Viaje Inesperado [N.H.]© Part...

By Vale_H13

127K 8.1K 955

¿Qué sería de tu vida si cambiara de pronto? ¿Si tuvieras que alejarte de tus amigos? ¿Si tuvieras que dejar... More

Prólogo
1. Nervios y futuro trabajo.
2. Disculpas y lágrimas.
3. ¿Lista?
4. La despedida.
5. Bienvenida a Londres.
6. ¿Casa sola?
7. ¿Pizza, charla y explicaciones?
8. Idiota, voluble y arrogante.
9. Hasta luego, Horan.
10. Universidad, maletas y llamadas.
11. Cena y prisas.
12. No vuelvas a hacer eso.
13. Compras de último momento.
14. Primer día de clases.
15. Nuevos amigos
16. Queso.
17. ¡¿Mi novio?!
18. Galleta de la fortuna.
19. ¿Me darías una oportunidad?
20. Helado nocturno y notas musicales.
21. Hot cakes y tocino.
22. Melodías e instrumentos.
23. Experimento.
24. ¿Celos?
25. Pésima mañana.
26. ¿Quieres jugar?
27.1 Fiesta en casa de Adam: ¿Por qué me besaste?
27.2 Fiesta en casa de Adam: Noche de tragos y lluvia.
28. Descansa, princesa.
29. Una pequeña travesura.
31. Niall + Niños + Helado
32. Partituras y más.
33. ¿Un helado?
34. Recuerdos.
35. ¿Nos conocemos realmente?
36. Mas contenta y distraída que de costumbre.
37. ¡Vamos al Karaoke Music!
38.1 Karaoke Music: ¡¿Por qué?!
38.2 Karaoke Music: ¿Biscocho irlandés?
38.3 Karaoke Music: El fin de una gran noche.
39. Muy linda sorpresa.
40. Veinte preguntas.
41. Ahora si son buenas noches.
42. Un gran, gran problema.
43. Una noche llena de sorpresas.
44. Huyendo.
45. Largo día en la universidad.
46. Y el día continúa.
47. Solo un par de días.
48. ¿Es una broma?
49. Un pequeño recuerdo.
50. El regalo perfecto.
51. Encuentro.
52. Regreso.
53. Te necesito, mamá.
54. También me encantas.
55. Apolo.
56. Suspendida.
57. Niall + Mamá = ¿Cariño?
58. Tienda de mascotas.
59. Zayn Malik.
60. Mis amigos, mi familia.
61. Casa llena.
62. Noche de fiesta.
63. Fatídica mañana.
64. Una explicación.
65. Engaño.
Extra.
66. Declaración.
67. Propuesta.
68. ¡¿Dos en una noche?!
69. A tu lado. (Final)
SEGUNDA TEMPORADA
NUEVA PARTE

30. ¡Tarde de compras!

1.7K 110 22
By Vale_H13


Veinte minutos después ya estamos dentro de una tienda departamental, muy similar a Morton Williams en Nueva York. El recorrido hasta aquí fue tranquilo, y tengo que admitir que es divertido. Cuando quiere, Niall es un chico grandioso y genial. Son increíbles los momentos en los que estamos juntos y no discutimos.

– Jalea de moras natural me parece bien. –dice dejando un frasco de jalea en el carrito de compras.

– Pero yo quiero crema de avellanas. –protesto dejando un frasco de Nutella junto a la jalea. Bien, esto no es una discusión, ¿o sí?

– ¿Sabes la cantidad de azúcar que contiene eso? Creo que es suficiente con el café que te preparas.

– Pues para mí no es demasiado dulce, ¿de acuerdo? Además, la crema de avellanas se considera nutritiva. –respondo alzando la barbilla. La Nutella no se quedará, rubio.

– ¿Quién rayos te dijo eso? –frunce su ceño como si lo que dijera fuera una locura.

– Solo lo sé. Así que la Nutella viene con nosotros sin excepción. –y es mi última palabra.

¿Desde cuándo se preocupa tanto por mí? Solo llegué ebria una noche, no es para tanto. Tampoco es como si nunca hubiera bebido alcohol y me hubiera dado la peor intoxicación etílica de mi vida, que no exagere.

Continuamos recorriendo los pasillos, echando en el carrito las cosas de la lista de Lorane y viendo lo que será posiblemente nuestro menú de la semana. Cosas muy ricas al parecer, aunque ya no debería de sorprenderme por parte de Lorane, cocina delicioso. Finalmente llegamos a mi pasillo favorito: el de las botanas. Creo que es aquí donde menos problemas tenemos para ponernos de acuerdo. Metemos en el carrito bolsas de frituras, cajas de galletas, chocolates, palomitas y mis golosinas favoritas: serpientes de gomita.

Cuando salimos, metemos las bolsas de compras en el portaequipaje y entramos en el auto. Creo que todo fue bien, de hecho fue divertido. El sonido del timbre de Niall interrumpe el cómodo silencio. Frunciendo el ceño, contesta.

– ¿Sí? ...Lo sé, Tommo... –ah, es su amiguito Louis, grandioso. Sigo viendo algunas cosas pero atenta a su conversación. –No lo he olvidado... Me parece bien, ya viene siendo hora de que me pagues un par de favores.... –y de pronto se pone serio, incluso diría que molesto. –Creo que ya te había dicho que yo no uso esas porquerías... Pues no. Todos saben que yo puedo hacerlo sin el uso de esas cosas... Perfecto, nos vemos. –y cuelga.

– ¿Todo bien? –pregunto con la esperanza de que me cuente. Su cuerpo se relaja y me ve con una sonrisa genuina, como si no acabara de discutir con nadie hace un segundo.

– Nada grave, no te preocupes, cariño.

Y, claro, no me dijo y no me dirá. Tal vez tenga que ver con lo que hace por las noches. Cosa que tampoco me quiere decir. ¿Me lo dirá algún día?

Mientras conduce entre el trafico vespertino, repaso su conversación en mi mente. Dijo algo de que no usaba porquerías y que puede hacerlo sin ellas. ¡Por dios! ¿Se drogará? ¿Se prostituye? ¿Se drogará mientras se prostituye? Todo es una locura. Creo que si sigo dándole vueltas terminaré volviéndome loca. Bueno, más loca de lo que creo que ya estoy.

– Necesito ir al centro comercial a comprar algunas cosas. ¿No te importa si vamos? –me pregunta sin apartar la mirada del camino. Vaya, suena bien para pasar la tarde, aunque si no quisiera, ¿tengo otra opción?

– Por supuesto que no. De hecho, también tengo que comprar algunas cosas. –respondo recordando que tengo que comprar la cámara fotográfica. No quiero seguir olvidándolo.

– Bien. –me responde sonriendo, dedicándome una brillante mirada fugaz.

El recorrido pasa en silencio, salvo por uno que otro comentario sobre la canción en la radio o sobre algunas tiendas que quedan de paso en el camino. Llegamos al centro comercial y, sinceramente, me alegra que no sea al que nos llevó Andy a Emily y a mí ayer por la tarde. Ese centro comercial es enormemente... ¿Cómo decirlo? Enormemente grande.

– Iré a algunos locales de la planta alta. –me dice Niall deteniéndonos a unos metros de la entrada. –No tardaré mucho, al menos quince minutos. Podemos vernos frente al ascensor dentro de veinte minutos, si te parece bien. –lo que quiere decir que no tendré tiempo de dar unas vueltas por las boutiques para comprar algo lindo. ¿Podría ser peor este día?

– Me parece bien. Yo estaré por aquí. –respondo logrando ver a lo lejos, casi al fondo, una tienda de tecnología con varias cámaras en el aparador. Creo que me vendría bien pasar por ahí.

– Perfecto. –me responde con una animada sonrisa patentada por él mismo. –Entonces nos vemos en un rato, cariño. –me dice y, antes de irse, me planta un beso fugaz en los labios.

Oh. Por. Dios. Me quedo como estatua, sin saber cómo reaccionar mientras desaparece entre la gente.

¿Qué fue eso? Bueno, sí, fue un beso. Pero... ¿en público? Dar muestras de afecto en público significa algo más, ¿no? Es como una muestra de cariño ante todos. Una chispa de esperanza se enciende en mi interior. ¿Tengo alguna oportunidad con Niall?

Fácilmente me puedo imaginar al lado de un chico tan estupendo y único como Niall. Pero, tiene sus pros y sus contras. Él tiene muchas cosas a favor, pero las pocas que tiene en contra me preocupan, comenzando por la más elemental: la confianza. Yo podría confiarle muchas cosas, pero me preocupa su fidelidad. Los títulos de Mujeriego y Líos De Una Noche, me preocupan. ¿Cómo me vería si fuera su novia y de pronto anda coqueteando con otra? Sin duda me vería más que patética. Yo no podría arriesgarme a algo así.

¿Qué demonios estoy pensando? Ni siquiera sé porque rayos me planteo esto. Hace poco tiempo me dije que él y yo no tenemos posibilidades de estar juntos. No. Nunca. Ni en un millón de años. Primero se acabaría el mundo o lloverían unicornios con donas ensartadas en sus cuernos mientras defecan un arco iris al volar.

Mientras sigo vagando en mis pensamientos, me dirijo al local donde tienen las cámaras en el aparador. Son muy bonitas y modernas, y por lo que veo son buenas. Conozco bastante de cámaras fotográficas y, al ver todas estas, sé que puedo encontrar una muy buena aquí.

Entro en el local y un chico atractivo de cabello claro me recibe con una gran sonrisa. Guau.

– Buenas tardes, hermosa dama. –hola bello chico con lindo acento inglés. – ¿En qué puedo ayudarte? –me pregunta amablemente, sin dejar de sonreír.

– Hola. Busco una cámara fotográfica réflex digital de al menos dieciséis megapíxeles. –respondo con naturalidad, y veo en su rostro que se sorprende un poco. Sí, sí. Sé de cámaras, niño bonito, es una de mis pasiones.

– Claro. Te mostraré varias de las que tenemos. Este mes recibimos lo último en tecnología, así que debo tener lo que buscas. –me dice con una mirada y un par de alzamientos de cejas. Espero que solo se refiera a las cámaras.

El chico comienza a sacar las cámaras, dejándolas en el mostrador, hasta llenarlo con ellas. De hecho el chico tiene razón, tiene cámaras muy buenas, un poco más avanzadas que las que tengo en casa, de hecho. Pero sinceramente, me gusta más la sencillez. Además de que no podría cargar con algo tan grande por mucho tiempo, es algo agotador. Debo tener en cuenta que la traeré durante todo el día de clases. Me decido por la pequeña y practica Nikon D7000. Me servirá a la perfección.

– ¿Tu pago será en efectivo o tarjeta? –me pregunta el chico con otra de sus miradas coquetas. No te va a servir, cariño. Intenta otras técnicas de flirteo.

– Será en... –me detengo al notar que no traigo mi bolso, por lo cual no traigo la cartera, o sea: cero dinero. Maldición.

– ¿Ocurre algo, señorita?

– Sí. He perdido mi bolso y ahí tenía mi dinero. –al chico de inmediato se le borra su sonrisa del rostro y pone cara de "he perdido la venta" –Un amigo viene conmigo y cubrirá mis gastos, pero necesito localizarlo y no traigo mi teléfono por lo de mi bolso. –le digo con un mohín típico de niña triste por la pérdida de su caramelo. Tal vez si encandilo un poco al chico, me pueda ayudar.

– Oh, lo siento tanto. Te puedo prestar el teléfono de la tienda para que lo llames. –responde regresando con su sonrisa de "Yo soy tu héroe, nena". Bueno, mi héroe por esta ocasión, y no es un acto heroico, solo un favor. Al menos localizaré a Horan.

– ¡Eso sería fantástico! –respondo con fingida emoción y una enorme y falsa sonrisa, pero al parecer, él no lo nota.

Rápidamente el chico me pasa el teléfono del local y yo marco el número de Niall. Sí, sí, me lo sé de memoria. Ciertamente, a veces es difícil no leer una y otra vez los mensajes que me envió después de nuestra cena en el Clos Maggiore. Bien, espero que conteste. Responde al tercer timbre.

– Horan. –responde con recelo y seriedad. Uy.

– Horan, cuanto formalismo. –digo divertida y de mis labios se escapa una risita.

– Cariño. –en su voz escucho alivio y casi puedo ver a través de la línea su sonrisa. –Creí que nos veríamos dentro de cinco minutos.

– Sí, lo sé. Pero necesito comprar una cosa para la universidad y resulta que no traigo dinero ni tarjetas de crédito... – ¿cómo podría pedirle dinero? Creo que fue mala idea venir. Tal vez pueda venir cuando recupere mi bolso.

– Que yo recuerde, no nos han pedido nada en clase... –me responde burlón. ¿se está haciendo el difícil a propósito? Bueno, pues no voy a dejar que me humille así.

– Y que yo recuerde, estoy en dos facultades.

– Así que necesitas mi ayuda... –cabrón. No soporto que se ponga así. No soy nadie para estar rogando. Él me dijo que hoy todo corría por su cuenta, y viene y se hace el difícil.

– ¿Sabes? Ya no necesito nada. Te espero afuera en el estacionamiento. –y cuelgo.

¡Esto es increíble! ¡Es un completo idiota! No sé cómo demonios estoy viviendo con él. Ahora que lo recuerdo, debo buscar un departamento, mi paciencia con Niall se agota día a día. Doy un gran respiro y veo al chico frente a mí.

– Lo siento, creo que la cámara tendrá que esperar a mañana. –me disculpo, entregándole el teléfono.

– Ese amigo tuyo es un idiota. –me dice el chico sin dejar de mirarme.

– Y que lo digas. –respondo con un suspiro. Es un completísimo idiota. Creo que es un idiota y medio.

– Y es más idiota porque deja que una hermosa chica, ande sola por el centro comercial.

– Es algo complicada nuestra "amistad" –si es que se le puede llamar así. –Bueno, creo que mejor me voy. Espero poder venir mañana a recoger esta hermosura. –digo refiriéndome a la cámara. De verdad me encanto mucho. Espero poder recuperar lo más pronto posible mi bolso.

– Al menos esto tiene su lado bueno. –me dice el chico y lo veo. Esta sonriendo. ¿A caso no deja de sonreír? –Eso quiere decir que volveré a verte mañana.

Wow. Es lindo, sí, pero no es mi tipo. Él es como muy... no se... tiene algo que no va conmigo. Bien, tengo que salir de aquí, en busca de mi dignidad. Que lástima que no me sé de memoria el número de Andy, si no, lo llamaba sin chistar.

– Bien, hasta mañana, quizá. –me despido.

Me doy media vuelta y salgo de la tienda, casi arrastrando los pies por no comprar lo que quería. Niall cada vez se supera más.

Bien, ahora tengo que salir y recordar donde quedo el auto de Niall. Aunque, pensándolo bien, ¿Qué gano? No tengo las llaves del auto. Gran-dioso. No hubiera salido de la casa. No sé ni para que rayos salí de la cama. Bien, no me importa. Aun así saldré de aquí, necesito un poco de aire.

Me dirijo hacia la puerta eléctrica de la entrada y, antes de salir, alguien me toma del brazo.

– Hey, no te vayas. –su voz es inconfundible.

– Suéltame, por favor. –respondo sin mirarlo. No, no quiero mirarlo, ni siquiera eso se merece.

– Abby, por favor. Solo estaba bromeando.

– Vaya bromitas las tuyas. Te esperaré afuera. –le digo tratando de zafarme de su agarre, pero me sujeta más fuerte. –Horan, por favor.

– No voy a dejar que te vayas. –me dice a mis espaldas. Quisiera ver su rostro, pero me rendiría fácilmente con tan solo el brillo de sus ojos, y realmente me siento indignada y molesta. Resiste, Abby.

– ¿Y por qué no quieres? Es mejor para ti. Ya no gastas ni tu tiempo ni tu dinero.

– Eso no es verdad. Ya te dije que solo bromeaba. –me jala hacia él y me atrapa en sus brazos. Oh, no. No, no, no. Nunca logro concentrarme cuando estoy cerca de él, mucho menos así de cerca. Clavo mi vista en su pecho para evitar mirarlo. Su aroma invade mi nariz, y su respiración se acompasa con la mía, cayendo sobre mi frente. –A mí no me importa el dinero, y creo que pasar mi tiempo contigo, bueno, no lo cambiaría por nada más. –murmura cerca de mi rostro. No quiero mirarlo, sé que si lo veo a los ojos no podré poner más resistencia. Aunque admito que sus palabras casi me hacen delirar. Con suave tacto, toma mi barbilla entre sus dedos y me hace mirarlo. Sus ojos azulados brillan con súplica mientras no dejamos de vernos. Y, por un momento, siento que podría superar cualquier cosa a su lado. Que podría hacer cualquier cosa con él. Solo Niall y yo. – ¿Me perdonas?

No... No quisiera, no lo merece. Es un idiota arrogante y... y me gusta terriblemente. ¡No! No quiero perdonarlo. Pero su mirada... ¿Quién puede decirle que no a esos hermosos ojos? Lo odio por eso. No respondo. ¿Qué podría responderle? Mi cabeza es un lio. Desearía poder tener un espacio lejos de él, pero al mismo tiempo me gustaría estar cerca de él, como en este momento. ¿Qué pasa conmigo?

De pronto la distancia entre nuestros rostros se hace nula y sus labios ya están sobre los míos. Se mueven lentos, incitando a los míos a moverse con ellos. Y no logro resistirme más. Le sigo el beso. Nuestros labios se mueven en una especie de danza lenta, haciéndome querer más. Siento que suelta mi brazo y me rodea por la cintura. Subo mis manos por su pecho, con una me sujeto de su cuello y la otra la entierro entre su cabello, cerca de su nuca. Esto es tan... alucinante. Se está volviendo tan adictivo para mi.

– Eso lo tomare como un sí. –murmura sobre mis labios, de nuevo necesitados, cuando nos separamos.

Me quedo sin palabras. ¿Qué puedo decirle? Tal vez pueda decirle "Deberías intentarlo con otro beso. Quizás uno más profundo y en tu habitación". Solo niego con la cabeza tratando de aclararme y bajo la mirada. Se supone que estaba molesta con él, y viene y me distrae con este tipo de disculpas.

– Creo que fue un buen espectáculo para el resto de las personas. –me susurra al oído.

¿Las personas? Levanto la vista. ¡Las personas! Estamos en la entrada del centro comercial. No puede ser. ¿Cómo pude olvidarlo? Esto es increíble. Me separo de Niall, obteniendo de nuevo mi apreciado espacio personal. Observo disimuladamente a nuestro alrededor. Hay personas que nos ven de manera reprobatoria, niños que sueltan sus risitas mientras nos señalan, y personas de mayor edad que nos ven con una sonrisa traviesa llena de recuerdos. Todo un espectáculo. Al menos espero les haya parecido entretenido. Por favor, vayámonos de aquí. No soporto las miradas curiosas.

– Vamos. –me susurra Niall, tomándome de la mano, y apiadándose de mí.

Caminamos, pero en vez de salir del centro comercial, me lleva de nuevo hacia las tiendas y locales.

– Espera, creí que ya nos íbamos.

– No. Tenemos que comprar lo que necesitas. Tal vez mañana no haya tiempo. –me responde, y sigue caminando, llevándome con él.

– Tengo el día de mañana libre, creo que podría venir yo.

– Sí, pero yo no.

– ¿Y por qué tendrías que venir tú?

– Porque sí. –responde zanjando el tema, con una sonrisita bailando en sus rosados labios. Odio esas respuestas. – ¿Qué necesitas comprar? –no se va a rendir nunca, ¿verdad? Suspiro resignada.

– Una cámara fotográfica.

– Bien, vamos entonces.

Caminamos tomados de la mano hacia la tiendo de donde salí hace un rato. Ahí vamos otra vez. Al menos tendré la cámara, que es lo que más me importa. Entramos en el local y el chico que me atendió hace un rato, sonríe al verme.

– Hey, que bien volver a verte por aquí tan pronto. –me saluda sonriente, sin notar la presencia de Niall, quien me sujeta más fuerte la mano. ¿Qué le pasa ahora?

– Lo sé. De verdad planeaba pasar de nuevo por aquí. –respondo devolviéndole la sonrisa, librándome del fuerte agarre de Niall. ¿Qué demonios le pasa? Él fue el que quiso venir.

– Pues me parece bien que regresaras. –dice aun con la enorme sonrisa. –Entonces, ¿será la Nikon?

– Por favor. A menos de que tengas alguna objeción, Niall. –digo girándome hacia él. Espero no le moleste el precio. Gastar mil trescientos euros en algo que no es para él, seguro no es muy lindo. Cuando lo veo, parece molesto. Muy molesto. Oh, rayos. Casi puedo ver como la cámara se aleja de mi otra vez. Pero cuando lo observo un poco más, pareciera que quiere estrangular al chico frente a nosotros. – ¿Niall?

– ¿Mhmm?

– Te estoy preguntando si no tienes ningún problema con la cámara. –o el precio. Se gira hacia mí.

– Por supuesto que no. Para ti, lo que sea. –agrega con ese brillo en su mirada, y luego me guiña un ojo. Si no le molesta eso, entonces ¿por qué de repente pareciera furioso?

– Nos llevaremos la preciosa Nikon. –digo feliz volviéndome al chico. Él sonríe satisfecho, creo que no se ha dado cuenta de las miradas que le lanza Niall.

El chico deja sobre el mostrador de cristal la caja con la cámara dentro y comienza a teclear algo en la computadora.

Una cosa menos de que preocuparme. Ahora, creo que tendré que comenzar con los bocetos que han estado mandando el señor Horan y mamá. Se están comenzando a acumular y eso no es muy bueno.

Mientras Niall paga, yo me acerco a ver las portátiles y algunos accesorios para cámaras y tabletas. Tal vez deba comprar una tableta, o quizás tengan una en la empresa que me puedan prestar. Creo que es más práctico tener una, ya que puedo avanzar con los bocetos en casa.

– Listo, cariño. –me susurra Niall cerca de mi oído, haciendo que me sobresalte. ¿Tiene que hacer eso tan cerca de mí?

– Genial. –murmuro casi sin aliento. Sería buena idea interponer entre nosotros alguna regla de distancia: estar a, mínimo, tres metros de distancia. Me descoloca estar tan cerca de él. Me toma de la mano y salimos de la tienda. Ni siquiera recordé darle al chico lindo las gracias. – ¿Alguna otra cosa que necesites, cariño?

– No, es todo. Sabes que te pagare la cámara cuando...

– No. –me interrumpe. –Tú no me pagarás nada.

– Pero...

– No.

– Horan...

– No.

– ¡Déjame hablar!

– No. No quiero escuchar nada de lo que vayas a decir sobre el tema.

– Pero yo...

– Solo acéptalo como un regalo mío, ¿de acuerdo?

– Sí. Pero no es necesario...

– Ya dije.

– Pero, Niall... –de pronto me detiene a medio camino y me gira para quedar frente a él. Coloca mi mano sobre su pecho y con su mano libre toma mi otra mano.

Oh, por todos los dioses de las cercanías más excitantes. Sin duda es necesario poner unas cuantas reglas sobre la distancia entre nosotros. Me mira directo a los ojos, y de pronto es como si estuviéramos conectados de algún modo. Siento como si estuviéramos solo él y yo, en nuestra propia burbuja.

– Me gustaría mucho que lo aceptaras como un regalo de mi parte, Abby. Así me aseguro de que tienes algo de mí en tu vida. –concluye con una bella sonrisa de medio lado de mil millones de megavatios. Algo suyo en mi vida... Creo que ya tengo tu saco, Horan, pero ese me lo quedare un tiempo más. Y la cámara... Bueno, ¿cómo decirle que no a esa hermosa sonrisa? Y, además, a estas alturas, él ya es parte de mi vida.

– De acuerdo. –acepto en un suspiro. –Me aseguraré de cuidarla muy bien. –respondo en un murmullo, audible solo para él.

Sin siquiera pensárselo, se inclina y deposita un suave beso sobre mis labios, y yo, sin siquiera pensármelo, me acerco más a él, en busca de su contacto, de su calor.

Ya en casa, decidimos ver una película durante el resto de la tarde. Sospecho que él cree que no sé qué se irá esta noche, como todos los sábados. Aunque no ha dicho nada, pero, ¿cuándo ha dicho algo al respecto? Nunca.

Mientras Niall se queda abajo preparando las palomitas, yo subo corriendo las escaleras, ansiosa de abrir mi nueva posesión. Al entrar en mi habitación, me arrojo en la cama y abro casi desesperada la caja. Es emocionante cada vez que tengo algo nuevo, y lo es más cuando es un regalo. Un regalo de Niall. Ahora más que nunca quiero comenzar a tomar fotos. Rápidamente configuro la cámara y la preparo para mi primera fotografía. Y está lista. Ahora solo me falta mi objetivo, y se encuentra en el piso de abajo.

Me levanto casi de un salto y bajo las escaleras volando. Me dirijo a la cocina y, antes de entrar, veo a Niall de espaldas a mí, mientras espera las palomitas que están en el microondas. Perfecto.

– Hey, cariño. –lo llamo.

– ¿Sí? –se gira hacia mí y en el momento justo tomo la foto. Veo la pequeña pantalla. Esta tan guapo como siempre, sonriendo, y capturado en el momento perfecto. Una excelente primera fotografía. –Vaya, debí haberlo sospechado. Creí que ni aunque estuvieras inconsciente me llamarías "cariño". –es cierto. ¿Por qué lo hice?

– Bueno, me vi tentada a robarte la frase. Aun así saliste muy bien.

– Por supuesto. Soy toda una obra de arte, belleza pura. –dice mientras sonríe con su dentadura blanca y perfecta.

– Claro "señor belleza y arte".

– ¿Lo estas admitiendo? –pregunta divertido y asombrado.

– ¿Admitiendo, que? ¿Qué saliste bien? Es cierto. Puedo mostrarte la fotografía.

– No. –niega con la cabeza. –Sabes que no me refiero a eso. Me refiero a que soy una bella obra de arte. Aunque nunca lo he dudado. Además siempre he sido muy bueno en todo. Y, bueno, mi hermoso físico me ayuda mucho más. Pero, ¿qué te puedo decir? Soy el mejor. –hola ego, tenía como media hora sin saber de ti.

– Bien, déjame cambio el título de "señor belleza y arte" a "el tipo más narcisista que existe"

– Me gustaba más el anterior. –me dice con un mohín que me hace reír. Es tan genial, e incluso relajante, pasar momentos así con Niall. Es tan sencillo y fantástico estar con él.

Cuando las palomitas están listas, Niall nos conduce al fondo de la casa, justo donde se encuentra la sala de televisión, un salón antes de llegar al despacho del señor Horan. Observo que un poco más adelante del despacho hay otra habitación. Me pregunto que será. Tal vez ahí guarde parte de su secreto. Tal vez ahí tenga droga que posiblemente trafica, o el dinero de los bancos que roba, o quizás y tenga un cuarto de sadomasoquismo ahí dentro. Oh, dios mío. ¿Y si lleva una vida como la de Christian Grey? Bueno, es un poco parecido, ya que es un secreto el que oculta, y no suele hablar mucho sobre él.

¿Qué demonios estoy pensando? ¿Christian Grey? ¿En serio? Creo que cada vez me vuelvo más paranoica. Me dejo caer en el enorme sofá de piel que esta frente al televisor, y juego un poco con mi cámara, tomando fotografías de Niall mientras elige la película, mientras la pone, mientras me mira mal, luego cuando ríe, cuando come palomitas a mi lado, y una última de la palma de su mano tapando la lente cuando me quita la cámara, y la deja sobre la mesita que está al otro extremo del sofá. Finalmente me quedo quieta cuando la película comienza.


– ¿Abby, estás despierta? –escucho su suave voz.

– No, así que mejor guarda silencio. –respondo adormilada, acomodándome de nuevo en lo que parece el pecho de Niall. Escucho que ríe suavemente, además de sentir su suave ronroneo.

– Tengo que salir, – ¡lo sabía! – ¿quieres que te lleve a tu habitación?

– ¿Por qué mejor no te quedas? – ¿interferiría eso en su "trabajo"?

– ¿Lo dices en serio? –pregunta en voz baja. Parece que mi proposición lo toma por sorpresa, y creo que a mí también. Solo asiento sobre su pecho. –Me encantaría, hermosa, pero no puedo.

– ¿Por qué? –pregunto levantando la cabeza, enfrentando su brillante mirada.

– Tengo que salir. –de nuevo, no me lo dirá. ¿Algún día lo hará? –Volveré lo antes posible.

– De acuerdo. –respondo desanimada, levantándome del sofá. Bien, no importa, estoy casi segura de que lo sabré algún día. Camino hacia la puerta.

– Espera. –murmura tomándome suavemente del brazo. Esta de pie detrás de mi. Dentro de mi brota la esperanza, no sé si de que se quede o de que me cuente su secreto. Me giro hacia él. –Tal vez podamos pasar el día de mañana juntos. Si te parece, claro. –dice con un brillo de esperanza en sus ojos, justo como la que tenía yo antes de que se desvaneciera al no acertar alguna de mis esperanzas. Pero salir con él no suena mal.

– Claro. –sonrío débilmente. De verdad me gustaría saber lo que oculta. O que se quedara un rato más conmigo.

– Genial. Mañana será un buen día, lo prometo. –susurra con una sonrisa y en mi mano deja con cuidado mi cámara. Con un suave beso sobre mi frente, sale de la habitación.

Bien, al cabo que ni quería. Cuando yo también salgo de la sala de televisión, escucho el rugido de su motocicleta. Aun me sigue preocupando que salga en esa máquina mortal, y aún más si es de noche.

De camino a las escaleras me topo con Patrick, le doy las buenas noches y subo a mi habitación. Me siento agotada. Me pregunto qué hora será. Me pongo mi pijama y me dejo caer en la cama, pensando aun en Niall.

¿Podría obligar de alguna forma a Niall para que me diga lo que hace? Tal vez si lo presiono con muchas preguntas, o si lo chantajeo, o quizás si le propongo algo a cambio... ¿Qué estaría dispuesta a darle a cambio de su secreto? Sinceramente, ya no sé qué pensar. Mi cabeza terminará explotando de tanto pensar en esto.

¿Qué ocultas, Niall Horan?

Continue Reading

You'll Also Like

166K 8.3K 110
𓂋 Spanish translations ៸៸ ⊹ 𓈒 ˚ ⸰ 백 합 𝐓𝐮𝐦𝐛𝐥𝐫 ٫٫ ♡⃞ ⟡ ׅ ﹙ Lector masculino ﹚ ♡︭ ✦⠀⠀ᣞ ⬭ Ninguno me pertenece ...
194K 24.8K 119
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...
154K 21.3K 21
Viajar al Amazonas a pesar de su disgusto le abrió los ojos para darse cuenta que al final... Todavía no era verdaderamente libre. . . . No. 1 en #t...
273K 19.3K 35
Con la reciente muerte de su padre el duque de Hastings y presentada en su primera temporada social, Annette empieza a acercarse al hermano mayor de...