Viaje Inesperado [N.H.]© Part...

By Vale_H13

127K 8.1K 955

¿Qué sería de tu vida si cambiara de pronto? ¿Si tuvieras que alejarte de tus amigos? ¿Si tuvieras que dejar... More

Prólogo
1. Nervios y futuro trabajo.
2. Disculpas y lágrimas.
3. ¿Lista?
4. La despedida.
5. Bienvenida a Londres.
6. ¿Casa sola?
7. ¿Pizza, charla y explicaciones?
8. Idiota, voluble y arrogante.
9. Hasta luego, Horan.
10. Universidad, maletas y llamadas.
11. Cena y prisas.
12. No vuelvas a hacer eso.
13. Compras de último momento.
14. Primer día de clases.
15. Nuevos amigos
16. Queso.
17. ¡¿Mi novio?!
18. Galleta de la fortuna.
19. ¿Me darías una oportunidad?
20. Helado nocturno y notas musicales.
21. Hot cakes y tocino.
22. Melodías e instrumentos.
23. Experimento.
24. ¿Celos?
25. Pésima mañana.
26. ¿Quieres jugar?
27.1 Fiesta en casa de Adam: ¿Por qué me besaste?
27.2 Fiesta en casa de Adam: Noche de tragos y lluvia.
28. Descansa, princesa.
29. Una pequeña travesura.
30. ¡Tarde de compras!
31. Niall + Niños + Helado
32. Partituras y más.
33. ¿Un helado?
34. Recuerdos.
35. ¿Nos conocemos realmente?
36. Mas contenta y distraída que de costumbre.
37. ¡Vamos al Karaoke Music!
38.2 Karaoke Music: ¿Biscocho irlandés?
38.3 Karaoke Music: El fin de una gran noche.
39. Muy linda sorpresa.
40. Veinte preguntas.
41. Ahora si son buenas noches.
42. Un gran, gran problema.
43. Una noche llena de sorpresas.
44. Huyendo.
45. Largo día en la universidad.
46. Y el día continúa.
47. Solo un par de días.
48. ¿Es una broma?
49. Un pequeño recuerdo.
50. El regalo perfecto.
51. Encuentro.
52. Regreso.
53. Te necesito, mamá.
54. También me encantas.
55. Apolo.
56. Suspendida.
57. Niall + Mamá = ¿Cariño?
58. Tienda de mascotas.
59. Zayn Malik.
60. Mis amigos, mi familia.
61. Casa llena.
62. Noche de fiesta.
63. Fatídica mañana.
64. Una explicación.
65. Engaño.
Extra.
66. Declaración.
67. Propuesta.
68. ¡¿Dos en una noche?!
69. A tu lado. (Final)
SEGUNDA TEMPORADA
NUEVA PARTE

38.1 Karaoke Music: ¡¿Por qué?!

1.4K 100 9
By Vale_H13


Casi dos horas después, ya estamos frente al edificio donde se lee en brillantes letras "Karaoke Music".

– Bien, parece que aún no hay muchas personas. –comenta Emily, mirando los autos estacionados frente al local. A mí no me parecen pocos, pero tampoco muchos.

– Vamos por un poco de diversión, ladies. –nos dice Andy y, luego de un intercambio de miradas, entramos al lugar.

Las notas de un increíble mix de The Lazy Song nos reciben en el lugar. Es un lugar bastante amplio a como se ve por fuera, tiene una larga barra con varios bancos altos frente a ella, muchas mesas y sillas, y al fondo un pequeño escenario perfectamente iluminado para cantar. Es muy cómodo. Está decorado con colores oscuros como azul, purpura y algo de negro, todo lleno de luces para iluminar lo suficiente. Se ve muy bien, me gusta. Ya hay algunas personas esparcidas en el local, sentadas en las mesas, creo ver cuatro o cinco mesas ocupadas por los universitarios.

– Por allá hay una mesa perfecta.

Andy nos lleva a una de las mesas que están al frente del escenario, casi a la orilla. Cuando estoy por sentarme levanto la mirada recorriendo el lugar y mis ojos se encuentran con los de él.

Su rostro no tiene ninguna expresión, aunque estoy casi segura de percibir algo de sorpresa, aunque eso no me da una pista para saber si esta de humor o no. ¿Debería saludarlo? Tal vez, pero si está de malas no sería una gran idea. Podría ir hasta él y saludar a Louis y a Harry, quienes están a su lado, solo como pretexto para saludar a Niall, pero puede ser también mala idea. ¿Entonces solo lo ignoro? Puede ser una opción...

Sin poderlo evitar, y casi siendo inconsciente, le dedico una pequeña sonrisa y, sin esperar algo de vuelta, tomo asiento junto a Andy.

– Genial, más miradas del sexy biscocho. –reprocha Andy. Ay no...

– Andy...

– Lo sé, lo sé. Solo que a veces me molesto sin poder evitarlo. Pero trataré de ignorarlo esta noche a él y a sus miradas asesinas.

– Andy, eres un exagerado. Abby ya te dijo que se lo dirá esta semana, así que no creo que tengas que preocuparte. –lo tranquiliza Emily, quitándomelo de encima por esta vez. Te debo una, Em.

Una camarera de corto uniforme negro y purpura llega a nuestra mesa y deja tres vasos con lo que parece limonada con gas. ¿Y esto qué?

– Son de parte de los chicos de por allá. –nos señala hacia donde están Harry, Louis y Niall.

– Gracias, muero de sed. –agradece Andy sin chistar, tomando uno de los vasos.

– No es nada. Cualquier cosa que necesiten, solo llámenme. –dice la chica en tono amable y se retira.

– Bonito detalle. –comenta Emily. –Estoy casi segura que el de la idea fue tu chico, Abby.

– No es mi chico. Pero admito que es un buen toque. –y lo es. Es atento de su parte. –Es más, creo que iré a agradecerles.

– Aquí te esperamos, sweetie.

Tomo un trago de mi refrescante bebida, muy rica por cierto, y me pongo de pie. Bien, aquí vamos. Solo será un "Gracias por las bebidas, que lindo gesto". Eso es todo. Camino hacia los chicos, quienes están charlando entre susurros, al parecer. El primero en verme es Harry.

– ¡Hey, Brooks! –me saluda el ruloso.

– ¡Hey, Styles! –respondo, sin saber muy bien como saludarlo. Los chicos se saludan por su apellido, ¿no? Supongo que porque se escucha cool.

– Que bien que vinieron. Por un momento creí que rechazarías la oferta. –me dice Louis, con una linda sonrisa. En su mirada logro ver que de verdad le alegra que esté aquí. En cambio Niall, solo me observa, vigilando cada palabra que pueda salir de mí.

– ¿Cómo podría hacerlo? Me pareció algo divertido para terminar la semana. –respondo encogiéndome de hombros. –Venía a agradecerles por las bebidas. Fue muy lindo de su parte.

– No es nada. –responde Harry. –Además fue Niall...

– Tuve la idea de que les regaláramos a todos la primera bebida de la tarde. –habla Niall, interrumpiendo a Harry. Vaya, y por un momento creí que las había mandado solo para nosotras.

– Bueno, de igual manera, gracias. –digo con menos emoción. Que rápido me ilusiono últimamente. Bien, es hora de regresar a la mesa.

Justo cuando estoy por retirarme, una maraña de cabello rojizo se planta frente a mí.

Gran-dioso.

– Niall, creí que me alcanzarías con Joe. –dice Janet con su espantosa voz de gato estrangulado, sin dejar de mirarme con cara de "Aléjate, perra".

– Harry, necesito bajar unas cuantas cosas del auto. ¿Me acompañas? –le dice Louis a Harry, y silenciosamente se alejan. Que afortunados. Bueno, mi turno de dejar este lugar que de pronto comenzó a oler mal.

– Vaya, no sabía que vendría gentuza. –dice mirándome con asco. Oh Janet, mala idea de meterte conmigo... Esperen, ¿eso de su cabeza son extensiones? ¡Lo son! Ni siquiera puede ponérselas bien, no puedo creerlo. Bueno, siendo Janet, si lo creo.

– Yo tampoco, y sin embargo estás aquí, querida. –le respondo con una muy fingida sonrisa. No juegues conmigo, niña. Su cara se endurece y se pone roja. –Oh no, no te enojes linda, nadie dijo que podrías estar aquí toda la tarde, te puedes marchar en cualquier momento si no estás cómoda. –continuo. De verdad pareciera que su cara podría cocer un huevo bien frito. Niall solo parece sorprendido por mis palabras. ¿Es que acaso no piensa llevarse a su noviecita a otro lado?

– Creí que te había quedado claro lo que te había dicho, niña. –de todas las cosas que salen de su boca, ¿a cuál se referirá? –Pero parece que esa cabecita tuya no da para más. – ¡Perra!

– Como olvidar cada tontería que sale de tu boca, "niña". No venía con tu "novio", venía con Louis y Harry, quienes son amigos de tu "novio", para variar. Y creo que aquí a quien no le da para más su cabecita, es a ti, "niña", que no te sabes ni poner bien las extensiones. –su cara se revuelve entre furia, vergüenza y más furia, mientras su cara se pone de un intenso color rojo tomate o rojo dragón, no sabría decir. –Con permiso.

Me retiro de la galante y menuda parejita y regreso a mi mesa tratando de deshacerme de todo mi enojo. Esa chica tortura mi mente, al igual que el rubio, pero con ese ya me estoy acostumbrando.

– ¡Hey! ¿Qué tal la batalla? –me pregunta Em en tono divertido. ¡Y que batalla!

– Vimos como dejaste a esa pelos de jitomate, sweetie, así que cuenta ya.

– Solo puse en su lugar a esa niña caprichosa, para ver si así se le pega un poco en su cabeza que no se meta conmigo. –respondo, aun un poco tensa.

– Vaya, que ruda. –dice Emily un poco asombrada. –Si vimos cómo le cambiaba la cara cada que le decías algo.

– Fue increíble, sweetie. Su cara cambiaba de color tanto como Obama de calcetines.

– ¿Y tú como sabes que Obama cambia tanto de calcetines? –le pregunta Em en tono divertido. A veces Andy dice unas cosas que de verdad, que locura.

– Bueno, sunshine, es el presidente de Estados Unidos. Tiene que cambiarse los calcetines. Pero bueno, ¿Qué más te dijo la bitch esa, sweetie?

– Quería marcar su territorio, pero no me importó en lo absoluto. –respondo jugando con mi vaso de limonada. Ahora ya ni me la quiero tomar, pediré que me traigan algo más.

– Y no tiene por qué importarte. Ella puede hacer y deshacer lo que le venga en gana.

– Solo que no te haga o deshaga algo a ti, sweetie, porque estoy seguro de que sacas las garras, ¡y bien afiladas! –comenta Andy con exageración, haciéndonos reír. Bueno, en eso no se equivoca.

Un rato más tarde, el lugar ya está casi rebosante. Logro reconocer a la mayoría de la facultad de administración y algunos varios de artes plásticas. La música que hay es bastante buena, al parecer ese dj además de ser tan guapo, es muy bueno con las mezclas.

– ¡Demos comienzo a esta fantástica tarde de karaoke! –se escucha la voz del dj guapo y moreno. –Johan y sus amigos, del equipo de fútbol, nos deleitaran con una grande de las grandes bandas, y hablo de una gran canción de The Beatles. ¡Adelante, chicos!

El dj es bastante apuesto. Es moreno de cabello oscuro y facciones finas y perfectas. No puedo ver el color de sus ojos, pero apuesto lo que sea a que son lindos. ¿Estará en la universidad? Espero que sí.

Johan y sus amigos pasan al pequeño escenario y hacen su presentación en honor a The Beatles. Cantan bien, pero el chico que trata de cantar la parte Paul, no es muy afinado que digamos. Necesito algo para durar hasta tarde. Levanto mi mano llamando a la camarera y ésta se acerca enseguida.

– ¿Me traerías por favor otro cosmo?

– Por supuesto. –responde apuntando en su libreta. – ¿Algo más?

– ¿Chicas? –les pregunto a Em y a Andy.

– Un daiquiri de mango más. –responde Andy sin apartar la vista del show.

– Yo quiero uno de fresa. –responde Emily a la camarera, y ella apunta a toda prisa.

– En un momento les traigo sus bebidas. -dice y se retira.

– Esto es tan divertido, darlings. ¿Ya vieron al chico despeinado? Hace unas caras muy chistosas al cantar.

– ¿Ustedes no localizan a Adam? –pregunta Emily paseando su mirada por el lugar.

– Yo no lo he visto, sunshine.

– Yo tampoco. Debería de estar aquí desde hace rato porque se supone que te invitó a venir, ¿no? –le digo mientras le ayudo a buscar a Adam con la mirada. Si este chico deja plantada a Emily, por más guapo que esté, no se la voy a pasar.

– Sí. –responde Em desanimada. –Espero que no le haya pasado algo malo. Aunque las cosas ya no van tan bien. Creo que ambos nos aburrimos. –Andy y yo intercambiamos miradas.

– Tranquila, sunshine. Quizá llegue más tarde.

Luego de varias canciones desafinadas, y deliciosos daiquiris y cosmos, ya estamos un poco más animadas que hace un rato. Yo solo me encargo de tomar algunas fotografías a distancia de mis compañeros, mientras Andy nos hace reír con sus locuras, efecto del alcohol, supongo.

La siguiente persona en pasar es Janet, quien sube contoneándose con su corta falda y sus tacones de aguja, y nos deleita destrozando la bella canción de Katy Perry, California Girls.

– No puedo creerlo, es un asco. –comenta Emily con una mueca, antes de beberse un sorbo de su daiquiri. Creo que alguien terminará ebria esta noche, y no seré yo.

– Ni siquiera sirve para cantar. Espero que sea buena en la cama, para que tenga algo de que vivir, la pobre. –cometa Andy con una gran mueca. Si sigo escuchando esto, se me revolverá el estómago.

– Creo que mejor voy al baño. –anuncio poniéndome de pie. Al menos podré escapar de esta tortura.

Camino hacia un pasillo donde creo que están los baños y por suerte ya casi no se escucha la horrible voz de Janet. Necesitaré un monitor después de eso. Me da pena la pobre chica.

A mitad del pasillo localizo los baños. ¡Estupendo! Al momento de poner la mano en el pomo de la puerta, alguien llega detrás de mí, apartándome de mi destino. No... yo quiero hacer pis. Me giro y veo a Niall, quien me mira con intensidad.

– ¿Qué pasa? –le pregunto desconcertada.

– ¿Por qué? – ¿por qué, que? ¿Por qué vengo al baño?

– ¿A qué te refieres con "por qué"?

– ¡A todo! –responde un tanto obtuso, pero con mirada intensa. Sus ojos se ven más oscuros con la poca luz del pasillo. ¿Está molesto?

– Horan, podemos hablar en otro...

– No, no puedo esperar a otro momento. –y yo necesito entrar al baño o explotará todo de pis aquí. –Acompáñame.

Sin siquiera esperar a que responda, me toma de la mano y me lleva al fondo del pasillo, donde hay una puerta más. Seguro es el cuarto del conserje o algo parecido. Niall abre la puerta y me hace entrar detrás de él. ¡Es una oficina! Tal vez sea del dueño o del encargado del lugar.

– ¡Horan, no podemos estar aquí!

– No me importa. Quiero hablar contigo.

– ¿Qué demonios quieres ahora?

– No me dijiste que vendrías. –me acusa, situándose a un lado del enorme escritorio de madera a unos pasos de mí. Dios, nos van a regañar por meternos aquí.

– Bueno, no se dio el tema.

– ¿Por qué lo trajiste a él? –si, está molesto.

– Porque Louis nos invitó a mí y a "él". Se llama Andy, Niall. –esto está empezando a cabrearme. ¿Por que demonios se enoja conmigo? No le he hecho nada, y el en cambio se ha comportado tan extraño conmigo.

– No me importa como se llama, tú me dijiste que no sales con él. –su rostro se pone cada vez más rojo. Aun así puedo salir con mis amigos, ¿o no?

– No salgo con nadie. Y si así fuera, no creo que tenga que importarte mucho.

– ¡Claro que me importa!

– ¡¿Por qué te importaría?! –respondo en su mismo tono, harta de él.

– No lo sé, pero me importa todo lo que hagas, con quien sea que lo hagas. –esto es ridículo.

– Pero, ¿por qué? –es lo que no entiendo, joder. Tiene que haber algo.

– No lo sé. Yo solo...

– ¡¿Por qué, Niall?! –alzo la voz, desesperada, sin duda. Esto se está saliendo de control. ¿Tan difícil es?

– ¡Porque te deseo, maldita sea! –grita mirándome con intensidad, dejándome helada en mi lugar.

¿Qué? Wow. Deseo... ¿Me desea? Claro, en su cama, por supuesto. Pero sus palabras... Aun no puedo salir de mi asombro. Él se queda ahí, observándome. Escucharlo decir esas palabras es un tanto... excitante. Tanto como para incitarme a descubrir ese deseo.

– Niall...

No logro decir nada más. ¿Qué puedo decir ante eso? Con dos largos pasos, Niall ya está frente a mí, muy cerca. Oh, mi dios. Si con solo su maravilloso aroma siento que me mareo, con tanta cercanía creo que me voy a desmayar. Me mira fijamente a los ojos con intensidad y yo le sostengo la mirada, aun sin lograr reaccionar del todo.

– Te deseo, Abbigail.

Y solo terminar de decir esas palabras que logran alterar todo mi sistema nervioso y todas mis hormonas, planta sus labios sobre los míos.

¡Dios! Ya echaba de menos sus labios. Me besa de una manera voraz y desesperada, como si él fuera un hambriento y yo un festín. Me aferra a él colocando una de sus manos en mi espalda y otra en la nuca, como si quisiera impedir la posibilidad de que me alejara de él. Por nada del mundo interrumpiría esto, Niall. Subo mis manos por sus brazos, acariciando sus discretos músculos a través de su camiseta hasta llegar a su cuello. Me lleva con él, no sé si hacia delante o atrás, solo sé que siento que floto.

Mi trasero topa con algo, el escritorio, creo, haciendo que nos detengamos. Niall suelta mi espalda y mi cuello y me toma de los muslos haciéndome subir al escritorio. Noto nuestras respiraciones, agitadas y ansiosas, cargadas de lujuria. Se acomoda entre mis piernas y abandona mis labios para dedicarle especial –y deliciosa –atención a mi cuello.

¡Por todos los santos de lo excitante! Una corriente recorre mi cuerpo, dándome un calor increíble y un deseo extraño. Niall comienza a recostarme sobre el frío escritorio, siguiéndome sobre mí. Siento un par de bolígrafos y algunas carpetas bajo mi espalda, pero ya no me importa. Que nos corran o nos metan a la cárcel por entrar donde no debíamos. Yo solo quiero esto con Niall y lo quiero ya.

Tres golpes firmes en la puerta nos interrumpen.

¡Por todos los benditos santos de las interrupciones más inoportunas! ¿Por qué siempre nos pasa esto? De inmediato Niall y yo nos separamos. Pone uno de sus tibios dedos sobre mis labios en señal de que no hable. Créeme, Niall, ahorita no tengo muchas ganas de hablar.

– ¿Harry? –se escucha del otro lado de la puerta. ¿Ese es Louis?

– En un momento salgo. –habla Niall con voz ronca, pero firme.

– ¿Niall? – pregunta ahora confundido.

– En un momento salgo. –repite Niall, entre dientes. Por el tono en que responde, creo que no le gustó mucho que digamos la inesperada interrupción. Louis, si yo fuera tú, me iría de inmediato.

– De acuerdo. Nos vemos en un rato. –responde Louis, resignado.

Inevitablemente comienzo a reír. ¡Esto es el maldito colmo! Definitivamente estamos destinados a no tener un buen momento a solas. Debería de estar molesta o al menos un poco frustrada, pero no. Estoy recostada sobre el escritorio de no sé quién, riendo sin parar mientras Niall me ve como si fuera una loca destornillada. Tal vez sea eso, que me falten un tornillo o dos.

– Eh... ¿estás bien, cariño? –logro parar un poco mi risa y lo observo. Su rostro esta bañado en confusión, aunque una sonrisa aflora en sus enrojecidos labios.

– Estoy bien. Solo es... todo esto.

– ¿Las malditas interrupciones? – ¿acaso lee mi mente? A menos de que esté pensando de nuevo en voz alta. No, estoy segura de que no.

– Es un poco cansino. Bueno, no sé si es eso o el bolígrafo que se me está enterrando en la espalda.

Rápidamente, Niall se quita de encima de mí y me ayuda a sentarme. Por dios, creo que si era el maldito bolígrafo. Me acomodo el cabello y trato de normalizar mi respiración. Bien, y pasó de nuevo.¡¿Qué demonios pasa conmigo?! ¡Ya no tengo juicio cuando éste chico está cerca de mí!

– Deberíamos de salir de aquí. –murmuro sintiéndome de pronto incómoda, ya que a Niall de pronto se le acabaron las palabras.

– Si... creo que sí. –responde reaccionando. Bueno, solo un poco.

Me ayuda a bajar del escritorio y yo le ayudo a acomodar su cabello. Su cabello es suave, me gusta tocarlo. Paso una última vez mis dedos entre su cabello, disfrutando de esa sensación.

– Listo, creo que ya estás. –murmuro observando su cabello. Le queda muy bien el cabello revuelto.

– Ahora tú. –me toma de las manos y, con un suave jalón, me atrae hacia él.

Me acomoda un poco el vestido y un par de mechones de cabello. Luego se acerca a mi oído y luego de una leve caricia con la punta de su nariz, tira suavemente del lóbulo de mi oreja con sus dientes, haciéndome estremecer. Oh, dios, si sigue así, seré yo quien lo lleve de vuelta a ese escritorio, y no me van a importar las interrupciones.

– Ahora creo que ya estás lista. –me susurra, haciendo que su aliento se arremoline en mi oído y choque levemente con mi cuello. Se separa de mí y toma mi mano. –Vamos. –abre la puerta y juntos salimos de esa oficina.

Espero que no haya cámaras o guardias de seguridad cerca. Creo que si descubren que estuvimos aquí, podemos pasar un par de noches en prisión. Antes de salir del pasillo, Louis se planta frente a nosotros, un poco sorprendido creo.

– Hey, duende. Te estaba buscando.

– Creí que a quien buscabas era a Harry. –le responde Niall.

– Sí, no lo encuentro y quería que me ayudaras a buscarlo para sacar algunas botellas del almacén. Pero ahora veo que no era un buen momento... –dice viéndonos intermitentemente con una sonrisita pícara. ¡Por los dioses! Solo siento como el pulso se me acelera y la sangre corre frenética por mi cuello y rostro. Me suelto de la mano de Niall.

– Creo que mejor los dejo. Nos vemos en un rato.

Sin esperar respuestas o preguntas, salgo lo más rápido que me permiten mis piernas temblorosas y las zapatillas de tacón de Emily y entro en el baño de damas. Luego de por fin haber hecho pis, salgo del pequeño espacio del váter y me lavo las manos.

Niall llega a mi mente de manera fugaz, sin necesidad de una invitación. Los momentos con Niall son tan intensos, tan cargados de deseo, que una parte inconsciente de mí, quisiera dejarse llevar con él y toda su destreza carnal. ¿Podría hacerlo de nuevo? ¿Cómo será Niall en la cama? ¿Será tan brusco como el infeliz de Erik? O quizás así duela siempre... Tal vez no sea tan doloroso si se hace con cuidado, ¿no? Esto es horrible. No puedo creer que toda mi persona esté así de mal. Una maldita vez me bastó para no querer volver a acostarme con nadie más, para que me quedara grabado a fuego el maldito día en que Erik abusó de mi y mi confianza. Fue doloroso. Había mucha sangre. ¿Y cómo no iba haberla? Se comportó como un maldito animal.

Sacudo mi cabeza para eliminar cualquier pensamiento. No es lugar ni momento para que esa pesadilla me perturbe ahora. Seco mis manos y salgo del baño. Atravieso el pasillo y paso frente un pasillo más estrecho que lleva a una escalera. Vaya, segundo piso. No estaría mal echarle un vistazo. Subo las escaleras de metal y me encuentro con un amplio reservado. Varias mesas con asientos de vinil, ocupadas por algunos estudiantes que, por supuesto, no pierden el tiempo hablando, sino intercambiando saliva. Paseo la mirada rápidamente y me detengo de golpe al ver a un chico de cabello oscuro, quien se está besando apasionadamente con una morena de cuerpo bien proporcionado. ¿Adam? ¿Ese es Adam? Claro que sí, no podría confundir esa mata de cabello oscuro, aunque no pueda ver sus ojos verdes. ¿Es por esto que ni siquiera ha pasado a saludar a Emily? ¿Por estarse besuqueando con esta zorra despampanante? Bien, Adam Carter, estás en mi lista negra, y eso no es para nada lindo.

Antes de que alguien me vea, bajo las escaleras y me quedo un momento en el pasillo. Pobre Emily, se veía tan ilusionada con Adam, aunque dijo que las cosas ya no están saliendo bien. Y entiendo por que, Adam resultó ser un maldito patán. Parece ser que comportarse como idiota y ser un completo imbecil son materias en la universidad de las cuales no estaba enterada y todos los chicos van con excelencia. ¿Es que acaso todos los chicos de la universidad son así de cretinos y mujeriegos? Tengo que decírselo a Emily, no voy a dejar que este idiota la lastime.

Doy un último respiro y camino para salir del pasillo. Pero no sin antes toparme de nuevo con Niall.

– Hey, cariño.

– ¿Qué pasa?

– Me preguntaba si te gustaría que nos fuéramos juntos a casa. Bueno, si tú quieres. ¿Querrías? –por un momento lo noto con la guardia baja. ¡No me lo dijo en tono mandón! Se ve tan lindo cuando sonríe.

– No lo sé. Dejé algunas cosas en casa de Emily y tengo que regresar por ellas.

– Bien, no te preocupes. Si cambias de idea solo dímelo, ¿de acuerdo? – ¿dónde rayos quedó el Horan arrogante y narcisista?

– Por supuesto. –respondo un poco sorprendida por su repentina actitud. Horan, yo quiero un poco de lo que sea que hayas tomado.

– Perfecto. Nos vemos en un rato, cariño. –antes de retirarse, me planta un beso fugaz en los labios y luego sale del pasillo con energía. ¿Y ahora que mosco le habrá picado?

Continue Reading

You'll Also Like

569K 76.6K 45
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
138K 7.2K 44
Hola chicos, deciros que muchas gracias por el apoyo de la historia anterior. en esta historia aparecerán Tik Tokers, pero no serán conocidos y las e...
599K 25K 56
Sólo fue cuestión de tiempo. Cerré los ojos y agradecí por mi final feliz.
46.5K 2.2K 25
___ hood es hermana de calum hood. no es normal pero sus familiares, creen lo contrario la verdad es que nadie se da el tiempo de conocerla en verdad...