Sebastian Stan One Shots

By Mochibiris

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Pequeñas historias del perrito rumano, historias de cualquier tipo. Muchas veces los OS están basados en canc... More

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Actualización de "Vecino"

Sorpresa

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By Mochibiris

Advertencia:

Contenido sexual: No.

Consumo de drogas/alcohol: No

Violencia: No.

Canción: Perfect [Ed Sheeran]

____________________________________

Abriste los ojos con pereza, no sentías frío, lo que te extrañaba ya que era invierno y el aire estaba encendido.

Unos brazos musculosos te rodeaban la cintura atrayendote más al cuerpo que estaba atrás, sonreiste al saber que era Stan quien estaba a tus espaldas, sus piernas entrelazadas y sus manos unidas.

Volvisye a sonreír mientras te girabas para detallarlo mejor, siempre te había gustado eso, poder verlo, poder detallar cada centímetro de su rostro.

Sebastian era como una pintura que te impresionaba cada vez que la veías, era como una música que no importa cuantas veces la escucharas, la ibas a seguir escuchando porque se había convertido en tu favorita.

Sus párpado ahora cerrados, sus pestañas tupidas, sus cejas despeinadas, su nariz, su boca medio abierta, su suave barba y su hermoso cabello, todo era increíblemente perfecto. Sin previó aviso tu mano estaba acariciando su barba y te arrepentiste de ese acto cuando Sebastian comenzó a despertar.

Cerraste los ojos e hiciste como si estuvieras dormida, poco tiempo después sentiste unos cuantos besos cortos en la punta de tu nariz y después em tus labios, intentaste resistir pero te viste siguiéndole el beso.

Él sonrió, separándose.

- Sabía que estabas despierta - Acarició tu mejilla e hiciste un pequeño puchero.

- No se vale, me tentaste con tus labios, eso es jugar sucio.- Rió roncamente y después guiñó.

- Nadie se resiste a éste encanto preciosa.- Sonreiste y él igual. Volvió a besarte y en medio del acto mordió tu labio inferior.

- ¡Hey!

- No es mi culpa que sea adicto a tus labios.- Negaste divertida y él se levantó, te extendió la mano y con su ayuda te paraste.

De la nada lo abrazaste, él estaba confundido al principio pero después devolvió el abrazo. No lo querías soltar, lo querías abrazar hasta que no pudieras más, él se iba en algunos días y ya estabas triste.

- ¿Qué pasa, princesa?- Sus pulgares acariciando tus mejillas se sentían como estar en el mismo cielo.

- Nada, solo que ya sabes, te quiero.- Él sonrió y te besó, después te cargo y reíste.- ¿Qué haces? - Cuando viste que te tumbó en la cama te pusiste en modo alerta.

- Es hora de alegrarte un poco.- Frunciste el seño cuando metió sus manos por tu camisa y de repente sentíste como te hacían cosquillas.

- ¡Stan! Ya...nnno...no...pue...pue...puedo, y-ya- Estabas llorando de la risa, tu barriga ya estaba doliendo y Sebastian no paraba. Él paró y sonrió, dandote varios besos cortos y después acariciando tu cabello.

- Te amo ¿Lo sabes, no?- Asentiste y él te abrazó. Vió la hora en su reloj y después te miró.- Vamos, te tengo un día de sorpresas.- Sonreiste y te levantaste, yendo al baño seguida por él.

-¿Qué haces?- Tu nerviosismo estaba aumentando.

- ¿Qué? ¿No puedo ducharme con mi novia? - Tus mejillas ardieron.- Vamos.

Después, cuando se estaban vistiendo, su celular comenzó a sonar. Él contestó algunas cosas y suspiró irritadamente, al finalizar la llamada te miró y cerró los ojos.

- Es del trabajo...- Sentíste que tu corazón dejó de latir - Dijeron que me tengo que ir hoy, surgió una emergencia, yo...yo lo lamento.- Se deslizó las manos por la cara y se sentó en la cama.

Respiraste ondo, cerraste los ojos por unos segundos y te dirigistes a su lado.

- Todo está bien, yo...yo te llevo y ya sabes, comemos allá, para despedirnos.- Apretó la mandíbula, mirándote con tristeza.

- Un carro viene por mi, ellos quieren que esté todo bien, lo lamento.

- Es...está bien. ¿Por cuánto te vas?- Ya no podías aguantar, tenías rabia, mucha rabia, estabas dolida y triste, el se iba y tu, tu solo lo querías a él.

- Cinco meses...- Estabas viendo borroso y te costaba respirar, un par de gotas se te escaparon y las limpiaste. Sin darte cuenta él te abrazaba fuertemente, haciendo que empezarás a llorar en el lugar que más te sentías segura, sus brazos.

- Prometo regresar rápido.- Se separaron y se besaron por un buen rato.

Después de quedarse ahí unos minutos, consilandose como podian, Sebastian tomó sus maletas que había hecho algunos días antes, sus demás cosas y se despidieron en la sala.

- Te voy a extrañar, mucho mucho.- No te quería soltar y a decir verdad, tu tampoco.- Te amo, te amo muy grande.- Sonreíste y él te besó.- Voy a extrañar tus adictivos labios.- Reíste acordándote de lo que había pasado algunas horas atrás y esta vez fuíste tu quién lo besó.

- Promete que te vas a cuidar y que no harás locuras.- Tus dedos se perdían en su cabello, haciendo pequeñas caricias mientras sentías su agarre fuerte en tu cintura, casi haciendo que volvieras a llorar.

- Lo prometo. Pero ahora tu me tienes que prometer algo.- Lo miraste confundida.- Prométeme que vas a ir a cenar hoy a nuestro restaurante favorito, dentro de algunas hora llegaré a Los Angeles y haré una video llamada. Hoy cenaremos porque sí.- Sonreíste ante su plan casi fallido. Sabias que muy probablemente el ni llegaría a poner su ropa dentro del clóset del tráiler, ya que cada vez que viajaba, siempre terminaba exhausto.

Después de darle varios besos y abrazos más, salió al ver que lo estaban esperando. En el momento que cerró la puerta te sentías vacía, sola y sin ánimos para hacer nada.

El apartamento se sentía gigante y helado, la presencia de tu novio siempre hacían parecer las cosas más alegres y cálidas.

No había ni salido por la puerta cuando nuevamente el dolor te invadió.

Fuiste a su cuarto y te colocaste una camisa suya, intentando mantener su olor cerca. Comenzaste a llorar y poco a poco, te sentías más tranquila.

Escuchaste como alguien tocaba la puerta, te movistes un poco pensando que solo era un sueño, pero cuando nuevamente tocaron te paraste sin ánimos, dándote cuenta que en algún momento te habías quedado dormida.

¿Quién sería a esas horas?

Abriste la puerta encontrándote a un hombre alto y rubio, con un traje y un ramo en las manos. Frunciste el seño, sin entender que hacía tu mejor amigo allí.

- ¿Qué haces aquí Matt?

- Stan me pidió que te viniera a buscar, sabía que ibas a quedarte dormida y que no ibas a ir a su cita, así que me pidió que viniera y te rescatara.- Sonreíste ante todo lo que tu novio había hecho y dejaste pasar a Matt que te entregó el ramo.- Dijo que eran para ti.- Negaste divertida y las agarraste.

Te quedaste un rato mirando las flores y tu amigo te las quitó.- Sí sí, está muy bonito y todo pero si no quieres llegar tarde te tienes que vestir, estás hecha un desastre.- Te reíste sin ganas y él te llevo a tu cuarto para arreglarte, casi olvidando que tu amigo por tener una novia modelo, era experto en maquillaje.

Terminaste de vestirte y agarraste tus cosas. Llevabas un vestido azul sin mangas, unas zapatillas entre plateadas y negras y tus accesorios eran de ese mismo color. Dejaste tu cabello suelto ya que hoy era unos de esos pocos días en que se veía bien. Matt terminó de maquillarte y realmente te gustaba como lucias.

Habían pasado como un par de horas y estabas lista. Tu y tu amigo bajaron para ir al restaurante y él te abrió la puerta de una camioneta negra, subiste sin preguntar y entraste en calor al sentir la calefacción.

Al llegar al lugar, notaste que no era aquel restaurante. Matt te llevó hasta la entrada y después que pasaste, él también lo hizo.

Habían algunas personas en el lugar, pero ustedes no pararon en una mesa del salón principal. Los dos siguieron hasta unas puertas de vidrio y después que tu amigo las abriera, pudiste deleitarte con la maravillosa vista de un hermoso jardín. Estaba decorado con pequeñas luces y velas, la luz de dentro del establecimiento no se notaba ya que estaban un poco alejados.

Matthew se despidió y guiñandote, se retiró.

En el medio del lugar, una figura alta estaba de pie. Si era quien tu pensabas, podrías sufrir un ataque cardíaco ahí mismo. El "desconocido" giró y lo observaste, sabiendo que estaba tan hermoso y elegante como siempre.

Sonrió y fué hasta donde estabas.

- Te ves perfecta esta noche.- Te susurro en el oído una vez que te había tomado de la cintura y juntado sus manos.

- Yo...yo pensé que tu- No podías creerlo, él estaba ahí, todo hermoso y impresionante cómo siempre.

- Te quería sorprender ¿Lo logré?

Cuando no podías creer que las cosas se pudieran poner más mágicas, de fondo, comenzó a sonar una de sus canciones preferidas. Stan extendió su mano, ladeando la cabeza hacia un lado y dedicandote una pequeña sonrisa.

Tomaste su propuesta, haciendo que te llevara hasta el medio del jardín y antes de que comenzaran a bailar, se agachó y quitó gentilmente tus zapatillas.

Te tomó por la cintura y juntando sus manos libres, te pegó a él, comenzando los dos a moverse al ritmo de la melodía.

Era alto, aun sin zapatos los dos, él todavía te pasaba por algunos centímetros. Te dió una vuelta, haciendo que ambos rieran y juntandose de nuevo, empezaron a bailar.

- Sé cuánto te gusta esta canción. Y aunque te molesto por la cantidad de veces que la escuchas, no creo que en este momento pueda decir que siento algo diferente de lo que dice esa canción, por ti.- Sentiste su aliento en tu oreja, haciendo que la piel se te pudiera china.- Encontré a una chica hermosa y dulce, cariño nunca pensé que tu fueras esa persona esperando por mi.- Cantaba mientras acariciaba tu cintura, yendo lento, relajados, como si el mundo no existiera, como si solo estuvieran ustedes dos en el planeta.

- Baby estoy bailando en la oscuridad, tu entre mis brazos, descalzos sobre la hierba, escuchando nuestra canción favorita. Cuando dijiste que estabas hecha un desastre, yo susurré por debajo de mi respiración, pero tu lo oíste. Querida, estás perfecta ésta noche.

Era la cosa más romántica que habías presenciado en tu vida, estar ahí, en medio de flores con algunas luces, música, mil estrellas en el cielo y justo con Sebastian.

Parecía un sueño.

Al terminar la canción se separaron un poco y rodeaste su cuello con tus brazos mientras acariciabas su cabello, sabiendo que le encantaba que lo hicieras. Sonrió y te besó despacio, cálidamente y seguro.

- Llevamos tres años de novios y en ese tiempo me he dado cuenta de lo hermosa, maravillosa y espectacular que eres. Te amo, te amo y lo puedo gritar con todas mis fuerzas pues es la mayor verdad que alguna vez he dicho. Hoy te quiero pedir algo, si no aceptas prometo luchar hasta que cambies de opinión y si aceptas prometo cuidarte, protegerte y amarte todos los dias. ¿(T/N) Te casarías conmigo? - Respiraste ondo, cerraste los ojos y comenzaste a asentir varias veces.

- ¡S....Si...si!- No podías responder, todo era tan irreal e imposible. Él se levantó y con lágrimas en los ojos te colocó el anillo que estaba en la pequeña caja que tenía entre las manos.

-Te amo (T/N) (T/A)

____________________________________

Disculpen por no actualizar la historia, es que he estado muy ocupada y muchas cosas han pasado.

Espero y les guste el capítulo, es el primero que hago narrando de ésta forma.

Los quiero e intentaré subir otro shot pronto.

TDG

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