Clínica (#2 Hospital)

By P1-221

245K 21.9K 11.9K

Clínica es la historia que ocurre en el mismo lapso de tiempo que su antecesora "Hospital". En ella, se darán... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 27
Capítulo 28
Epílogo

Capítulo 26

6K 655 230
By P1-221

Con lo que me topé fue de nuevo con el mapeador que, no había caído en una especie de loseta, pero tampoco en el ducto. Parecía algodón de los que habían dentro de las almohadillas de la sala de espera o cualquier otra sala. Seguramente la emoción de querer encontrar otro cuarto fue tan grande que imaginamos el sonido que hacía el mapeador.

Extraje mi celular para encender la linterna y para mi sorpresa, observé el ducto sin telarañas, mugre o polvo, estaba limpio, como si recientemente lo acabaran de utilizar no para acondicionar, si no, para pasar por aquí.

Cuando alucé frente a mí me topé con una rendija de metal, el final del ducto o el inicio de este. Acerqué la luz aún más y pude vislumbrar el exterior del ducto. Era otro cuarto Dios mío, sí había otro cuarto. Podía visualizar algún buró con su cajoncillo más bajo abierto y un tubo de metal que no distinguía muy bien, pero era otro cuarto, de eso estaba segura.

Salí de inmediato deslizándome como una hoja en la ventana y me topé con la expresión de desesperación de Iván. Esperaba ahora una respuesta.

—Sí hay otro cuarto del otro lado —le dije y sus cejas se alzaron a la vez que su boca formaba una sonrisa con confusión. Yo sonreía emocionada—. Pero, para poder llegar a él debemos tumbar la rendija que hay del otro lado, un destornillador es imposible. Tenemos que abollarla desde adentro.

—Es fantástico Angélica —me dijo Iván, su sonrisa ya era completamente una sonrisa—, voy a ver que tan fuerte está sujetada la rendija. No vaya a ser que ocupemos meter el escritorio también.

Después rio, me reí por la manera en que metió el chiste en esta situación, no estábamos para reír pero quería mantenerme emocionada.

Iván accedió al ducto de ventilación y escuché cómo iba deslizándose lentamente hasta llegar al tope del ducto, encontrándose con la rendija de éste.

—¿Crees que esté débil? —Preguntó, su voz se escuchaba con eco.

—¿A qué te refieres? —Le pregunté, no entendía su pregunta.

—¿Crees que si aplico fuerza con el mapeador pueda lograr tumbar la rendija?

—No creo —respondí—, si Patricio salió por ahí debió apretarlo lo suficientemente fuerte como para no dejarnos salir.

—¿Y si lo soldó? —Preguntó, si lo había hecho estaríamos perdidos—. No, no creo —pareció estar razonando, su voz continuaba sonando con eco—. Lo habríamos escuchado, habría perdido tiempo.

—Sal de ahí —aconsejé, solamente perdería el tiempo si permanecía ahí sin realizar algo de provecho—, hay que hablar de esto con los demás.

Escuché el desliz de Iván hacia afuera del ducto, observé cómo salieron sus pies seguido del resto de su cuerpo. A salvo afortunadamente.

—¿Le diremos de esto también a Hernán? —Preguntó, ¿sería buena idea hacerlo?

—Creo que sí —contesté sin estar segura de mi respuesta. Si le decíamos y nos lo prohibía era porque algo ocultaba, pero si accedía al instante podría estar seguro de que alguien caería en una trampa. En todo caso, no íbamos a dejarlo ir a él primero—, pero hay que estar atentos a sus reacciones y en base a eso sabremos si oculta algo o no.

—Bueno —respondió Iván—. Vamos ahora.

Abandonamos temporalmente el cuarto para dirigirnos hacia donde estaban todos los demás, estaban sentados en los sofás, Hernán se encontraba dormido. Me sentía más tranquila el verlo así y no causando dramas con alguien más.

—¿Qué encontraron? —Preguntó Dalila al vernos aparecer por el pasillo—. ¿Qué observaron?

—Karen, en parte nos mintió —me apresuré a contestar. Melissa fue quien se vio más impresionada por la noticia—, o sea, no estaba sellada con cemento como ella había dicho. La rendija está y es muy visible, pero tiene los tornillos colocados por el otro lado. Por lo tanto, se necesita una fuerza muy grande para alcanzar a abrirla, con el problema de que solamente cabe una persona ahí dentro. No tenemos idea de qué es lo que podemos utilizar para acceder al otro lado.

—¿Y hay algo del otro lado mamá? —Me preguntó Neus—. En las películas siempre hay muchos lugares por dónde pasar.

— No — le respondí—, solamente es un largo camino hasta llegar al otro lugar.

—¿Y el lugar por donde entra el aire acondicionado? —Preguntó Melissa. Me quedé callada. Era verdad, el ducto no podía viajar de un lado a otro sin conectar primero con un punto de origen. Caí en la conclusión de que el ducto entonces estaba colocado solamente para ser un pasadizo.

—No había —respondí de manera seria.

—Sí hay Angélica —respondió Iván corrigiendo mis palabras—. Está a los pies del cuarto, quizá no lo viste porque estaba muy oscuro de ese lado y se te era imposible encontrarlo. Pero ahí está el otro lugar.

No lo había visto, era verdad, me había faltado revisar a mis pies cuando entré —o a mi cabeza cuando salí— Iba directamente al fondo del ducto sin detenerme en pequeños detalles de suma importancia. A veces la respuesta más grande está en los detalles más pequeños. En este caso no era así, la respuesta estaba en retirar los tornillos de su lugar.

—¿Qué estaban haciendo? —Preguntó Hernán, ya se había despertado pero su aspecto demostraba nunca haber dormido, estaba como nuevo—. ¿Qué revisaron?

Observé a Iván y con una mirada nos comunicamos que no era tan mala idea contarle sobre lo que hicimos a Hernán, él a veces tenía buenas ideas y si realmente no era un infiltrado, si realmente había extraído ese bloqueador de donde nos informó, entonces podría ayudarnos a abrir el ducto. El problema era que debíamos dejarlo entrar primero, y si llegaba a abrirlo, él sería el primero en acceder al otro lado, arriesgándonos a que nos saliera con una traición como Karen lo había hecho.       

—El ducto que Karen nos había dicho que había estado sellado con cemento, que era imposible la salida —respondió Iván justo antes de que yo lo hiciera—, no era así. El ducto ahí está y solamente necesitamos un objeto realmente poderoso que pueda tumbarlo, porque también está la opción de que esté soldado, siendo imposible que logremos abrirlo.

—¿Y no han intentado nada? —Preguntó Hernán, Iván negó al instante. Se llevó una mano a su cabeza pensando y luego fijó su mirada en el pequeño cuarto de limpieza—. ¿Qué podría haber en ese cuarto? —Preguntó—. Que nos pueda ayudar.

Caminó hasta llegar a él y abrir la puerta, entró y salió con una escoba, otro mapeador, un bote de pintura vacío que debería servir para llenarlo con agua y lavar el mapeador, pero no sabía de qué manera eso podría ayudarnos.

—No —dijo y dejó caer esos materiales al suelo, sin tomarse el tiempo de regresarlos a su lugar. el bote rodó hasta llegar a la pared de la recepción y se detuvo—. ¿Y si utilizamos los pies? ¿Qué tan apretados pueden estar los tornillos?

—Tal vez Patricio abandonó el cuarto con prisa —opinó Melissa—, por lo tanto no fijó bien los tornillos.

—¿De qué edad era Patricio? —Preguntó Dalila. Pobre, de vez en cuando veía que se quería adaptar a lo que decíamos, no recordaba nada y era muy difícil el creer en nosotros solamente con una versión de la historia, resumida, porque faltaban muchos detalles. Por ejemplo el de que nos habíamos quedado encerradas.

—Karen nunca nos informó su verdadera edad —respondí—, pero realmente no se veía de más de 25 años. Patricio debería tener unos 30 o más.

—Eso no cuadraría con la edad de la niña —continuó ella, Neus aseguraba que Patricia iba con ella, por lo tanto debería tener once o doce años—, a menos que Karen haya tenido a su hija a los trece o catorce.

—Tengan en cuenta que Karen está muy relacionada con familia de doctores —nos dijo Melissa—, por lo tanto puede estar en tratamientos para aparentar ser más joven.

—Karen se ve muy natural —dije, en verdad continuaba con mi teoría de que Karen debería tener menos de 25. No me había detenido a pensar en ello, si Patricia era la hija de Karen, la debió haber tenido a muy temprana edad—, lo único que podría ser es que, o Karen realmente se embarazó en la adolescencia, o simplemente no es la madre de Patricia.

—O no es la esposa de Patricio como nos aseguró —opinó Iván—. Pero no estamos en momentos para detenernos en averiguar qué relación tiene Karen con Patricio, su padre y su hija. Tenemos que idear un plan para abrir ese ducto y finalmente, saber si vamos a salir o no.

—Voy yo —dijo Hernán—, colocaré primero mis pies y entonces patearé hasta el cansancio, si no se abre, entonces nos iremos por alguna segunda opción. Pero no vamos a descansar hasta que esa rendija se abra.

Hernán se fue y Melissa lo siguió. Iván fue con su padre y pensé en seguirlo pero era mejor que se dieran un muy posible último adiós. Conocer que Renato iba a morir me ponía nostálgica, me hacía querer estar con él, que, aunque en parte fuera un desconocido para mí, aportó mucho a este lugar y realmente le había tomado cariño. Traté de olvidar esos pensamientos y decidí ir con los demás, coloqué a Neus delante de mí y Dalila quedó hasta atrás.

—No voy a entrar —dijo deteniéndose en la puerta—, no se si lo haya mencionado pero...

—Eres claustrofóbica —terminé, si Dalila se enteraba de que ya sabíamos parte de ella no iba a tomar esto como algo desconocido, que realmente ya había estado aquí. Su contusión seguía ahí y se distinguían más de tres colores en ella, verde, morado, amarillo. Me provocaba náuseas verla con eso en la frente. Ella asintió, pero, de cierto modo, ya había estado en este lugar desde que despertó.

—Sí, y, después de lo que me han contado, no quiero volver a estar dentro de este lugar.

—Pero —continué—, no entiendo muy bien. ¿Es el miedo a estar encerrada o...

—Espacios limitados —ahora ella me interrumpió a mí—, si fueran espacios cerrados ya estaría muerta en este lugar. Aunque en parte es verdad, quedar encerrada en un espacio limitado es mucho para mí, realmente puedo morir de desesperación.

No conocía la gravedad de la claustrofobia, llegar a morir por un miedo realmente me asustaba, no quería que eso le pasara a Dalila. También pensé en decirle que Karen se había colocado su anillo de compromiso pero no quería asustarla al pensar que mañana por eso no iba a casarse. Era una superstición pero ella creía en eso y no íbamos a delatarlo.

—Entonces permanecerás aquí —le dije—, si quieres ve con Renato, casi no hablaron pero, aunque ahora sea realmente un gran desconocido para ti, él ya te conoce.

—No —contestó—, prefiero quedarme aquí en la sala de espera, a recibir noticias.

No lo había pensado hasta ahora. En caso de que pudiéramos abrir la rendija del cuarto, Dalila sería un gran problema al convencerla de que accediera por el ducto.

Me adentré con mi hija al cuarto y segundos después Iván ya venía a nuestro lado, ya había actualizado a su padre con todas las noticias.

Cuando entramos observé la cabeza de Hernán aún por fuera del ducto, estaba volteada y había adoptado un color rojo, su sangre se le había subido mientras luchaba por seguir entrando al ducto, le faltaba bastante, pues yo creía que la distancia de la entrada hasta el otro lugar debería de ser un poco más de dos metros.

La cabeza de Hernán poco a poco fue entrando más hasta desaparecer de nuestras vistas, después escuchamos un ruido metálico, debería estar pateando la rendija para que ésta accediera. Momentos después, la cabeza de Hernán ya estaba de vuelta con nosotros. Había regresado a su color original pero parecía estar cansado.

—Afortunadamente este ducto está más amplio que el otro donde Mariana recibió su final —dijo—, pero yo no soy el indicado para esto. Iván y Neus lo son. Iván porque es el más fuerte y Neus porque sería la única que cabría con Iván. —Salió del ducto y abrió paso a Iván para que se adentrara.

—¿Qué tengo que hacer? —Preguntó él.

—Vas a patearla como lo hice yo —contestó—, pero Neus será la encargada de subir e ir quitando los pedazos que vayas rompiendo de la rendija, porque, para hacer esto más rápido, Neus será la primera persona en entrar al otro cuarto.                                                                                                                                                  

Continue Reading

You'll Also Like

93 10 4
Emma Duncan y Luka Green se conocen desde pequeños por sus padres, quienes son muy amigos desde la adolescencia. Cuando Emma cumple sus quince años o...
15.1K 1.1K 50
Una historia alterna en donde Cid y las 7 sombras vencieron al culto de diabolos hace 1 año y detuvieron sus planes sin embargo una nueva amenaza ocu...
1K 171 16
Si la Luna me hablara me diría que soy una tonta, por pasar las noches en vela pensando en ti. Cuando tu ni siquiera lo hacías por mí...
33.7K 1K 20
⚠️Está historia de contiene⚠️ 1-Ab#s0 s3x#al 2-V1ol3nc1a 3-As3s1n#to 4-S4ngr3