Sus manos estrujaron con fuerza los papeles que estaban a su alcance, en un arrebato de furia golpeó la mesa haciendo que varias cosas cayeran al suelo, los presentes ahí guardaron silencio sintiendo la frustración crecer como grupo, ver a un omega tan fuerte como Naruto desmoronarse no era bueno, solo hacía que la histeria grupal creciera, porque nadie podía mantener la cabeza fría.
-¿Como demonios no tiene rastros? ¡¡donde esta Sasuke!!-exigio
-Tratamos de hacer lo mejor que podemos, perdí a una integrante esencial Naruto-dijo Sakura- mis manos están tan llenas como nunca antes, se lo importante que es Sasuke, pero si nos descuidamos todos los malditos escaparan.
-Me importan una mierda ellos-rugió fuerte, frenético- mi alfa mi compañero, está en peligro, y no me importa una mierda mas, necesito a Sasuke a mi lado sano y salvo o te juro-sus ojos brillaron peligrosos.- que te culpare por esto si lo pierdo.
Sakura arrugó el ceño, y su porte se endureció. camino hacia Naruto enfrentándolo.
-Culpame lo que quieras, pero yo aun sigo pensando por las miles de vidas que puedo resguardar y dar justicia, si tú has perdido tu enfoque por un lazo no es mi problema, si no ayudaras apártate.
Naruto tragó el grueso nudo que tenía en la garganta evitando que sus lágrimas salieran ahí.
-Pero...- quiso oponerse.
-Lo que no entiendes es que si le damos caza a todos los demás llegaremos a la cabeza y ahi estara Sasuke, se paciente, el es un hijo de puta resistente, no morirá hasta que esté a tu lado.
Naruto apretó los puños mordiéndose los labios, se dio la vuelta y se fue de ahí, subió a su auto y comenzó a manejar directamente a la casa, sus pensamientos estaban inundados de todo, era un caos que no le dejaba pensar bien, su omega se retorcía en su pecho y su bestia estaba a la defensiva, lastimada y lista para el ataque.
Cuando estuvo al alcance de su casa, se parqueo rápidamente y corrió hacia su casa, viendo a Deidara haciendo guardia desde la ventana del segundo piso, se calmó un poco, entró en su casa, Deidara lo esperaba con una sonrisa tranquilizadora aunque por dentro sabía que aquel rubio estaba igual de preocupado que Naruto, este asintió y le dio una señal para revelar la ubicación de Itachi.
Naruto camino hacia el cuarto de Haruki, el bebe estaba desconsolado desde que Sasuke había desaparecido, él sabía que uno de sus papás faltaba, Itachi lo consolaba la mayoría del tiempo, pero no era hasta que Naruto lo dormitaba con su aroma que Haruki se quedaba dormido con grandes lágrimas rodando sus pálidas mejillas.
Naruto entró viendo a Itachi quien acariciaba los cabellos de la cría, el alfa se dio cuenta de su presencia y sus ojos hicieron una pregunta silenciosa a la cual Naruto negó suavemente con la cabeza.
Vio el pequeño brillo apagarse en los ojos de su alfa mayor, y su estómago se revolvió, sin pensarlo se fue contra él buscando protección se permitió llorar, Itachi lo sostuvo cerca, agarrando sus muslos para cargarlo y sacarlo de ahí, los sollozos tristes, murmullos y voz rota fue todo lo que se escuchó durante unos minutos de silencio pulcro, Itachi cerraba los ojos con dolor e impotencia.
-Van dos semanas- sonó débil- no he sabido nada de él en 2 semanas.
-Tenemos que ser fuertes- dijo Itachi- él está bien.
-Siento su dolor-dijo Naruto levantando la cabeza para enfrentar a Itachi- cada vez que lo torturan lo siento latir en mis venas, siento su dolor como el mio, ¡¡lo están matando!!!
Itachi lo aferró más contra él, soltando sus feromonas, haciendo que Naruto sollozara y gimoteara triste contra su hombro, solo podria ser asi de necesitado con sus alfas, y le rompia el corazon no tener a los dos con el.
-El es fuerte...
-Estoy harto que me digan que es fuerte, hasta la rama más fuerte se quiebra...
Sintió el desconcierto y dolor de Itachi en su lazo, aun cuando el alfa fuera el más fuerte para él, su lazo no mentía y sabía lo aturdido y triste que Itachi estaba tras la pérdida de Sasuke, y a pesar de que no tenía un lazo directo con su hermano, sabía el dolor que Sasuke sufria.
Itachi acarició suavemente sus mejillas besando sus párpados suavemente, vio las grandes ojeras dadas por insomnio de tantas noches en vela, sufriendo a cada segundo que pasaba, llorando en la oscuridad de las paredes, y de la luna que no brillaba, sus ojos azules cristalinos brillaban cada vez menos, parecían tan cansados.
Camino directamente hacia su cama, dejando suavemente a Naruto sobre ella, con todo el cuidado y amor que podía transmitir, acurrucandose contra el, para no dejar que su cuerpo se enfriara en ese sufrimiento interminable, besos sus mejillas rojas por el esfuerzo de llorar, beso como si pudiera quitarle todo el dolor a su omega, quiso gruñir en enojo, en dolor y frustración, pero tanto su bestia como él sabían que no era el momento adecuado, no cuando su omega estaba tan frágil, se movió un poco para recuperar las sábanas y jalar una camisa de Sasuke que aun guardaba su olor, se la acerco a Naruto y este la busco a tientas para llevarla a su cara y olfatearla, su cuerpo se estremeció completamente, y se hizo una pequeña bolita, Itachi se enrollo en su espalda y eso le dio seguridad.
Itachi le vio cerrar los ojos con un suspiro tembloroso, se quedó quieto viendo cómo por primera vez en muchas noches Naruto dormitaba con el olor de ambos, y solo cuando Naruto estaba dormido se permitió cerrar los ojos él también, sin saber que pocas horas después el pequeño rubio miraria a través de la ventana, teniendo fuerza de voluntad en días y sensatez, armó un plan que sabía que no fallaría y con un pequeño susurro espero que el viento le llevaran sus palabras hacia su alfa
La puerta fue abierta dejando entrar luz, se cubrió con sus brazos para no quedar ciego, luego de pasar tanto tiempo encerrado era normal ser sensible a un foco de claridad luego de varios días.
Gruño retorciéndose un poco, escuchó la inconfundible risa de Sasori y quiso matarlo, sus garras salieron listo para defenderse, pero Sasori solo le lanzó un celular con las noticias en vivo.
-Al parecer le importas muy poco, decidió seguir cazando a los malos en vez de buscarte, quizá debería hacerte mas daño...
En la pantalla rota se podía ver como el grupo de Naruto arremetia contra nuevos líderes, y las escoltas militares, los periodistas y muchas personas que se reunían para ver el lamentable espectáculo, pudo ver varios omegas llorando y alabando a su omega, pude ver en uno de los acercamientos la seguridad en aquellos ojos azules y su corazón se tranquilizó, Naruto estaba bien, Naruto era inteligente, era su omega y se sintió orgulloso, mientras Naruto luchaba el tambien lo haria.
Escuchar la ruidosa respiración de Sasori le molestaba, lo vio de reojo notando los moretones en su cara y los rasguños a carne viva que aún poseía.
-Intentalo-murmuró bajo, casi letal haciendo que el pelirrojo se quedara quieto, y el apacible silencio se rompiera por el estallido de enojo del pelirrojo.
-Puedo dejarte tan mal que nunca más volverás a levantarte, no me retes-golpeó con fuerza los barrotes y Sasuke sonrio burlon, mostrando sus largos colmillos, y vio directo a esos ojos pálidos, levantó su mano mostrando lo letales que podrían ser.
-No tanto como te he dejado yo, inténtalo, ven-invito abriendo sus brazos y Sasori chasqueo la lengua golpeando los barrotes impotente haciendo que Sasuke riera más fuerte.
Estaba harto se suponía que Sasuke para este tiempo estaría despojado de todas sus fuerzas, herido y moribundo, pero el hijo de puta había sido tan fuerte que apenas y le habían podido tocar un pelo, claro que poseía moretes y algunos huesos rotos, pero no se comparaba el daño que él había causado a él mismo y sus compañeros, Sasuke Uchiha era una bestia.
Sus ojos brillaban con ferocidad en esa oscuridad como su felino, estaba al acecho y eso le ponía los pelos de punta, su cuerpo se estremecía en advertencia,el alfa frente a él estaba listo para atacar si decidía dar aunque sea un paso dentro de la celda, parecía que nada le podía hacer quebrar ni físicamente ni mentalmente, había sido un error meterlo en esa celda, ataca más fácil y por eso no habían podido siquiera intentar torturarlo de nuevo, había apostado a que estaria tan debil para ese tiempo, ya que ni agua ni comida había tocado sus labios, pero lo subestimo.
-Eres un maldito bastardo-rugió enojado- que no podrá hacer nada cuando tenga a Uzumaki en mis manos
y solo fue ahí cuando vio reaccionar de mala manera al alfa, pocas veces perdía su gran porte, Sasori sonrió triunfal esta vez- quizá probarlo para saber lo que tanto te gusta de él, ¿es muy suave Sasuke? ¿dulce? ¿se moja con facilidad?-sorbió sus labios - pero no creo que sea lubricante lo que corra por sus piernas, si no sangre.
Sasuke arremetió con fuerza en los barrotes casi agarrándolo de su uniforme, pero se apartó a tiempo, dandole una mirado llena de burla y de incitación, Sasuke entró en fiare listo para destrozarlo, pero Sasori solo negó yéndose poco a poco.
-Ese omega va a sufrir, te lo aseguro.
-no lo creo-su voz completamente ronca y rasposa- será al revés.
Sabia que Naruto no era tonto, sabia que habia un plan fijo que estaba siguiendo, la capaciadad de estrategia que Naruto tenia era realmenre mas alta que cualquier alfa u omega que habia concoido en esos años en la milicia, y sabia que Naruto tenia todo planeado y listo, lo unico que tenia que hacer el, era seguir mandándole fuerza a través de su lazo, para que supiera que estaba bien y que tenia tiempo, aun que su estomago ardiera, aun que sus heridads tardaran mas en regenerarse al no tener alimento, no importaba
Sería tan fuerte como pudiera, el resistiría, solo por el hecho de volver a ver a su hijo, a su hermano y a esos ojos azules que tanto amaba.
...
En una discoteca perdida en los bajos rumbos, llena de lujos aparentes, drogas y prostitución, la perdición hecha carne, resonaba la música fuertemente para aquellos que buscaban una noche de desenfreno, el alcohol líquido bailando en sus venas, peleas que terminaban en ríos de sangre, orgasmos vistos por todos, un lugar impuro que escondía a los altos políticos y altos poderes que disfrutaban de aquello.
En las salas elegantes y apartadas de la vista y bullicio del lugar se reunían los grupos importantes.
-¡Lo prometió mi señor! prometió que esta cacería de brujas terminaría, lo único que hizo fue incrementar.
-Subestimamos la avaricia de ese omega,¡realmente odia a los alfas!- un grupo de hombres hablaba asustados a su líder, se retorcía como gusanos asustados por ser sacados del fango.
Orochimaru le vio con el enojo conteniendo dentro de él, pero no falto mucho para que los presentes en aquella sala, se callaran al sentir el turbio olor del alfa frente a ellos.
-No, no los odia-dijo sereno- solo odia a los injustos, es un puto justiciero y quiere una reforma.
-¡Tuvimos que saberlo desde que comenzaron todos los levantamientos! tenemos el apoyo del gobierno, no puede meterse con nosotros.
-No no puede, ¿porque no nos defienden? ¿que acaso no pueden matarlo? ¡¡no tiene superpoderes!!
-Hasta ignoro a Uchiha, no sirvió de nada, es un monstruo.
-Mirense-dijo Orochimaru- temiendo por un simple omega, dan vergüenza.
-Nos hará pagar nuestros pecados mi señor-dijo el alfa tembloroso, Orochimaru se acercó hasta él y lo golpeó fuertemente haciendo que todos exclamaran y retrocedieran.
-Entonces que así sea, desde este día retiro mi protección hacia ustedes, no necesito perros que no tengan coraje en sus pellejos.
Y fue así como exploto la conmoción en la sala, Orochimaru les vio serio sin mucha expresión, no los necesitaba más, al fin y al cabo eran sus chivos expiatorios, y su tiempo de vida había llegado a su fin, el sonido de la música que antes estaba amortiguada por estar en un lugar cerrado atravesó las paredes fuertemente, habían abierto la puerta, Orochimaru levantó la mirada rápidamente viendo a un hombre con un hermoso kimono parado en la puerta corrediza.
Largos cabellos atados en una cola baja, un color azabache como la noche más oscura, pálido como la nieve y ojos fríos que centelleaban peligro.
-¿Quién eres tú? -bramó uno de los alfas alterados, listo para atacar.
-Me equivoque-formuló rápidamente comenzando a cerrar la puerta, pero para Orochimaru fue como ver todo en cámara lenta, esa cara... esos ojos peligrosos casi rojos brillantes acechando, había visto la mismísima cara de Sasuke y eso no le había gustado. se levantó rápidamente no perdería más el tiempo aquí.
Porque solo él había notado el peligro en sus ojos y nada bueno auguraban.
....
Felices fiestas atrasadas, espero todo este bien en sus vidas y lamento la tardanza.