Harry Potter: Historias de la...

By ALeeMar

278K 18.9K 6.8K

¿Quieres saber qué fue de tus personajes favoritos después de la Batalla de Hogwarts? Pequeños one-sh... More

Antes de empezar
El día en el que Percy conoció a Audrey
Antes del nuevo curso [Hanny]
Regreso a Sortilegios Weasley [George y Angelina]
Una cena con los Weasley [Percy y Audrey]
Cartas [Romione]
Victoire
Reencuentro [Oliver y Katie]
Últimos deseos [1/3]
Últimos deseos [2/3]
Últimos deseos [3/3]
Aurores
Lo que probablemente cambió todo [Neville y Hannah]
Sin vuelta de hoja [George y Angelina]
Tal y como debía ser [Hanny]
Nuestro especial comienzo [Rolf y Luna]
La boda que todos esperaban
En dos mundos distintos [Percy y Audrey]
El Profeta: Edición especial
La elección decisiva [George y Angelina]
La historia no contada de Charlie Weasley
Banquete nupcial
Feliz cumpleaños, gemelos Weasley
Dominique
Aquellos pequeños detalles [Rolf y Luna]
El mayor miedo [Romione]
La magia de una muggle [Percy y Audrey]
Aquel 2 de Mayo de 2002
Nuestro hogar en Grimmauld Place [Hanny]
Una fantástica familia [Neville y Hannah]
El Profeta: Edición especial (II)
Incluso más importante que el quidditch [Oliver y Katie]
Asuntos pendientes
La familia crece
Punto para Charlie Weasley
Velada en El Refugio
Únicos [Rolf y Luna]
Louis
Cuanto más lejos, más cerca [Romione]
No más secretos [Hanny]
Primeros recuerdos
Dos nuevas leyendas
Toujours [Teddy y Victoire]
Un día memorable
Revelaciones [Lee y Alicia]
Grandes noticias
Teddy en Hogwarts [1/2]
Teddy en Hogwarts [2/2]
Comienzan las clases
Navidades en la Madriguera
Cómo crear una tradición familiar
Hogwarts ve una Weasley de nuevo
Nuevos y viejos recuerdos [Rolf y Luna]
Año Nuevo
~Tagg~
El cumpleaños de Lily
Boggarts
Sorpresas por duplicado
Poniendo a prueba a Teddy
Lo que a Charlie Weasley le faltaba por contar
El día en el que Teddy por fin se dio cuenta
Los nuevos alborotadores de Hogwarts
La noche de Halloween
El secreto de Louis
19 años después [1/2]
19 años después [2/2]

La historia que Charlie Weasley contó

3.7K 315 186
By ALeeMar

— ¡Buenos días, familia!—exclamó Charlie, entrando a la Madriguera. Acababa de volver de Rumanía, y estaba seguro de que su madre le echaría bronca por llegar tan tarde para la celebración del undécimo cumpleaños de Teddy. Pasó al salón, esperando encontrarse a su familia entera allí. Sin embargo, allí solo estaban los tres miembros más jóvenes de la familia durmiendo plácidamente en el sofá; así que se aseguró de no hacer mucho ruido.

Charlie soltó un triste suspiro. Llevaba algo más de un año fuera de casa; y aquel era mucho más tiempo del que habría deseado estar. Todavía no había tenido la oportunidad de conocer personalmente a los pequeños Lily, Hugo y Lucy. Al fijarse en ellos, identificó con rapidez cuál era cada uno. Charlie pensó para sus adentros que el parecido que tenían Ginny y su hija era asombroso. Por un momento, le vino a la memoria el momento en que sus padres le mostraron por primera vez a su hermana recién nacida. Hugo dormía en una posición algo peculiar; boca arriba y ocupando la mayor parte del sofá. Charlie, sin saber explicar bien por qué, no tuvo ninguna duda en que heredaría el apetito de su padre. Lucy, por su parte, se asemejaba más a su madre; a pesar de las diminutas pecas que tenía por las mejillas. Charlie sonrió, y se dijo: <<Tú también serás bruja. Ya verás>>.

Se extrañó bastante por el hecho de que no hubiera ningún adulto en la sala. Pasó a la cocina, pensando que quizás estarían allí. Pero solo estaban el resto de sus sobrinos. James y Fred no paraban de corretear por todas partes. La primera en darse cuenta de que había entrado fue Dominique, quien saltó a sus brazos gritando su nombre:

— ¡Tío Charlie! ¡Por fin has vuelto!

Charlie le sonrió enormemente. Fue entonces cuando se fijó en Victoire, quien estaba en un rincón de la sala, algo cabizbaja. Preocupado, Charlie se acercó a ella, y le preguntó a su sobrina:

—Eh, Vic, ¿qué te ocurre?

Ella se encogió de hombros.

—Los mayores están hablando sobre algo importante en el jardín, y han dicho que no me dejan ver a Teddy...

Charlie cada vez estaba más confuso. Dejó a Dominique en el suelo, se despidió de ambas revolviéndoles los pelos, y anduvo hasta donde Vic le había indicado que estaba el resto de la familia. Antes de irrumpir, oyó cómo varios de los presentes discutían:

— ¡Es imposible que lo haya averiguado solo!

—No, no lo es. Es inteligente.

—Pero, aun así...

— ¡Alguien debe de habérselo contado!

— ¡He pasado con él todo el día, y os aseguro que nadie le ha dicho ni una palabra sobre el tema!

Después de ese último grito, Charlie se acercó a ellos, y sin ni siquiera saludarles, preguntó:

— ¿De qué va todo esto?

Todos se volvieron hacia él, y para su sorpresa, nadie se quejó de su impuntualidad. Fue entonces cuando George respondió, de un modo tan serio que no era nada habitual en él:

—Teddy sabe lo de sus padres.

Charlie se quedó atónito al oír aquella noticia. Miró uno por uno a todos los que estaban allí, esperando a que aquella fuera una broma de su hermano pequeño. Pero nadie relajó la expresión de su rostro ni nadie rio. Trató de mantener la calma.

— ¿Y no se lo habéis dicho ninguno de vosotros?—quiso saber.

—No. —Harry parecía realmente alterado. Andrómeda estaba igual—. No tenemos ni idea de quién ha sido. Pero no ha tenido ningún cuidado al contárselo.

—El pobre Teddy está destrozado—continuó diciendo Hermione, con un hilo de voz—. Y ni siquiera quiere hablar con Harry o con Andrómeda...

Todos permanecieron en silencio durante unos segundos. De pronto, a Bill se le ocurrió una idea. Que Charlie acabara de llegar les iría de perlas.

—Harry—murmuró él—. Sé que tanto tú como Andrómeda debéis ser quienes escojan el mejor modo de explicarle lo sucedido, pero...—se volvió hacia Charlie—. Deja que él hable con Teddy.

Harry arqueó las cejas, extrañado, y Charlie soltó una risa nerviosa.

—Tienes que estar de coña.

— ¡Cuida ese lenguaje, Charles!—le riñó la señora Weasley.

—William, ¡no puedes estar hablando en serio!—siguió diciendo Charlie, ignorando a su madre. Solo llamaba a su hermano mayor por su nombre completo cuando estaba enfadado o en total desacuerdo con él; y aquel era uno de esos casos—. ¡Yo no puedo ser quien se lo cuente! ¡Y tú sabes perfectamente porqué!

—Ese "porqué" es la exacta razón por la que debes ser tú—replicó su hermano—. Tú conocías a Tonks mejor que nadie de nosotros. Tú podrás contarle lo increíble que era, y además...

Charlie soltó una risa amarga en su cara, interrumpiéndolo.

— ¡Oh, claro, qué buena idea!—ironizó—. ¡Ya de paso, puedo decirle que estaba enamorado de ella! Es más, ¿sabes qué? ¡Quizás también pueda añadir que preferiría ser yo su padre en vez de que lo fuera Lupin!

Tanto Ginny como Hermione dejaron escapar un grito ahogado. La familia entera se quedó de piedra ante la bomba que acababa de soltar Charlie. Este, al percatarse del secreto que acababa de revelar, se llevó una mano a la sien, y se maldijo a sí mismo para sus adentros. Ni siquiera le hizo falta girarse, pues sabía que todos le miraban con una enorme pena. Y eso era precisamente lo que llevaba intentado evitar todos aquellos años.

—Entonces... Aquello que dijo Skeeter en ese reportaje... ¿Era verdad...?—murmuró Ron, impactado—. ¿La... querías...?

Charlie cerró los puños con fuerza. Su madre corrió a abrazarle, mientras se lamentaba:

—Charlie, cielo, ¿por qué no nos dijiste nada? ¡Nunca nos tomamos seriamente los artículos de Skeeter, ya lo sabes! ¡Nunca pensé que...! ¡Oh, Charlie, si lo hubiéramos sabido...!

—Habríais montado el escándalo que estáis montando ahora, cosa que es innecesaria. Estoy bien—les aseguró, aunque a su madre no le pareció que sonara muy convincente—. Llevo lidiando con ello mucho tiempo. Más del que os imagináis.

— ¿Y tú lo sabías?—le preguntó la señora Weasley al mayor de sus hijos. Bill se encogió de hombros—. ¿¡Y no dijiste nada?!

— ¡Me pidió que guardara el secreto, mamá!—le espetó Bill.

La señora Weasley volvió a lamentarse por todas las veces que había intentado emparejar a Bill con Tonks antes de su boda con Fleur. No paraba de disculparse con Charlie por no haberse dado cuenta de aquello; por no haber podido ayudarle cuando lo necesitaba. Por no haber podido darle todo el apoyo que hubiera querido en el momento en que Tonks murió. Charlie le repetía que no tenía importancia.

—Mamá... Fred también acababa de morir... No podía... No podía traer más desgracias a la familia...

Y mientras toda aquella escena sucedía, Harry tuvo una tremenda sensación de deja-vu. Desde hacía ya varios años, él conocía una historia muy similar a la de Charlie. Una historia en la cual él mismo había participado. Dio un paso adelante, y dijo:

—Estoy de acuerdo con Bill. Deberías hablar tú con él.

Charlie puso los ojos como platos.

—A ti se te ha ido la olla.

—Charlie—intervino Percy—. Yo también creo que es la mejor opción. Considerando que...

— ¿¡Habéis perdido todos la cabeza?!—bramó—. ¡No sé cómo queréis que trate de solucionarlo! ¡Harry es quien debería hacerlo; es su padrino! Además, ¡él pasó por ello y sabe cómo funcionan estas cosas!

— ¡Charlie!

— ¡Cualquiera menos yo!—les rogó—. ¡Todos tenéis hijos! ¡Todos vosotros sabéis cómo tratar con los niños! ¡Pero yo no!

—Charlie, escúchanos...

—Yo solo...—bajó la cabeza—. Quiero olvidarlo, ¿vale?

—Charles—. La voz de Andrómeda resonó como ninguna otra. Charlie levantó ligeramente la mirada; lo suficiente como para verle la cara a Andrómeda—. Por favor. A mí y a Harry no quiere escucharnos. Inténtalo, al menos.

Charlie se llevó las manos a la cabeza.

—Andrómeda, me encantaría, de verdad que sí, ¡pero yo no puedo...!

— ¿Querías a Nymphadora?—preguntó. Charlie simplemente asintió—. Charles, si de verdad la amabas... Si de verdad estabas enamorado de mi hija, no puedes permitir que tus recuerdos acerca de ella se queden en el olvido. Por favor, Charles. Haz que Teddy comprenda que el sacrificio de sus padres no fue en vano.

Tras esas palabras, no tuvo el valor suficiente de seguir negándose a la petición de Andrómeda.

Bill le deseó buena suerte. Charlie esperaba una disculpa por su parte por haberle metido en medio de todo aquel embrollo; sin embargo, Bill no se arrepentía de lo sucedido. Estaba convencido de que si alguien podía arreglar todo aquello, era Charlie.

Subió las escaleras hasta la quinta planta de la Madriguera, muy inseguro de sí mismo. Llevaba conociendo a Teddy desde que era un bebé. No debería suponer ningún problema hablar con él. No tenía por qué preocuparse. Si contaba todas las historias que vivió junto con Tonks en Hogwarts, de seguro que lo escucharía.

Solo esperaba que hablar sobre ella y recordar los tiempos que pasaron juntos no le hiciera ponerse demasiado nostálgico.

Cogió aire, y llamó con los nudillos a la puerta.

—Teddy. Soy Charlie. ¿Puedo pasar?

Teddy no dijo palabra, pero Charlie ya sospechaba que no le pondría las cosas fáciles. Como no esperaba que una respuesta fuera a llegar en un futuro próximo, entró. El chico, sentado en el regazo de la cama, continuó callado, mirando al suelo.

Charlie cogió aire mientras pensaba la mejor manera de empezar aquella conversación. Y como habría cabido esperar, el primer tema para hablar que se le vino a la mente fueron los dragones.

— ¿Sabes? Acabo de llegar de Rumanía. Nos trajeron una nueva cría de dragón hace poco, y todavía no tiene nombre. Es un Hocicorto sueco. Y sus escamas me recuerdan a tu pelo. Son del mismo tono de azul—Charlie esperó a alguna reacción de Teddy, pero no sucedió nada—. En fin, que llevo todo el día pensando cómo podría bautizarlo, aunque no se me ha ocurrido nada. ¿Tienes alguna idea? Yo había considerado el llamarle Albastru, ya que significa "azul" en rumano, pero...

—Sé que crees que con tu monólogo me harás sentir mejor, pero te equivocas—le cortó Teddy, fríamente—. Además, ¿el gracioso de la familia no era George? ¿Cómo es que te han enviado a ti para intentar animarme?

Charlie suspiró, tratando de no perder la paciencia.

—Bien, me has pillado. No me han encargado hacerte reír, sino explicarte... Bueno, todo. Dime, ¿quién es el que te lo ha dicho?

Eso era lo que más tenía intrigado a Charlie. Quería descubrir quién era el responsable de aquello. Volvió su mirada hacia la ventana; y durante una milésima de segundo, le pareció ver a un escarabajo revoloteando.

<<Es imposible. Son imaginaciones tuyas>>, se dijo a sí mismo, tratando de auto-convencerse.

—Eso no importa. Me mentisteis—masculló Teddy—. Lleváis mintiéndome toda mi vida... Siempre tuve la sensación de que algo que no sabía estaba pasando con papá y mamá; pero nunca pensé que pudieran estar...—Teddy sollozó, y se interrumpió antes de terminar.

—Teddy, si nadie te lo contó fue porque... Eras demasiado pequeño como para comprenderlo, y...

— ¿Qué es lo que debería comprender? ¿Que a mis padres no les importaba? ¿Que me dejaron solo cuando apenas tenía dos semanas de vida?

—Eso no es cierto. Tus padres te querían muchísimo—le afirmó Charlie.

—Tú no puedes saber eso. No los conocías.

—Vuelves a equivocarte. Conocía a tu madre, Teddy—. Fue la primera vez desde que había entrado que Teddy levantó la mirada. Se notó interesado en aquello.

— ¿Fuisteis... Fuisteis juntos a Hogwarts...?—. De pronto, Teddy había empezado a sentir una gran admiración hacia Charlie.

—Más que eso. Fuimos mejores amigos. —Charlie se sentó a su lado, y se esforzó por sonreírle—. Éramos un grupo de cinco. Christian Mills y yo estábamos en Gryffindor. Mary Strauss en Ravenclaw. Y en Hufflepuff estaban Dylan Hawkins y tu madre. Éramos inseparables en nuestra época de estudiantes.

Teddy escuchaba atentamente su historia, emocionado por conocer cómo era su madre de joven.

—Tonks. Así quería que la llamaran. Odiaba su nombre. Aunque solíamos llamarla Nympha para hacerle enfadar—Charlie alteró ligeramente esa parte. Solo él la llamaba de ese modo—. Cuando la conocimos en el tren, nos mostró todo lo que sabía hacer con su metamorfomagia. Nos pareció fascinante el hecho de que pudiera cambiar de color de pelo, y nos encantó ver todo su repertorio de narices. Cada día la veías diferente. Lo único que no se cansaba de llevar era su pelo rosa. Era su toque distintivo—. El pelo de Teddy cambió al favorito de su madre, pero Charlie tuvo la impresión de que el chico no fue consciente de ello—. Tonks era... Muy, muy torpe. Teníamos que ayudarla a levantarse cada dos por tres...—Teddy pareció esbozar una leve sonrisa ante aquel nuevo dato—. Y era una duelista excelente. Siempre nos ganaba. Por eso a ninguno nos extrañó que quisiera hacerse Auror. Pero se le daba muy mal Pociones. Muy pero que muy mal. Siempre rompía algún que otro frasco cada vez que teníamos clase...

— ¿Os metíais en líos?—preguntó Teddy, tímidamente, y a la vez, con mucha curiosidad.

—Bueno, no sé si es muy adecuado contártelo cuando te falta tan poco para entrar en la escuela por primera vez, pero... Sí. Aunque mis hermanos pequeños se metieron en más líos que yo, se podría decir que... rompimos un par de normas. Nos colamos en el Bosque Prohibido en varias ocasiones, y siempre íbamos a las salas comunes de los otros, aunque fuera en contra del reglamento del colegio. Excepto a la de Mary. Créeme, si son las dos de la mañana y estás siendo perseguido por Filch, no es buena idea ir a esconderse a donde duermen los de Ravenclaw. Has de responder un enigma súper complicado para entrar. Tu madre solía adivinar algunos de ellos, pero creo que eso era pura suerte... Pero, sin lugar a duda, nuestra mayor trastada fue cuando convencimos a Tonks para transformarse en Snape. Las caras de las serpientes no tenían precio...

— ¿Qué fue lo que pasó?

—Bueno, imagínate que eres de Slytherin. Y, de repente, tu querido y respetado jefe de casa entra en el Gran Comedor saludando como si de la reina de Inglaterra se tratara, y empieza a, sin ningún motivo aparente, bailar claqué, obligarte a darle abrazos a los elfos domésticos de las cocinas, o a discutir con el director sobre qué alumno es el más guapo de todo Hogwarts.

— ¿¡Y no os pillaron?!

—Qué va. Encerramos a Snape en...—Charlie carraspeó—. Mejor no te lo digo. Podrías usarlo para tus travesuras, y Harry y Andrómeda me matarían. En cualquier caso, cuando lo liberamos y volvió junto con los demás profesores, ellos no dijeron palabra sobre lo que acababa de pasar. Pero iban soltando indirectas, como por ejemplo: <<Es usted un auténtico marchoso, profesor Snape>>. <<No sabía que era tan afable con los no-humanos>>. << ¿No cree usted que Charles Weasley es más atractivo que su hermano William?>>.

—Eso último es mentira.

—Puede.

Y Teddy rio. Y sintió que lo necesitaba. Pasar tanto tiempo serio y enfadado no era algo compatible con él.

—Cuando dejamos Hogwarts... Temo decirte que perdí el contacto con tu madre. Con todos ellos. Y, Teddy, si pudiera cambiar algo de mi vida, definitivamente sería eso. Sin embargo, me reencontré con ella años más tarde, poco antes de nacer tú. Acababa de casarse. Ella... Ella era muy feliz junto a tu padre—Charlie se esforzó por no perder su buen humor—. No tuve oportunidad de conocerlo tan bien como a Tonks, pero... Según me han contado Harry, Ron y Hermione, fue el mejor profesor que tuvieron en clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. No sé si lo sabías, pero... Era un hombre-lobo.

La expresión que se le quedó a Teddy al oír eso le hizo entender a Charlie que era la primera vez que le mencionaban tal cosa.

—Pues sí, así es. Aunque eso no parecía importarle a tu madre. Se... Se querían. Y él... ambos... también te querían muchísimo a ti, Teddy—. Se llevó la mano al bolsillo, y sacó algo que siempre llevaba consigo desde los últimos once años. Era una fotografía, donde aparecía una pareja con un bebé de pelo azul en medio de ambos—. Esto lo llevaba tu padre consigo cuando murió.

Teddy se observó a sí mismo once años atrás. Su padre le sujetaba en brazos, y su madre no paraba de hacerle cosquillas. De pronto, ambos se volvieron hacia el Teddy de once años, y le saludaron, con una enorme sonrisa.

Teddy no encontraba palabras para agradecerle a Charlie todo lo que había hecho por él.

— ¿Pu-puedo...?

— ¿Quedártela? Pues claro. Es tuya, al fin y al cabo—Charlie le colocó una mano encima de su hombro—. Pero prométeme que nunca más volverás a pensar que no eras importante para ellos. Porque tú eras su mundo entero, Teddy. Lucharon para que no tuvieras que vivir una guerra como la que vivieron ellos. Y lo consiguieron. Mi hermano, tus padres... Ellos lo hicieron posible.

Teddy lo abrazó con fuerza. Charlie vio cómo pequeñas gotas de agua le caían de los ojos, pero no dijo nada. Le devolvió el abrazo, y al cabo de unos segundos, Teddy murmuró:

—Albastru es un nombre horrible.

Y fue Charlie quien rio entonces.

—Lo sé.

—Podrías llamarlo Tormenta.

—Lo consultaré con mis colegas. Pero lo veo factible—Charlie le guiñó un ojo—. ¿Qué? ¿Volvemos abajo? Sé de cierta Weasley rubia que está deseando verte...

— ¡Vic!—exclamó, sonriendo, al recordar que su mejor amiga estaba a tan solo unos escalones de distancia. Se puso en pie de un salto, aunque le faltó poco para acabar cayendo al suelo. Charlie le echó una mano para ayudarle a mantener el equilibrio, mientras pensaba para sus adentros: <<Es hijo suyo, sin duda>>.

—Feliz cumpleaños, por cierto—añadió Charlie. Y Teddy volvió a darle las gracias. Por todo.

Al verle aparecer en el salón, Andrómeda corrió a abrazarlo, y no paró de besarlo en la frente decenas de veces.

—Teddy, lo siento muchísimo... Debimos contártelo todo antes, pero no sabía cómo...

—Abuela, estoy bien—. Teddy estrujó con fuerza la foto que Charlie acababa de entregarle—. Ahora... Ahora lo he entendido—. Miró a Charlie de reojo, y este levantó el pulgar. 

Bill se acercó a su hermano pequeño, y murmuró:

—Sabía que no nos defraudarías—. Parecía realmente orgulloso de él—. Estaba convencido.

Charlie siguió sonriendo, sin apartar la vista de Teddy.

— ¿Le has dicho que estabas...?

—No—Charlie le cortó a la mitad de la frase. Sabía lo que pretendía decirle—. Y no es necesario que lo sepa. Al menos, no de momento.

Bill asintió, comprendiendo.

— ¿Te ha contado quién ha sido?—inquirió.

Charlie recordó el escarabajo, y se repitió de nuevo a sí mismo que eran solo alucinaciones. Además, no quería preocupar a Bill con especulaciones suyas que podrían ser erróneas

—No he encontrado el momento adecuado en la conversación para preguntárselo—respondió, cosa que no era del todo cierta—. Además, no creo que importe mucho ahora mismo.

—Supongo que tienes razón. Así que... ¿Volverás a Rumanía mañana?

Su hermano pequeño se encogió de hombros.

—No sé yo. Lo cierto es que añoro bastante Londres. Quizás me quede por aquí una temporada... Hasta setiembre o así.

—Para eso faltan casi cuatro meses, Charlie—le recordó—. ¿Dónde piensas quedarte todo este tiempo?

—Esperaba que tú y Fleur me acogierais una temporada—dijo, como si fuera algo obvio. Bill abrió los ojos de par en par—. Pero tu cara lo dice todo. Estáis hartos de que me asiente en Shell Cottage cada vez que vengo.

—No es que nos incomodes con tus visitas, Charlie; es solo que...

—Tío, no tienes por qué darme explicaciones—rio Charlie—. No importa. Le preguntaré a Percy y Audrey si no les molesta que me quede en su casa. Y ya de paso, les echaré una mano cuidando de Lucy. Al fin y al cabo, he descubierto que los niños no se me dan tan mal...

Charlie vio cómo Teddy conseguía escabullirse de los abrazos de Andrómeda para ir corriendo hacia la cocina para reunirse con Vic y el resto.

— ¿Crees que... Crees que a Andrómeda y Harry les importaría si yo también le acompañara a Kings Cross cuando empiece su primer curso...?

—Estoy seguro de que no tendrán ningún inconveniente—respondió Bill, con sinceridad.

—Genial—. Hizo una breve pausa, y añadió—: Por cierto... Espero que la próxima vez que vuelva de Rumanía, no me recibáis con otra disputa familiar la cual solo yo pueda solucionar.

—No puedo asegurarte nada. ¿Acaso no conoces a la familia a la que perteneces?—rio Bill—. Sabes bien que con los Weasley puede pasar de todo.

—Y es por eso que me encanta esta familia.

Seguidamente, Charlie se dirigió hacia la cocina, y comenzó a jugar con sus sobrinos y sobrinas.

Continue Reading

You'll Also Like

1M 33.3K 79
"𝙾𝚑, 𝚕𝚘𝚘𝚔 𝚊𝚝 𝚝𝚑𝚎𝚖! 𝚃𝚠𝚘 𝚕𝚒𝚝𝚝𝚕𝚎 𝚗𝚞𝚖𝚋𝚎𝚛 𝚏𝚒𝚟𝚎𝚜! 𝙸𝚝'𝚜 𝚕𝚒𝚔𝚎 𝚝𝚑𝚎𝚢'𝚛𝚎...𝚍𝚘𝚙𝚙𝚎𝚕𝚐ä𝚗𝚐𝚎𝚛𝚜 𝚘𝚏 𝚎𝚊𝚌𝚑...
84K 2.4K 38
Francesca Astor came to Love Island to find her soulmate, and once she sets her eyes on him, she's never letting go. Rob Rausch x Fem!oc #1 robertrau...
177K 8.2K 105
In the vast and perilous world of One Piece, where the seas are teeming with pirates, marines, and untold mysteries, a young man is given a second ch...
293K 14.2K 94
Riven Dixon, the youngest of the Dixon brothers, the half brother of Merle and Daryl dixon was a troubled young teen with lots of anger in his body...