Una cálida sonrisa | Naruto F...

By -Ayof-

204K 21.5K 2.3K

Después de tantos problemas y prejuicios hacia el clan Uchiha, se decidió entre los altos mandos llegar a una... More

PRIMERA PARTE
PROLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 26
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51
CAPÍTULO 52
CAPÍTULO 53
CAPÍTULO 54
CAPÍTULO 55
CAPÍTULO 56
CAPÍTULO 57
¡Estoy emputadisimo!
CAPÍTULO 58
CAPÍTULO 59
Entro en Hiatus
CAPÍTULO 60
TERCERA PARTE
CAPÍTULO 61
CAPÍTULO 62
CAPÍTULO 63
CAPÍTULO 64
CAPITULO 65
CAPÍTULO 66
CAPÍTULO 67
CAPÍTULO 68 (L)
CAPÍTULO 69
CAPÍTULO 70
CAPÍTULO 71
CAPÍTULO 72
CAPÍTULO 73
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS
EL HOMBRE PÁJARO

CAPÍTULO 37

2K 243 34
By -Ayof-

Konohagakure era irreconocible para todos. Donde antes había sido la mas grande y poderosa aldea ninja, en ese momento se transformó en un montón de ruinas y escombros. Todos los ninjas se movilizaban para intentar colocar campamentos para que los civiles heridos pasaran la noche. Por el otro lado, los lideres de Konoha estaban discutiendo lo ocurrido.

Itachi se mostró sereno, la misma imagen que había dado desde que tenía trece años. Su rostro permanecía imperturbable frente a los tres ancianos de la aldea. Los tres concejales del Hokage. Los tres habían mantenido su puesto desde que el tercer Hokage había tomado el puesto, y eso había sido hacía más de cuatro décadas. Después seguía el líder de las ramas ninja: Shikaku Nara, el líder de Jounin, también líder del clan Nara y el líder de Anbu. Después seguían los jefes de clanes. Hiashi Hyuga, líder del clan Hyuga; Tsume Inozuka, líder del clan Inozuka; Inoichi Yamanaka, líder del clan Yamanaka; Choza Akimichi, líder del clan Akimichi y, por último, él mismo, Itachi Uchiha, líder del clan Uchiha.

Todos sabían el motivo de la reunión. Estaban en una base escondida entre los rostros de los Hokages. Apenas estaba iluminado con algunas antorchas y velas, pues todas las plantas de la energía eléctrica quedaron destruidas. Todos se miraban tensos. Sabían que faltaba alguien. Tsunade no estaba con ellos.

—Iniciaremos esta reunión de improviso —dijo Homura.

—¿Y Lady Tsunade? No podemos iniciar sin ella —preguntó Shikaku Nara enarcando una ceja.

—Lamentablemente hay malas noticias respecto a ella —comentó Koharu haciendo que todos se alarmaran—. Durante la destrucción de Konoha bajo el poder de Pain, ella utilizó su chacra para salvar a los Shinobis que seguían en campo. Eso la dejó apenas con vida. Después de la llegada de Naruto Uzumaki, ella cayó en coma. Sus alumnas, Shizune y Sakura están atendiéndola, aunque ellas mismas creen que no despierte por un buen tiempo. De hecho, este es el motivo de esta reunión.

Todos guardaron completo silencio asimilando la noticia. Itachi recordó que había sido protegido por Katsuyu, quien ocupaba el chacra de Tsunade para poder curar. Suspiró y volvió su atención nuevamente a los tres ancianos.

—Como saben, no podemos quedarnos in un líder. En este momento somos completamente vulnerables. Y peor aún, no sabemos si Akatsuki volverá a atacar en los próximos días.

—Pero su líder ya fue derrotado. Al menos debemos tener más tiempo antes de un nuevo ataque —dijo Choza.

—Eso no lo sabemos. Puede que haya más miembros detrás de todo esto. No hay nada seguro con esta victoria, Choza —dijo Danzo.

—Entonces perdimos nuestra aldea solo para retrasar el poder de Akatsuki —dijo Shikaku al tiempo que tomaba un cigarrillo y lo ponía en sus labios.

—Puede que sí, puede que no —respondió Danzo.

—¡Esto es una mierda! —gritó indignada Tsume—. ¡No podemos quedarnos de brazos cruzados!

—¿Y que propones, Tsume? —preguntó Inoichi—. Somos débiles en este momento. Ellos no se preocupan ni por ellos mismos. Claramente estamos en desventaja. ¿Y si hay miembros nuevos? ¿Sabemos el poder real de cada uno de ellos? ¡No! Apenas sabemos en que nivel estamos nosotros, mucho menos sobre los demás.

Todos se quedaron callados después de que Inoichi dijo eso.

—¿Y a quién proponen para que asuma el puesto de Hokage? —preguntó curioso Itachi.

—Tanto Homura como yo —empezó a decir Koharu— creemos que la mejor opción sería Danzo.

Todos guardaron silencio mirando a los tres concejales con incredulidad. Para todos era bien sabido que Danzo había sido uno de los candidatos para tercer Hokage, pero también sabían que el viejo era de aquellos que harían una dictadura tan pronto tuviera el poder en sus manos.

—Están de broma, ¿verdad? —dijo Tsume.

—No, no lo estamos —respondió Homura.

—Sabemos que Danzo es uno de los ninjas más fuertes presentes aquí —empezó a decir Hiashi—. Incluso me atrevo a decir que entre nosotros solo hay un par que pueden lidiar con él en una batalla uno contra uno. Pero debe haber más opciones.

—No todo se trata de fuerza, Hiashi —declaró Shikaku mientras dejaba escapar el humo de tabaco—. También se debe tener una mente rápida y eficiente. Debe formular planes y también ser muy responsable.

—¿Estás insinuando que quieres ser Hokage, Shikaku? —preguntó con una ceja arqueada Danzo.

—No. Mucho trabajo para mí. Ser Hokage es un trabajo fastidioso. Prefiero seguir con mi puesto —respondió con desgano.

—¿Proponen a alguien más? —preguntó Koharu.

Todos guardaron silencio.

—Bien, entonces podemos decir que Danzo será el nuevo Hokage —dijo Homura.

Todos evitaron soltar un gruñido. Itachi frunció los labios mientras veía de frente a Danzo. Este mantenía su rostro estoico.

«Este tipo seguramente hará algún movimiento extraño lo más pronto posible —pensó Itachi viéndolo a los ojos—. Yo estaré allí para impedir que haga algo que afecte a mi clan»

—¿Qué te mantiene tan tenso, Itachi? —preguntó Danzo.

—Nada. Simplemente pensaba en si postularme o no para el puesto —contestó de forma seria.

Todos se quedaron atónitos ante lo que dijo Itachi. Shikaku sonrió levemente. Hiashi y Tsume fruncieron el entrecejo. Inoichi y Choza parecieron pensarlo.

—¿Quieres que el Uchiha tomé el control de toda la aldea? —dijo Danzo en un tono acusativo—. Eso me suena muy familiar.

—Solo pienso en el bienestar común —gruñó en respuesta Itachi—. No necesitamos una guerra más. Y conociéndolo, señor, usted es un devoto del conflicto. Eso lo ha marcado tantas intervenciones terroristas en diversas misiones que estuve bajo su mando.

—Y esas misiones mantuvieron la paz en Konoha —respondió con firmeza Danzo—. Fui el único capaz de tomar decisiones que parecían precipitadas por el bien de Konoha. Y cuando no las hago, todo termina como ahora. La aldea está destruida por la negligencia de Tsunade al no actuar con tiempo. No me vengas a decir sobre conflictos cuando todavía no vives uno, niño. Mejor sigue con tus planes de boda. Y no te preocupes por su seguridad, créeme, mis métodos la han mantenido a salvo durante años, y tú no te has dado cuenta.

Todos en la sala a excepción de Danzo se tensaron cuando Itachi se levantó de golpe. Este le dirigió una mirada fría a Danzo antes de comenzar a caminar a la salida. Abrió la puerta y sin mirar hacia atrás, salió a la penumbra de la noche.

Estaba molesto e indignado. Siguió caminando hasta que se detuvo abruptamente en el medio del bosque. Buscó algo en sus pantalones. «¿Los perdí? Creo que sí», pensó. Soltó un gruñido y siguió avanzando hasta llegar a la zona de los campos de entrenamiento. Cruzó el río Naka y por fin pudo ver a los campamentos donde se reunían los víveres. Varios de sus hombres traían consigo cajas llenas de comida. Los civiles seguían en los refugios, mientras que los Shinobis se preparaban para una noche fría de vigilancia.

Repentinamente apareció Shisui a su lado con una media sonrisa. Traía consigo una barra de cereal. Le extendió una, pero Itachi la rechazó. No tenía apetito para nada.

—¿Sucedió algo de importancia? —preguntó Itachi.

—Nada. Todos los miembros del clan están cooperando con la aldea. Mikoto esta con los heridos junto a unas enfermeras y doctores. ¿Y sucedió algo importante en la reunión?

—Ya escogieron un nuevo Hokage —dijo Itachi sorprendiendo a Shisui.

—¿Y Lady Tsunade? —preguntó Shisui.

—Está en coma. Por tu reacción, no lo han dado a conocer.

—¿Y quien es?

—Danzo.

Shisui suspiró. Vio a Itachi nuevamente, pero este igualmente parecía estar en sus propios pensamientos.

—¿Crees que intente algo en contra del clan? —se aventuró a preguntar Shisui.

—No lo sé. Pero si lo intenta, no me importa si me consideran traidor, yo lo asesinaré.

Siguieron caminando en silencio después de la declaración que hizo Itachi. Shisui suspiró repetidas veces antes de recordar algo. Empezó a buscar algo entre su bolso para kunais. Sonrió para sí mismo cuando lo encontró. Tocó el hombro de Itachi. Cuando este volteó les extendió un pergamino a sus manos.

—Ten. Son todas las cosas que pude rescatar de tu departamento —dijo Shisui con una leve sonrisa—. Hay algunos cambios de ropa —dijo señalando la vestimenta ensangrentada de Itachi—, entre otras cosas.

—Gracias, Shisui —dijo Itachi. Guardó el pergamino y siguió caminando.

Pasaban entre varios ninjas que iban de un lado a otro estresados y apurados. Itachi supo que aún había muchas cosas por hacer antes del amanecer. Se giró a Shisui quien estaba tomando algo en una cantimplora.

—¿Quieres? —preguntó Shisui extendiéndole la cantimplora.

—Está bien —respondió. La abrió y tomó un trago. Inmediatamente supo que no era agua, sino que era un poco de whisky—. ¿Enserio, Shisui?

—¿Qué tiene de malo? Es lo último que quedaba en mi casa.

—Ahora eres un bebedor empedernido más —suspiró Itachi devolviéndole la cantimplora.

—Me lo dice el fumador. Un día te va a dar cáncer y te vas a morir —respondió Shisui entrecerrando los ojos.

—Todos moriremos en algún punto. La cuestión es saber cuándo será eso —dijo Itachi.

Ambos se detuvieron en una roca. Itachi se sentó y abrió el pergamino. Insertó un poco de chacra y en una bocanada de humo salieron varias cosas. Vio dos cambios de ropa, armas, comida, una cajetilla de cigarros, un encendedor. Pero lo que más le llamó la atención fue el discman y el disco que hacía años no escuchaba. Estaba algo rota la caja, pero aún podía ver que decía «Paganini». Sonrió para sí mismo.

«Hace mucho que no escucho una canción de él», pensó Itachi.

Se giró para ver a Shisui viendo las estrellas del cielo. Ya no había contaminación lumínica, por lo que las estrellas eran más visibles para todos.

—Fue muy valiente lo que hiciste hace unas horas —dijo Shisui. Itachi enarcó una ceja, a lo que Shisui rio—. Defendiste a Naruto de ese Pain, eso es algo de admirar.

—No podía quedarme con los brazos cruzados mientras ella estaba por morir —respondió Itachi—. Y bueno, ahora todo parece estar un poco en calma. Solo espero que ella también ya esté bien.

Se giró hacia Shisui quien lo veía con una extraña sonrisa.

—Vaya, nunca esperé ver esta etapa en ti, Itachi. Estoy tan feliz y algo celoso de ti —comentó Shisui en un tono cantarín.

—¿De que hablas?

—Vamos, ¿realmente no te das cuenta? —dijo. Itachi negó con la cabeza a lo que Shisui dejó escapar un largo suspiro—. ¿Cómo ves a Naruto actualmente?

Esa pregunta confundió a Itachi. Pensó unos segundos su respuesta.

—Pues como una Kunoichi en ascenso. Tiene el potencial de volverse una de las personas más fuertes del continente —dijo Itachi.

—No me refiero de esa forma. Sino desde otro lado, más sentimental —musitó Shisui—. Ya sabes, como una mujer y esas cosas.

—¿Estás tratando de preguntar si me gusta Naruto?

—¡Exacto! —exclamó alegremente Shisui—. Entonces, ¿cuál es tu respuesta?

—Ella tiene dieciséis años, Shisui. Yo tengo veintidós años.

—Bueno, en eso tienes razón. Eres un asaltacunas realmente.

Itachi le frunció el entrecejo. Shisui simplemente se encogió de hombros.

—¿No se han besado ni nada? Digo, es curiosidad.

Itachi recordó lo de aquella ocasión en donde Naruto lo había sorprendido. Parece ser que demostró alguna expresión, pues Shisui sonrió con descaro.

—Parece ser que sí —dijo Shisui mientras se levantaba—. ¡Estoy tan feliz por ti!

—Cállate —gruñó Itachi.

Guardó sus cosas de nuevo en el pergamino, a excepción de la cajetilla y el encendedor. Se levantó de la roca y sin mirar atrás se marchó de allí. Shisui no lo siguió, pero tampoco le importó mucho. Abrió la cajetilla y sacó un cigarro. Lo encendió mientras inhalaba el humo amargo del tabaco. Exhaló nuevamente el humo. Sabía que ya se había vuelto adicto a fumar, pero era una forma para relajarse después de momentos de suma tensión.

Decidió que iría a la parte en donde estaban los heridos para ver a su madre. Pensó en ayudarla por una hora al menos para distraerse de todo. Pero recordó que también tenía deberes con su clan. Aún tenía que checar a todos los integrantes, tanto civiles como Shinobis.

«Luego checaré eso. Primero intentaré calmarme y despejar mi mente de todo eso»

Siguió caminando en la penumbra. Su cigarrillo ya se había acabado. Guardó la colilla en el pergamino de almacenamiento. Sus ojos estaban fijos al frente, justo en donde apenas se podía ver algunas llamas de antorchas. Agudizó su vista y vio a varias personas caminando de un lado a otro. Algunas traían batas de hospital. Supo de inmediato que ya había llegado.

Después de un par de minutos más, llegó al campamento.

Al igual que los otros que había visto, tenían tiendas hechas con telas, aunque para su sorpresa también había algunas cabañas hechas de madera. «Seguramente fue Tenzou quien hizo esto», pensó Itachi. Siguió avanzando, aunque nadie le parecía importar su presencia. Buscó con su mirada a su madre, pero no la encontró por ningún lado. Solo vio a la compañera de equipo de su hermano, Sakura. Se frotó el rostro para después seguir caminando. Se acercó a varias personas preguntando por su madre, pero ninguna supo responder. Después de algunos minutos la vio. Salía de una tienda con algo de ropa llena de sangre. Se acercó a ella lentamente.

—Madre —la llamó.

—Itachi —dijo con una sonrisa Mikoto—. ¿Qué haces aquí?

—Vine a ver si necesitaban ayuda aquí. Realmente necesito hacer algo productivo —respondió Itachi.

Mikoto lo vio un par de segundos. Después le dio otra sonrisa.

—Hueles a tabaco. Primero ve a lavarte la boca —ordenó Mikoto.

—Ja, ja. De acuerdo —contestó Itachi un poco divertido de la expresión de su madre.

Acompañó a Mikoto a una tienda. Ella entró y después de un par de minutos salió con un cepillo y pasta dental. Itachi se lo agradeció y se fue a lavar a un lugar algo alejado. Volvió después de ello. Mikoto asintió y comenzó a guiarlo por el lugar. Le dijo que solo se encargara de ayudar a suministrar los medicamentos. Tenía que traer las cajas de las bodegas subterráneas que estaban a dos kilómetros de allí y dejarlas en las cabañas de madera.

—¿La vas a ir a ver? —preguntó Mikoto.

—¿Eh?

—A Naruto. ¿No la vas a ir a ver? —repitió Mikoto sin mirarlo.

—Supongo. Iré al amanecer, ella seguramente sigue dormida. Después de todo ella fue una de las que más se esforzó el día de hoy —respondió Itachi—. Por cierto, ¿dónde está?

—Está a tres tiendas de la cabaña de la izquierda. Kakashi está con ella por el momento. Me dijeron que solo necesita un poco de descanso. Puede que mañana ya este completamente bien, o eso fue lo que dijo Sakura.

—Vaya, supongo que es sorprendente que ya esté completamente bien tan pronto.

—Bueno, siempre ha sido así. Quiero decir, su madre también tenía esa habilidad de una curación acelerada —comentó Mikoto.

—¿La conociste? —preguntó curioso Itachi.

—Éramos buenas amigas. Ella tenia diez y yo trece cuando nos vimos por primera vez. Era alumna de Tsunade en ese tiempo, aunque solo fue por un año —dijo. Itachi se sorprendió por saber que su madre era alumna de la quinta—. Con el paso del tiempo, ambas nos fuimos haciendo más cercanas. La personalidad de Naruto es muy parecida a la de su madre, aunque en apariencia física es cómo su padre. Ambos deben estar orgullosos de todo lo que Naruto ha logrado estando sola.

—Yo también estoy seguro de ello —dijo Itachi.

Después de ello, ambos se separaron nuevamente. Itachi comenzó a sacar todas las cajas con medicamentos. Junto a él había otros dos Shinobis que igualmente cargaban cajas. Ninguno hablaba. Todos se mantuvieron en sus propios asuntos, algo que le agradó a Itachi.

Se sorprendió de las tantas cajas que había, pero también era un alivio saber que aún conservaban suministros del hospital.

Así pasó durante algunas horas, hasta que la bodega quedó vacía. Ya era de madrugada, pero aun así había gente movilizándose. Por curiosidad comenzó a ver dentro de las cabañas de reojo. Dentro de ellas había varios civiles con enfermedades crónicas. Niños con fiebre. Mujeres embarazadas, algunas acompañadas de sus esposos. Inclusive había recién nacidos. Sintió una opresión en el pecho cuando vio todo ello. El hospital había quedado destruido por completo. Y sin no hubiese sido por Tsunade y Katsuyu, todas esas personas hubiesen estado bajo los escombros.

Sacudió la cabeza y caminó un poco más para despejar su mente. Apenas había dado unos cuantos pasos cuando se encontró con Kakashi. Sus ojos parecían cansados. Aun tenía sangre en su ropa, pero parecía no importarle en lo más mínimo. Lo vio y simplemente lo saludó con el brazo alzado. Itachi le devolvió el gesto. Siguió caminando hasta que recordó que su madre había dicho que Kakashi estaba cuidando de Naruto. Se giró abruptamente hacia donde había visto a Kakashi, pero este ya había desaparecido. Recordó en donde estaba la cabaña de Naruto. Se acercó a paso rápido. Vio la tienda. Dentro estaba iluminado por alguna lampara de gas, o eso dedujo Itachi. Abrió la tienda improvisada lentamente. Y allí dentro la vio. Estaba despierta, terminando de ponerse su blusa. Ella se giró hacia él cuando notó su presencia.

—Hola, Itachi —saludó alegremente Naruto.

«¿Enserio ya puede pararse? —pensó aturdido Itachi—. Son como las tres de la mañana. Han pasado apenas unas horas de su regreso y ya está de pie»

—¿Qué haces aquí? —preguntó Naruto ladeando la cabeza.

Itachi sacudió la cabeza y contestó:

—Oh nada. Es solo que vi salir a Kakashi de aquí —mintió.

Naruto asintió. Ella comenzó a buscar su chaqueta.

—Deberías seguir descansando. Ya hiciste mucho —comentó Itachi.

—¡Ni loca! Aún hay muchas cosas por hacer aquí. No puedo simplemente quedarme aquí descansando mientras los demás están en la aldea ayudando. No señor.

—Pero ¿segura que estás bien?

—Eso debería decírtelo a ti —respondió Naruto.

Ella se acercó a él lentamente y lo abrazó. Eso sorprendió a Itachi, pero no tardó en devolver el gesto. Naruto se aferró un poco más a él.

—Idiota —gruñó Naruto—, no debiste hacer eso. Moriste... y ni siquiera te importa.

—Naruto, tranquila —dijo Itachi en un tono sereno—. Si lo hice, pero era porque no podía ser solo espectador. Estaban por matarte a ti, y yo no podría solo ver eso. Reaccione por instinto.

Ambos se quedaron así por un par de segundos hasta que Naruto se separó. Lo vio con los ojos llenos de lágrimas, pero no las dejó escapar. Se las limpió con el dorso de la mano y suspiró. Se quedaron en silencio por bastantes segundos. Ninguno supo cómo continuar con una conversación. Naruto frunció los labios y después habló.

—Lo bueno es que sigues aquí —dijo en un susurró—. Eso me alegra.

—Y es bueno ver que no estás herida. Eso me quita una preocupación de encima.

Naruto le dio una enorme sonrisa antes de volver a abrazarlo. Itachi sonrió sin percatarse.

«Supongo que esto está bien»

.

.

.

Realmente estoy cansado. Necesito un descanso de la vida. Bueno, aquí otro capítulo, espero escribir otro más seguido, pero tengo el otro fic de Naruto y tambien me consume tiempo. lo bueno es que ya veo el final de este. 

Adios. 

Continue Reading

You'll Also Like

3.8M 519K 49
Kim TaeHyung le pide a Jeon JungKook que sea su novio. Aunque el pelinegro está catalogado como la peor pareja del Instituto, decide no rendirse. ...
19.4K 2K 16
𝗦𝗵𝗶𝘀𝘂𝗻𝗮𝗿𝘂 | Naruko amaba a Sasuke pero ahora ella ama ... ¿Shisui? Shisui amaba a Naruko desde que la vio. ¿Cómo resulta la vida? Lea para a...
678K 99.1K 96
Toda su vida fue visto de menos y tratado mal por las personas que decían ser su familia, estaba cansado de que todas las noches llorara por aunque s...
21.4K 2.1K 26
𝘀𝗵𝗶𝘀𝘂𝗻𝗮𝗿𝘂 | Naruto tenía 21 años cuando la enviaron al pasado a un tiempo que no había vivido. La enviaron a la era en la que Kakashi todaví...