenía la intención de despertarte, pasaba por aquí, pero... ya me voy, nuevamente pido una disculpa.
Él me mira confundido, claro, no entiende lo que digo, no tiene caso que le diera explicaciones si de todas maneras no me entendía. Sin más que decir, intenté levantarme y recuperar el equilibrio.
—¿De Londres? —dice el chico
Lo miré sorprendida.
—¿Eh? Pues... sí ¿Cómo lo...?
—Tú acento
Permanecí callada hasta qué mi cerebro procesó la información, de alguna manera me emocioné de que al fin alguien me entendiera.
—¿Puedes entenderme perfectamente? Llevo todo el día tratando de hablar con los demás, pero...
—Sé hablar inglés...
Respondía de una manera fría, como si quisiera decir "daaa, tonta", a pesar de que no me gustara que contestara así, decidí seguir con la conversación. No podía perder la oportunidad de hablar con alguien que si me entendiera.
—Ya veo, oye, cuando estabas dormido, dijiste algo... ¿Ko...tik? Sí, eso, ¿Qué significa?
Frunce el ceño, mirándome de una manera fría.
—Gatito
¿Gatito? ¿En serio me confundió con un gatito?
—Ah... —sonreí incómoda —¿Puedo hacerte una pregunta?
—Ya la hiciste—dice serio
Bien, si era frío y grosero, pero aun así no debía darme por vencida.
—¿Sabes en dónde se encuentra una tal, Eveshka Lorak?
—¿Por qué?
—Dijeron que debo ir con ella
—Tu prioridad debería ser ir a tu primera clase—comenzó a acomodarse el cabello y sacudirse los pequeños pétalos que cayeron en sus hombros
—¿Dónde es eso?
—En el segundo edificio, segundo piso, primer salón a la izquierda
Ya sentía un alivio, pero había algo que no cuadraba quiero decir, ¿Cómo sabía que tenía una primera clase en esa aula? Tuve el atrevimiento de hacerle otra pregunta.
—Entonces, ¿Eres de mi clase?
—Había escuchado rumores de una nueva alumna en nuestro salón y...—me mira de reojo mientras se acomoda las mangas— a juzgar por tu inseguridad y tu aspecto torpe puedo imaginarme que eres tú, así que... sí... ¿algo más? Detesto que interrumpan mis siestas
—¿Torpe? ¿Me acabas de llamar torpe?
—¿Qué termino prefieres? Hay muchos sinónimos, tienes de dónde escoger
—Eres un... grosero, así no le dices a alguien que recién conoces
—¿Y bien? ¿Qué tanto me miras? ¿Te gusto o qué?
—¿Disculpa?
—Lo siento, no tengo intención de tratar contigo
A ver ¿qué? ¡Cuánta soberbia! ¿cómo que gustarme? O sea, tiene buen físico y no niego que es atractivo, pero JA, JA, ¿Gustarme? Mi última pregunta es para saber la identidad de este cretino.
—¿Cómo te llamas?
—¿Cómo te llamas tú?
—Yo pregunté primero
—Yo pregunté después
—Eso no tiene sentido —digo molesta
—Esa es la idea
—Sabes, si no quieres decirme tu nombre, está bien, de todas maneras, gracias por ayudarme con mis dudas —me levanté y me di la vuelta para dirigirme al salón.
Qué chico más extraño, una mezcla de seriedad y al mismo tiempo molestia, no importaba realmente porque no creo que sea necesario encontrármelo en un futuro, suficiente la actitud que me demostró como para volver a hablarle. Iba tan perdida en mis pensamientos respecto a lo que había pasado que choqué con otro chico.
—Lo siento —levanté la mirada, el chico era pelirrojo, de ojos azules como zafiros, no le di tiempo de decir nada ya que seguí con mi camino, de igual manera me miró confundido. Seguro no entendió, pero ya me daba igual, solo quería llegar a tiempo.