Lost- segunda temporada-

By AmazingHarry

372K 13.5K 401

Bueno Chicas Aqui esta la segunda temporada de LOST espero que la disfruten tanto como yo . More

Capitulo 1 : No puedes ser joven por siempre".
Capitulo 2: "Besando al enemigo".
Capitulo 3 : "Quién sabe. Todo puede pasar".
Capitulo 4 :"Si es cierto no es alardeo".
Capitulo 5 :"Los motociclistas están de moda".
Capitulo 6 :"Una dulce amenaza, que cambia todo".
Capitulo 7:"Divertirse nunca es malo".
capitulo 8:"Hace falta ser muy valiente para reconocer que fuiste un cobarde".
Capitulo 9 :"La adrenalina es buena para el corazón".
Capitulo 10 : "Ella estuvo vetada del cielo".
Capitulo 11
Capitulo 12: "Dos extraños con un pasado en común".
Capitulo 13: "De ahora en adelante... sobre dos ruedas".
Capitulo 14: "Nunca rompas las reglas de la profesora Fitz".
Capitulo 15:"Todos necesitamos un empujón".
Capitulo 16
Capitulo 17:"Mamá nunca se equivoca".
Capitulo: 18
capitulo 20: te da verguenza estar conmigo
Capítulo 21
Capítulo 22.
capitulo 23: pero en mi corazón era real
Capítulo 24: a las chicas malas les pasan cosas malas
capitulo 25
capitulo 26
capitulo 27
capitulo 28: ¿miedo de el?
capitulo 29: te necesito conmigo
capitulo 30: confesiones
capitulo 31: contra todos
capitulo 32
capitulo 33
capitulo 34
capitulo 35: vamos a escaparnos
capitulo 36:Puedes correr, pero nunca escaparte
capitulo 37: de alto impacto
capitulo 38:Perdida en la confusión, como una ilusión
capitulo 39:Atrapada en su propio sueño
capitulo 40:Es difícil sobrevivir con sólo una sonrisa
capitulo 41
capitulo 42
capitulo 43:¿quien eres tu?
capitulo 43:¿quien eres tu?
capitulo 44:"Correré el riesgo".
NOTA:)
Capitulo 45:"Pero vuelves a caer".
capitulo 46
capitulo 47: "Caminando en una cuerda floja".
capitulo 48
capitulo "A veces ganas, y a veces aprendes".
Capitulo 50:"La vida se trata de momentos".
capitulo 51:"Saber esperar".
capitulo 52
capitulo 53
capitulo 54
capitulo 55
capitulo 56
capitulo 57 ''tu eres la siguiente''
capitulo 58: el tiempo se acaba
Capítulo 59: "Harry"
Capítulo 60. "Skylar".
Capítulo 61. FIN

Capítulo 19

6.2K 219 3
By AmazingHarry

La oficina de la profesora Fitz era una pequeña sala con estantes de caoba roídos, repletos de libros, un gran escritorio en el centro que podría cubrir todo el espacio fácilmente, y dos sillas de segunda mano frente a él. Olía a una rara mezcla de café y papel viejo, y una pequeña radio reproducía un programa sobre el clima. La señora Fitz indicó con su huesuda mano bronceada una de las sillas, y tomé asiento, poniéndome de puntillas sobre mis Vans y apretando mi mochila verde militar en mi regazo.

-Bien, señorita Dayne –me dijo, fingiendo estar interesada en una pila de papeles que revolvía con sus dedos. –Supongo que sabe usted por qué la he citado, ¿no es así?

Sentí que el corazón se estancaba en mi garganta, y que mi estómago lentamente se encogía. Había un nudo del tamaño de una pelota de fútbol en él, causándome retortijones. –Yo… no estoy muy segura.

-Bien –sonrió malintencionadamente, y luego su rostro se volvió serio y agrio. -¿Sabe usted lo que significa el hecho de que se haya estado mensajeando en mi clase?

Mi respiración se aceleró, y sentí la parte posterior de mi cuello erizarse y comenzar a sudar. Fitz me había arrebatado el celular cuando estaba texteándome con Harry, y ella lo había reconocido de inmediato. Todos sabían de él. Al menos la mayoría. 

Desvié la mirada, sintiendo que las lágrimas picaban en mis ojos. Mi pecho se elevaba y bajaba con fuerza una y otra vez, mientras mis ojos se aguaban.

-Significa que yo podría anotar esto en su expediente como una falta grave. Ya conoce los reglamentos –continuó con voz firme. Cuando volví a levantar la mirada, confundida y con el ceño fruncido, ella arqueó una ceja, instándome por una respuesta. 

-¿Qué? –fue todo lo que pude decir. Ella cruzó sus manos sobre la mesa. –Digo, yo pensé que usted… -me corté. “Pensé que usted me acusaría por mensajearme con un gángster”, estuve a punto de decir. 

-Bueno –ella continuó -, supongo que podré dejarlo pasar por esta vez –musitó, frunciendo sus labios. –Pero me gustaría conversar con usted más seguido sobre este asunto.

-¿Asunto? –sondeé nerviosamente. Ella vaciló, y acomodó un papel en su sitio sobre una pila antes de continuar.

-Señorita Dayne, tiene que haber un motivo por el cual usted está tan distraída –musitó, y sentí que su voz se había aflojado un ápice. Bajé la mirada, tragando saliva. -¿No es así?

Entreabrí la boca para decir algo, pero pasaron algunos segundos antes de que yo pudiera responder. –No exactamente… creí que era una de sus mejores alumnas.

-Y lo es –arqueó sus cejas -. Es sólo que… he notado cierto tipo de comportamiento “extraño” en usted –explicó, dando énfasis a la palabra. Algo en su tono de voz era irregular. Es como cuando escuchas a alguien decir una mentira cuando ya sabes toda la verdad, y no puedes parar de interrogarla hasta que suelte todo lo que sabe. Y me parecía que Fitz estaba teniendo esta actitud. Me parecía que ella ya sabía todo.

-¿Q-qué quiere decir?

-Quiero decir que está usted muy nerviosa últimamente, señorita Dayne. Y tememos que eso llegue a afectarle en su nivel académico.

Mirando nerviosamente los papeles encima del escritorio, retorcí las manos por debajo de la mesa de madera, rezando porque ella se detuviera ahora. -¿Alguien más lo sabe?

-Sí. De hecho, en junta directiva discutimos este tipo de cosas –continuó, y luego acercó la silla al escritorio, y me miró fijamente, entrecerrando los ojos. –Dayne, ¿pasa algo en su vida que la esté preocupando?

Desvié la vista. De todos modos, ¿qué podía decirle? ¿”Sí. He estado saliendo con un criminal por los últimos tres años, y viviendo aterrorizada por las cosas horribles que pueda hacer un acosador anónimo que metió a mi novio a la cárcel y destruyó mi vida”? 

-Yo estoy bien, profesora Fitz –respondí suavemente, intentando que mi voz no saliera en profundos gruñidos. –Quizás es sólo el mismo estrés del Periodismo, pero es la carrera que escogí y estoy dispuesta a afrontar las consecuencias. Y, um, con respecto a lo del teléfono –me levanté de la silla, y ella me siguió con su mirada, sorprendida y tal vez un poco enfadada -, le aseguro que no volverá a pasar. Si me disculpa, tengo una clase ahora y no quiero llegar tarde.

Seguidamente, salí de la oficina sin esperar respuesta. El aire seco golpeó en mi rostro y levantó mechones de mi cabello que se habían desatado de mi coleta. Miré a los lados, buscando algún indicio de Amy, Liam, Naiara… o incluso de Nathan. Pero sólo algunos pocos estudiantes se encontraban fuera.

Bzzz. 

Mi teléfono vibró en el bolsillo derecho de mi blue jean, y cuando desbloqueé la pantalla, allí tintineaba la alerta de un nuevo mensaje de texto. El remitente era un código de signos y letras sin sentido. Con el corazón en la garganta, presioné LEER. 

“Ten cuidado, cariño. Escuché que podrías tener varias faltas en tu expediente si alguien se llegara a enterar de lo que haces. ¡Tú sabes que me adoras! –Un amigo”.

******

Me la pasé todo el día restante en la Universidad pensando en las palabras de la profesora Fitz mientras revisaba incansablemente el mensaje que el anónimo me había enviado a mi teléfono. ¿Qué quería decir él con las faltas en mi expediente? Quiero decir, Fitz no sabía absolutamente nada sobre Harry, y tampoco tenía por qué saberlo. Y si lo sabía, ¿entonces por qué no había llamado a Amanda? ¿El anónimo se lo había contado? ¿Ella lo descubrió en el momento en que vio que me mensajeaba con Harry en su clase? 

No veía a Amy por ninguna parte, por lo que supuse que Harry quizás fuera a buscarme ese día, o que yo iba a terminar tomando el autobús a casa. De pronto, sentí la calidez de una mano en mi cintura, y salté hacia adelante, zafándome del agarre. Los ojos sonrientes de Nathan brillaban, y su cabello tenía destellos amarillos bajo el Sol. Mi estómago se arrugó. “Oh”.

-Hola –intenté sonreír. Pero todo lo que pude haber hecho fue arrugar mi nariz para soportar el Sol.

-Hey –respondió, acercándose a mí con galantería. Miré directo hacia el umbral que daba hacia la callé vacía. “Por favor, ahora no”. –Te vi saliendo de la oficina de Fitz esta mañana. 

-A-ah –titubeé mientras sonreía torpemente, echándome hacia atrás para mantener distancia entre nosotros. 

-Sí. ¿Todo en orden? –inquirió, frotando sus manos. ¿Él acaso se refería a ahora o a la mañana? De cualquier forma, en ningún caso todo estaba “en orden”.

Él olía a un caro perfume para chicos y su sonrisa era irradiante de dulzura. Necesité tomar aire para continuar.

-Ajá –sonreí con sorna, y volví a mirar afuera del umbral. Sorprendentemente, la calle estaba inminentemente vacía. No habían piques de bicicletas de niños de la secundaria, ni gritos o ladridos de perros… y tampoco ruidos estruendosos del rugir del motor de una motocicleta. Las hojas secas del árbol podrido cortado por la mitad que se recostaba sobre el edificio de la cafetería por la parte posterior, caían ondeantes sobre nuestras cabezas. 

-Um, ¿tienes algo que hacer hoy? –preguntó. Sus ojos irradiando esperanza con un brillo relampagueante. –Quiero decir, ¿ahora mismo?

-Sí –me apresuré a decir, pero su rostro no decayó. –Alguien va a venir a buscarme y luego iremos a, um… -me corté. Realmente yo no sabía qué íbamos a hacer Harry y yo, y ni siquiera estaba segura de si él iría a buscarme a la Universidad ese día. Ya daban las tres y media, y él siempre llegaba a las dos y cuarenta y cinco, la hora a la que salíamos la mayoría de las veces, cuando no tomaba el turno de la noche. Nathan seguía mirándome, pero la sonrisa se había borrado de su rostro, dejando a su paso una extraña oleada de tranquilidad, como si supiera que tenía el juego ganado.

Él continuó acercándose, y yo continuaba alejándome. Tener a Nathan tan cerca significaba alguna traición hacia Harry, porque yo sabía exactamente lo que Nathan tenía en mente. De todos modos, yo no lo culpaba. Y no es que lo considerara un presagio, tampoco. Hasta hacía algunos meses atrás, yo había estado loca por él.

O eso era lo que yo creía.

Su rostro estuvo a tan sólo centímetros del mío. Mis dedos doblándose en las rejas que daban hacia una pared mohosa donde pocas personas se acercaban. Mirando hacia delante, habíamos caminado casi seis metros desde el lugar inicial. Miré de nuevo en dirección del umbral, rezando porque Harry no estuviera ahí e hiciera una escena. Nathan continuó acercándose, hasta que su pierna rozó el hueso de mi cadera. Su mano cálida aterrizó en la mía, y entrelazó sus dedos con los míos. Una leve y tierna sonrisa se deslizó por sus labios, y cerró los ojos, frunciendo el entrecejo para rozar nuestros labios.

-¿Se te perdió algo? –dijo una voz ronca, grave y familiar. Me alejé de Nathan de sopetón, golpeándome la espalda contra la rejilla. Nathan volteó con una expresión aturdida en su rostro, y adivina qué, Harry estaba allí. Sus labios estaban tan fuertemente cerrados, que parecía que les hubiera puesto pegamento. Fruncía el ceño con enojo, y sus ojos color verde esmeralda se habían oscurecido hasta quedar de un extraño color oliva-verde-militar. 

-¿Perdón? –dijo Nathan. Su voz fácilmente podría confundirse con la de un niño si la comparabas con la de Harry. Mi novio rió con sorna mientras pasaba su dedo pulgar por su labio inferior, mirando hacia abajo. Finalmente, los dos muchachos se encontraron cara a cara. El viento seco sacudiendo sus rostros. 

-¿No estás enterado de que tocar las cosas de los demás no va a hacerte muchos amigos? –continuó Harry, humedeciendo sus labios. Sentí que mi estómago se achicaba, y dejé salir el aire por mi boca. Nathan no tenía idea. Él frunció el ceño y se cruzó de brazos.

-¿Disculpa? –continuó, confundido. 

-Si hay algo que no me gusta, es tener que explicar las cosas una y otra vez –dijo Harry, rodando sus ojos con fastidio. –Así que te lo voy a explicar palabra, por, palabra, ¿vale? Ok. Veamos. Básicamente, estabas tratando de besar a mi novia, ¿y sabes lo que eso significa? Que te voy a joder, porque no es la primera vez que me encuentro con esto. A mí no me gusta que se metan con lo que es mío, amigo, así que yo, voy, a, joderte. ¿Te quedó claro, o te lo explico con manzanitas?

Apreté mis párpados con fuerza, sintiendo que mi estómago se encogía. Nathan no tenía ni la más mínima idea de que yo estaba saliendo con Harry, y mucho menos de que lo había estado haciendo desde antes de que lo encarcelaran.

Nathan humedeció sus labios. Una expresión de decepción cruzó su rostro, pero sus labios seguían curvados en una sonrisa distante.

-Así que ella es de tu propiedad, ¿no? –arqueó una ceja, provocando.

-Sencillamente no quiero que la toques, ¿vale? No es tan difícil de entender –Harry se encogió de hombros. Sus manos apretadas en un par de fuertes puños. Sus nudillos blancos. 

-¿Y tú crees, que por el simple hecho de que hayas estado en la cárcel voy a tenerte miedo? –sonrió con cinismo. Entonces, Harry enfureció, y tomó a Nathan por el dobladillo del cuello de su camisa de vestir, y lo empujó hacia la rejilla, soltando bufidos por la nariz. Me apresuré hacia ellos, interponiendo mis brazos entre ellos.

-Harry, basta –lo corté, mirándolo con severidad. Pero él no me hacía caso. Nathan lo agarraba por los brazos, arrugando su camisa remangada hasta los codos, mirándolo con desdén.

-¿Qué dijiste, bastardo? ¿Crees que puedes meterte conmigo y con mi chica, eh? –lo apretó de la camisa, y volvió a golpearlo contra la rejilla. Dejé escapar un chillido que salió desde el fondo de mi garganta. -¡Respóndeme!

-¡Harry! –grité. -¡El decano va a aparecer si no detienen esto!

-¿Ya no eres tan valiente, verdad? –volvió a gritar, golpeándolo contra la reja. Me interpuse entre ellos, apretando la mandíbula. Sentí las lágrimas de desesperación punteando en mis ojos.

-¡Harry! –chillé. -¡Por favor, detente! ¡Ya arreglaremos esto después! ¡Pero por favor aquí no!

Harry pareció sopesarlo por un momento, sin dejar de bufar contra el rostro sereno y distante de Nathan, hasta que lo soltó y levantó los brazos, alejándose hacia atrás. Aliviada, dejé que Harry tomara mi mano y me arrastrara hacia él mientras caminaba hacia el umbral. Pero al mismo tiempo, avergonzada, le di una última mirada a Nathan, y él sólo negó con la cabeza, recogió su bolso del suelo, y se alejó en la dirección contraria, dando tumbos y pateando un tronco cercano, con frustración.

Continue Reading

You'll Also Like

97.6K 8.5K 18
"inmunodeficiencia combinada grave, o mejor conocida como la enfermedad del niño burbuja" "Aunque debo de admitir que lo mejor que me pasó y que me p...
76.2K 2.6K 42
en esta historia seras Mia 🔞
849K 51.5K 43
Paris Smith siempre ha sido una chica soñadora, talentosa, amante de todo lo que tuviera que ver con la astronomía: las estrellas, los planetas, las...
1.9K 264 30
En un mundo donde lo antiguo y lo futurista se entrelazan, "Courband: La Noche Eterna" narra la historia de Rodaric, un guerrero de una era pasada, y...