Si me dices que no

By AvaDraw

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¿Y si descubres que el chico que te detesta en realidad está loco por ti? Hugo no soporta a las feministas y... More

Nota
Parte 1
Parte 2
Parte 3
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Parte 11
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Parte 13
Parte 14
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Parte 39
Parte 40
Parte 41
Parte 42
Parte 43
Parte 44 (+18)
Parte 45
Parte 46
Parte 47
Parte 48
Parte 49
Parte 50
Parte 51
Agradecimientos
Extra 1: Antes
"Si me dices que no" en librerías🖤⚡️
Extra 2: Entrevista a los personajes

Extra 3: Después

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By AvaDraw

Cuatro meses después del concierto

—No la conocéis. —Hugo se encogió de hombros y terminó su bebida de un trago.

Bea suspiró aliviada y apoyó la espalda en la silla. Por un momento, había temido que Hugo se fuera de la lengua y confesara que ella era la chica con la que estaba saliendo.

Levantó la mano y llamó al camarero para que los atendiera. Los cuatro estaban sentados alrededor de una pequeña mesa en la terraza de un bar. Acababa de anochecer y la luz amarillenta de las farolas de aquella calle peatonal los iluminaba. Septiembre estaba a punto de terminar y la temperatura era especialmente agradable.

Frente a Bea estaba sentado Hugo, el chico al que tanto había detestado y con el que llevaba semanas liándose en secreto. Ni Iker ni Martín, dos de sus mejores amigos, sentados en la mesa con ellos, sabían que estaban juntos. Eso sí, el cambio en Hugo, quien parecía más feliz y había abandonado sus costumbres de mujeriego depredador, les hizo sospechar que estaba quedando con una chica. Así que se habían dedicado a interrogarle sobre el tema desde que pidieron la primera ronda.

Hugo no les contaría nada, o al menos eso era lo que le había prometido aquella tarde, mientras recuperaban el aliento y se vestían. Bea le hizo jurar que no abriría la boca, que mantendría su relación en secreto. Incluso aparecieron en el bar por separado. Él no le veía ningún sentido a esperar, pero ella consideraba que aún era demasiado pronto. Hugo le siguió la corriente porque, aunque no estaba de acuerdo, era incapaz de decirle que no.

El camarero se acercó y todos le pidieron una caña, salvo Hugo, que pidió un Aquarius.

—Tengo que reponer líquidos después de la sesión de esta tarde. He hecho mucho ejercicio —resopló, teatralizando su cansancio.

—¿Has ido al gimnasio un viernes por la tarde? —preguntó Iker incrédulo.

Hugo sonrió con malicia.

—No. Quedé con esta chica y me ha hecho polvo. Es insaciable.

Bea apretó los labios y le dio una discreta pero certera patada por debajo de la mesa.

—Joder, sí que os va bien. Aprovecha —dijo Martín sin molestarse en ocultar su envidia.

—¿La conoces del curro? ¿De Tinder? —Iker reanudó el interrogatorio.

—Es amiga de unos colegas.

La «amiga de unos colegas» puso los ojos en blanco. Hugo arriesgaba demasiado con esas pistas, les iban a acabar pillando.

—¿Y cómo es? —preguntó Iker.

—Probablemente sorda —se burló Bea.

—¿Sorda? —Iker la miró confundido.

—Solo una chica incapaz de escuchar sus bobadas quedaría más de un día con Hugo —explicó Bea.

—Una chica sorda podría leerme los labios. Soy muy bueno con ellos, Beatriz. —Le guiñó el ojo y ella gruñó.

—¿De qué curra? —Iker trató de reencauzar la conversación.

—Es modelo de lencería —afirmó Hugo con una amplia sonrisa.

Afortunadamente, el camarero llegó con las bebidas porque Bea necesitaba refrescarse la garganta. Se le había quedado seca al recordar la reacción de Hugo cuando la vio por primera vez en lencería y todo lo que habían hecho después. A pesar de que una suave brisa soplaba en aquella pequeña calle, le estaba entrando calor.

—Eres un cliché, tío. Con una modelo.

—Oye, que sea modelo no significa que sea tonta. —Hugo se defendió.

—No, pero, si está contigo, muy lista no es...

Hugo se hizo el indignado y el resto rieron a carcajadas. Las más sonoras fueron las de Bea.

—Bah, no tenéis ni idea. Es una diosa. —Hugo agitó la mano en un gesto de desprecio.

—Enséñanos su insta —pidió Iker.

—Menudo pervertido estás hecho. —Hugo le sonrió con complicidad.

—Que no, joder, es por si la conozco.

—Ya la veréis cuando os la presente, no quiero estropear la sorpresa. Además, luego vais de profundos y solo os interesa ver su físico.

—No es eso —protestó Iker.

—No me habéis preguntado por su personalidad.

—A ver, ¿cómo es su personalidad? —Iker se armó de paciencia.

—Pues es preciosa, tiene un culo de diez. Está tremenda. —Hugo sonreía mirando de reojo a Bea, que se cruzó de brazos.

—Hugo el Profundo —dijo Martín.

—Es muy inteligente, eso me gusta mucho de ella. Es una chica brillante. Se nota porque siente adoración por mí, le gusta todo lo que digo, me da siempre la razón. —Puso voz aguda—. Dice: "Oh, por favor, Hugo, opina de cosas, que lo haces muy bien".

Bea apretó la mandíbula, le enseñó discretamente el dedo corazón y le dio otra pequeña patada.

—Permíteme dudarlo —rio Martín.

—¿Y vais en serio? —preguntó Iker.

—Espero que sí.

Hugo sonrió embobado dando vueltas a su refresco.

—Joder, menuda cara de idiota se te ha puesto. Estás pilladísimo, ¿eh? —Martín estaba entusiasmado.

—Puede ser. —Hugo torció la cabeza y levantó las cejas, haciéndose el interesante.

—¡Y no lo niega! Te ha pillado bien, ¿eh? El cazador cazado.

Hugo asintió con la cabeza sin dejar de sonreír.

—Joder, parece grave. No parece un simple cuelgue.

—Le hemos perdido.

—A ver, Hugo, ¿estás pillado o la quieres? —preguntó Martín, subiendo la apuesta.

—Pero ¿qué clase de pregunta chorra es esa? ¿He quedado con adultos o con niñas de once años? —intervino Bea tratando de parar aquello.

—Con niñas de once años —respondió Martín, y se volvió hacia su amigo—. Contesta, Hugo.

Que los otros dos chicos empezaran a jalear a Hugo para que respondiera fue la salvación de Bea. Estaban tan ocupados tratando de incomodar al siempre seguro Hugo que no repararon en cómo sus mejillas se encendían.

No habían hablado del tema y no era una conversación que quisiera tener aún. No estaba preparada. Ella sentía algo, pero no quería ponerle nombre. Aquel sentimiento sin nombre hacía que no pudiera dejar de pensar en él y cuando estaban juntos era incapaz de despegarse de su lado. En esos momentos, la pequeña mesa que los separaba en la terraza le parecía demasiado grande.

Aquella situación la ponía nerviosa. No tenía ni idea de qué diría Hugo porque siempre que se ponían tiernos ella esquivaba el tema. ¿Y si él no sentía lo mismo? Clavó los ojos en su bebida y, de forma automática, se llevó la mano a la boca para morderse las uñas. Bajó la mano de golpe al darse cuenta de que ese gesto podría delatarla. Al alejar su mano, calculó mal y golpeó la mesa. A punto estuvo de derramar la cerveza. Su corazón se aceleró aún más.

Se obligó a respirar despacio, con calma. Hugo aún no había respondido. Seguro que les daría alguna contestación obscena. Levantó los ojos y se atrevió a buscar los del chico que la volvía loca. Entonces se dio cuenta de la trampa: Hugo no estaba esperando a que sus amigos se aburrieran y le dejaran en paz, no se estaba haciendo el interesante ni buscando una frase ingeniosa. Estaba esperando a que ella alzara la vista para poder decirlo mirándola a los ojos.

—La quiero, joder. Claro que la quiero.


Ilustración de LaMonyo

[16/9/2022]

Hola!

este extra cortito estaba en la versión en físico y ahora también lo tenéis en Wattpad 💕espero que os haya gustado.

He leído vuestros comentarios, mensajes, preguntas en los directos y tenéis razón, necesitamos más. Yo también tengo muchas ganas de escribir más sobre Hugo y Bea. Martín tiene cosas que resolver, hay quien sugiere que con la hermana de Hugo, jajajaja, qué ganas tenéis de que hacer sufrir a Hugo 😂

A la que no podemos dejar así es a Valeria. Como le dijo Delicia, le irá bien vaya a donde vaya, pero a mí también me dolió verla marcharse. A Iker le dolió mucho más...

Pero la primera historia que quiero contar es la de Germán. No, no la historia del Germán legendario, sabio y seguro de sí mismo que conocimos en "Si me dices que no", sino la del Germán que años atrás estaba bastante perdido en la vida, amaba el jevi y jugar al rol, pero se le daban muy muy MUY mal las mujeres y se enamoró de la más difícil de todas: la chica buena y popular de su facultad, que obviamente tenía novio.

Espero empezar a compartir esta historia muy pronto 🖤⚡️ya podéis añadirla a vuestra biblioteca

La ilustración de la portada es de Agosto3rd


Gracias por acompañarme todo este tiempo 💕os quiero!

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