Una cálida sonrisa | Naruto F...

By -Ayof-

204K 21.5K 2.3K

Después de tantos problemas y prejuicios hacia el clan Uchiha, se decidió entre los altos mandos llegar a una... More

PRIMERA PARTE
PROLOGO
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
CAPÍTULO 11
CAPÍTULO 12
CAPÍTULO 13
CAPÍTULO 14
CAPÍTULO 15
CAPÍTULO 16
CAPÍTULO 17
CAPÍTULO 18
CAPÍTULO 19
CAPÍTULO 20
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
CAPÍTULO 23
CAPÍTULO 24
SEGUNDA PARTE
CAPÍTULO 25
CAPÍTULO 27
CAPÍTULO 28
CAPÍTULO 29
CAPÍTULO 30
CAPÍTULO 31
CAPÍTULO 32
CAPÍTULO 33
CAPÍTULO 34
CAPÍTULO 35
CAPÍTULO 36
CAPÍTULO 37
CAPÍTULO 38
CAPÍTULO 39
CAPÍTULO 40
CAPÍTULO 41
CAPÍTULO 42
CAPÍTULO 43
CAPÍTULO 44
CAPÍTULO 45
CAPÍTULO 46
CAPÍTULO 47
CAPÍTULO 48
CAPÍTULO 49
CAPÍTULO 50
CAPÍTULO 51
CAPÍTULO 52
CAPÍTULO 53
CAPÍTULO 54
CAPÍTULO 55
CAPÍTULO 56
CAPÍTULO 57
¡Estoy emputadisimo!
CAPÍTULO 58
CAPÍTULO 59
Entro en Hiatus
CAPÍTULO 60
TERCERA PARTE
CAPÍTULO 61
CAPÍTULO 62
CAPÍTULO 63
CAPÍTULO 64
CAPITULO 65
CAPÍTULO 66
CAPÍTULO 67
CAPÍTULO 68 (L)
CAPÍTULO 69
CAPÍTULO 70
CAPÍTULO 71
CAPÍTULO 72
CAPÍTULO 73
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS
EL HOMBRE PÁJARO

CAPÍTULO 26

3K 335 18
By -Ayof-

CAPÍTULO 26

Cuando terminó de hacer sus pendientes, se dio cuenta de que ya era más de media noche. Con resignación fue a su departamento al que se había mudado hace un año. Se había dejado caer como piedra a su cama y quedó dormido en cuestión de segundos. Cuando despertó solo pudo gemir en resignación ante el trabajo nuevo que le aguardaba.

Llegó a su oficina para encontrarse con su hermano esperándolo en la entrada de esta. Arqueó una ceja mientras se acercaba a él. Cuando estuvo frente a él solo notó que tenía el entrecejo fruncido —algo característico de él— antes de alzar su mirada para verlo a sus ojos.

—¿Qué sucede Sasuke? —preguntó Itachi introduciendo la llave en el picaporte para abrir la puerta.

—Nada, solo venía a hablar contigo un momento —murmuró Sasuke en un tono neutral—. Hace mucho que no vas a casa Itachi.

—El trabajo no me da oportunidades hermanito, pero cuando se me dé la oportunidad, iré a visitarlos.

Itachi invitó a Sasuke a pasar, el cual aceptó y con seguridad se sentó en una silla frente al escritorio de Itachi. Volvió su mirada a su hermano antes de suspirar.

—Necesito que alguien me ayude a entrenar —dijo inesperadamente Sasuke.

—Vaya, así que ese era el motivo de tu visita —murmuró Itachi—. Puedes pedírselo a nuestra madre, ella estará encantada de hacerlo.

—No creo... los entrenamientos con ella son como los de Kakashi, solo control de chacra y taijutsu. Quiero mejorar en mi Sharingan.

—Ah, entonces podríamos pedírselo a Shisui. Él es muy bueno con sus ojos. Creo que en este momento está en una misión con su equipo Genin, por lo que no tendrá tiempo. Izumi también podría, sino fuera porque normalmente está ayudando en la academia como suplente de maestra —recitó antes de suspirar—. Te preguntaré algo, ¿por qué en este momento buscas entrenamiento?

Sasuke se quedó callado por unos segundos antes de soltar un gruñido y hablar.

—En la prueba que nos hicieron debido al regreso de Naruto, noté que aún me falta mucho para poder usar mi cien por ciento —pronunció con irritación—. Aparte que no quiero quedarme atrás de la idiota.

Itachi soltó una risa ante lo último. Sabía desde hacía años que su hermano era muy competitivo, y por lo mismo siempre buscaba ser el mejor en todo. Aclaró su garganta antes de hablar.

—Así que quieres ser más fuerte que tus compañeras —sonrió—. Te diré algo: los compañeros están para compensar en lo que tú no eres excelente, y no importa si tal vez Sakura sea más fuerte en fuerza física y Naruto sea más resistente en la batalla, son complementos para tu escuadrón. Mira, cuando tenga tiempo, te ayudaré con tu entrenamiento, y cuando Shisui llegue, le pediré que también se una. Esos ojos son poderosos, pero no quiero que dependas mucho de ellos, pueden provocar la muerte enseguida.

Sasuke no respondió, pero había captado el mensaje. Pronto los dos hermanos cambiaron de tema sobre otros asuntos con menor relevancia.

//

Salió de la ducha bastante relajada y serena. Meditó un poco antes de dirigirse a su cama, en donde se dejó caer sin preocuparse de vestirse. Solo se quedó allí pensando varias cosas al mismo tiempo. Sabía que no debía posponer las cosas ya, pero le era difícil lidiar con todo. Ahora más que nunca quería hablar con Itachi y de una vez por todas aclarar bien el matrimonio entre los dos. Se había sentido algo cohibida cuando se lo topó el día anterior, pero tampoco quería que las cosas siguieran tensas entre los dos.

Rápidamente comenzó a vestirse para salir de su departamento e ir al cuartel de la policía Uchiha. No tardó en salir de su departamento y se encaminó hacía el recinto Uchiha.

Cuando llegó al cuartel, algunos la vieron con esos rostros estoicos y serios mientras deba paso al frente. Ninguno se atrevió a interferir en su camino, aunque si generaba su curiosidad. Ella ignoró eso y simplemente dio marcha hacia lo que ella creía, era la oficina de Itachi. Para su buena suerte, si era su oficina, pues pudo ver que decía en una pequeña placa plateada el tirulo de «Jefe del Clan». Se acercó y llamó a la puerta para que le permitieran pasar. Se tensó cuando le dieron autorización, por lo que inhaló y exhaló un momento antes de dar paso al frente.

Entró y vio a Itachi, quien estaba concentrado en los archivos regados en su escritorio. Este alzó la vista y arqueó una ceja cuando vio a su persona.

—Hola Naruto —saludó—, ¿qué te trae aquí?

—Hola. Pues... —tomó un respiro— he venido a platicar sobre el asunto del matrimonio y cómo le haremos en estos años. Bien sabemos que las cosas pueden llegar a cambiar en estos tres próximos años, pero al menos, debemos tener algo certero para poder guiarnos en este asunto.

—Bien —suspiró mientras dejaba de lado sus papeles—. ¿Qué podríamos poner sobre la mesa?

—Cuando tenía doce, dije que le diría al Hokage sobre mi decisión de casarme contigo después de los exámenes Chunin, pero ocurrió todo aquello de la invasión, por lo que ya no hubo oportunidad de decirle, pero ahora que está Tsunade, podríamos decirle. Ella debe estar al tanto del matrimonio entre nosotros, por lo que no creo que se sorprenda demasiado.

—Eso suena bien —su mirada se quedó viendo sus ojos con una expresión seria y estoica—, pero no te oigo muy convencida. Todo esto siempre será un tema delicado entre tú y yo, y con ello conozco que aún no estás de acuerdo con esto. Si no quieres, no debes hacerlo. Le agradas a Tsunade, y ella podría hacer lo posible para que el contrato de matrimonio termine, y no habría necesidad de que estés obligada a casarte con alguien a quién solo conoces de nombre. Todavía eres una...

No pudo terminar cuando Naruto alzó una mano para que parase.

—Itachi, ya no soy una niña, lo haré —lo miró con seriedad mientras cruzaba sus brazos—, pues yo nunca renuncio a mi palabra.

—Acompáñame un minuto. —Itachi se levantó de su asiento tomando las llaves de su oficina.

Naruto se mostró algo atónita, pero no dudó en acompañarlo.

Los dos salieron del cuartel y comenzaron a caminar rumbo al pueblo a paso lento. En un principio los dos se mantuvieron en completo silencio, cada uno concentrado en sus propios pensamientos. Naruto vio de reojo a Itachi, el cual se encontraba impasible mientras su mirada se enfocaba al frente suyo. Volvió su mirada mientras exhalaba un poco de aire mientras intentaba adivinar qué era lo que Itachi quería hacer, pues realmente se encontraba algo confundida de lo que estaba sucediendo en ese momento.

—De acuerdo. He de suponer que no cambiarás de opinión tan fácilmente, por lo que lo menos que puedo hacer es... que comencemos a conocernos mejor —expresó Itachi.

—¿Entonces ya te resignaste? —inquirió en un tono burlón Naruto.

—Se puede decir que sí.

Naruto rio un poco antes de continuar.

—Bien, podemos empezar con presentaciones, como gustos y metas, cosas de ese tipo —musitó Naruto viéndolo al rostro.

—Me parece bien —respondió mientras giraba hacia la izquierda, yendo a la zona del mercado de Konoha—. Me gustan los dulces y tal vez, estar leyendo algunos libros. No me gusta mucho la carne y realmente detesto a las personas que solo piensan en su propio beneficio. ¿Metas? Pues realmente no lo sé.

—Mi turno. Me gusta el ramen y entrenar. No me gusta la gente que juzga sin conocerte. Y mi meta es ser la mejor Hokage en un futuro —espetó Naruto con una sonrisa marcada en sus rasgos.

Los dos siguieron caminando hasta que Itachi la invitó a pasar a un local de dango. Ambos entraron se fueron a sentar en una mesa algo alejada del frente del local. No pasó mucho para que pidieran una orden de dango acompañado de dos tazas de té. Cuando llegaron sus órdenes, procedieron a seguir con su plática.

—¿Qué música escuchas? —preguntó Naruto antes de darle un mordisco a su postre.

—Puede que un poco de todo, aunque realmente disfruto mucho de un violinista, aunque aún no he encontrado de donde proviene. Se llama Paganini y realmente me tranquiliza escuchar las diversas canciones que compuso. ¿Y tú?

—Bueno, también escucho de todo un poco, aunque puede que tenga preferencia por canciones de rock, aunque algo relajadas.

—¿Cómo baladas o parecidas? —cuestionó Itachi.

—Parecido —respondió. Pronto comenzó a formular algo que la estaba molestando desde ya hacía tiempo—. Bueno, realmente he tenido esta duda desde ya hacía un tiempo. Cuando nos dijeron que debíamos casarnos, recuerdo que realmente no te sorprendiste mucho, o nunca dudaste de hacerlo, así no supieras con quien, ¿por qué?

Itachi tomó un respiro antes de contestar la pregunta.

—Los matrimonios arreglados están desde antes que existieran las aldeas ninja, desde La época de Clanes, en donde para formar alianzas o mantener la línea de sangre de un clan se hacían arreglos entre miembros para que formaran un matrimonio. Cuando se fundó la aldea, incluso el primer Hokage se casó con una mujer de otra aldea para formar una alianza. Entre los clanes con límites de sangre, es común que los líderes de los clanes se casen con quien ofrezca más oportunidades de mantener la genética. Mis padres fueron parte de ello cuando jóvenes, y yo supe de eso desde que tenía doce años, por lo que conociendo que era el heredero, asimilé la idea de que me obligarían a casarme con alguien cuando tuviera la edad. Después ocurrió todo el problema de la aldea, y terminamos en esta situación.

Naruto solo asintió mientras tomaba un sorbo de su té. Lo miró por un segundo antes de mirar a otro lado.

—Bien... ¿por qué hacías tantas bromas cuando niña? —preguntó Itachi viéndola con atención.

—Me gusta hacer bromas, y era un buen ejercicio, sobre todo cuando todos los Anbu me perseguían para llevarme con el Hokage, ja, ja, ja —espetó divertida antes de mirarlo—. Supongo que te causé problemas, ¿no es así, ninja enano?

Naruto vio divertida como el rostro de Itachi se contorsionaba en una expresión de sorpresa cuando mencionó ese apodo.

—¿Cómo sabías que yo era un Anbu? —cuestionó.

—Bueno, realmente verte junto a tu amigo con el uniforme de Anbu no ayudaba a proteger tu identidad. Y bueno, también porqué tenías mucho parecido con el ninja enano que me llevó con el Hokage cuando pinté esas tres casas —entrecerró sus ojos a Itachi—, pero supongo que al final también batallaste en atraparme, y eso alimenta mi orgullo.

—Cierto, eres bastante escurridiza, y aún sigo sorprendido que pudieras huir con un traje naranja entre la aldea. Eres bastante buena en el sigilo y escondite —admitió Itachi.

—Gracias, que bonito halago —sonrió con sinceridad—. ¿Y qué haces para divertirte, o solo la pasas encerrado en tu oficina?

—Lo segundo. Ya no tengo el tiempo necesario para hacer otras cosas aparte de mi trabajo con el clan, por lo que no tengo pasatiempos en realidad, solo lleno y reviso formularios de cada misión que hace la policía.

—Eso es triste —arrugó la nariz un poco—. Entonces estos tres años los has pasado de esta forma, solo encerrado en una oficina sin salir a algún lugar o con alguien.

—Técnicamente. ¿Y tú, cómo fue tu entrenamiento con Jiraiya?

—¡Excelente! A pesar del que viejo pervertido pasase gran tiempo en las aguas termales o con prostitutas de cada pueblo, me ayudó mucho a mejorar mis habilidades ninja. Aunque también le hice bromas en el viaje para entretenerme, como robarle su dinero o esconderle su pornografía. También me entretenía con historias que contaban las distintas personas con las que hablé durante el viaje, entre ellos estaba un tipo que contaba relatos antiguos. El que más recuerdo era el de unos seres amorfos que venían de lugares más allá de las estrellas y que se ocultaban bajo el mar cerca de pueblos pesqueros; decía que ofrecían grandes bancos de peces a esos pueblos con tal de que ofrecieran sacrificios humanos, así mismo, también saldrían del mar para entablar relaciones con ellos, y con el tiempo, los habitantes se convertirían en esos monstruos inmortales y vivirían en su ciudad debajo del mar.

—Esa historia es muy fantasiosa —opinó Itachi.

—Lo sé, pero era muy entretenida, sobre todo con la forma del relato que recitaba el sujeto.

—Entonces no la pasaste nada mal allí fuera —recitó Itachi—, eso es genial, y creo que necesitabas despejarte un poco de la aldea para que conocieras como era el mundo que nos rodea.

—Si, fue genial hacer eso, aunque también extrañé mucho estar aquí en Konoha, por lo que cuando Jiraiya dijo que volveríamos me emocioné demasiado ante la idea de volver a ver a mis amigos. Realmente fue grato verlos a todos de nuevo, y me sorprendí cuando noté los cambios en ellos.

—Bueno, tú tampoco te quedaste igual. Ya eres una adolescente, por lo que has crecido desde que tenías doce años —musitó Itachi.

—Lo sé, y eso me hace darme cuenta del paso del tiempo —respondió Naruto con un tono relajado.

Los dos siguieron con su plática sin notarse el paso del tiempo en sus cerebros. Se habían perdido en las palabras formuladas del otro, ocasionando que pronto se hiciera tarde para Itachi. Cuando se percataron de ello, pronto pagaron su merienda y salieron con rumbo al cuartel lo más pronto posible. Naruto no tardó en notar que muchos los veían nuevamente con curiosidad, y a pesar de que no eran las mismas miradas de odio que recibía antes, ahora estas la ponían algo cohibida.

Antes de que pudieran salir del pueblo, escucharon a alguien llamar a Naruto con exasperación. Eso llampo la atención de ambos quienes voltearon de inmediato en la dirección del grito para ver a Sakura correr hacia ellos. Naruto arqueó una ceja interrogante mientras caminaba para cortar distancia con su compañera.

—¿Qué sucede Sakura? —preguntó cuando las dos estuvieron cerca una de la otra.

—Tenemos una misión urgente. Lady Tsunade ha llamado al equipo siete para ir a Suna. Debemos ir a su oficina y allí nos explicará todos los detalles de lo que está sucediendo, aunque por su tono he de decir que es algo con mucha importancia —expresó de manera rápida Sakura apenas tomando algunos respiros.

—Bien, debemos ir de inmediato —dijo con fiereza en su tono.

Se volvió de nuevo a Itachi y con una sonrisa dijo:

—Bueno, nos vemos Itachi —musitó con un tono jovial—. Me gustó pasar el rato contigo, ojalá podamos volver a salir en otra ocasión.

—También espero que podamos salir de nuevo, por el momento ve a tu misión, nos despedimos por el momento.

Sakura se quedó confundida en su lugar mientras veía entre los dos la interacción que tenían. Claramente no sabía lo que sucedía, pero sabía que no era el momento de preguntar para aclarar las dudas que surgían en su mente, por lo que sacudió su cabeza antes de llevarse a Naruto consigo rumbo a la oficina de Tsunade.

Cuando llegaron ya vieron allí a Sasuke y Kakashi frente a Tsunade. Saludaron rápidamente a su Hokage y esta simplemente asintió como gesto de regreso. Su mirada se encontró con la de Kakashi, el cual supo de inmediato que esta misión sería de un grado superior a las que había hecho antes. Solo había visto esa mirada cuando tomaba misiones como capitán Anbu bajo las órdenes de Hiruzen.

Inhaló y exhaló Tsunade antes de empezar a recitar.

—Bien, ha habido un gran problema con Suna. No sabemos cómo sucedió o que fue lo que ocurrió con certeza, pero al parecer el Kazekage fue raptado por dos tipos con capas negras y nubes rojas bordadas en la tela. Son el único equipo disponible por el momento, por lo que deberán ir a Suna para conocer todo lo sucedido y saber cómo podemos ayudar.

—De acuerdo —dijeron los cuatro al mismo tiempo.

Cuando terminó la invasión, a Konoha, Suna se dio cuenta que fueron engañados por Oto y Orochimaru, quienes habían matado a su líder en esa época y tomaron el mando de la aldea solamente para atacarlos. Gracias a que las cosas se aclararon, Konoha a regañadientes firmó un nuevo acuerdo debido a que las dos aldeas se necesitaban mutuamente, pues sin esa unión las demás aldeas podrían atacarlos y ocasionar una nueva guerra.

Los cuatro salieron rápidamente cada uno en dirección de su casa para alistar todo su equipo e ir inmediatamente a Sunagakure, la cual estaba a tres días a un paso ninja normal. Claro, tenían en mente sobre exigir sus cuerpos para llegar lo antes posible a la aldea vecina en el País del Viento.

Detuvo su paso cuando por fin llegó a las puertas de Konoha y ya solo faltaba Sasuke por llegar allí. No dijo nada y solo se mantuvo a la espera del último integrante del equipo. Cuando por fin llegó Sasuke, todos se apresuraron a salir en dirección al este.

—Oigan, tengo una duda —dijo Naruto llamando la atención de los demás—. ¿Quién es el nuevo Kazekage?

—Ya lo conoces —respondió Kakashi de manera neutra—. Es el mismo chico con el que pelearon, Gaara.

Los ojos de Naruto se abrieron con incredulidad mientras su mente procesaba lo que Kakashi acaba de decirle. Claramente nunca se esperó que el quinto Kazekage fuera Gaara, aquel chico que también era un Jinchuriki como ella. Ahora estaba completamente ansiosa de llegar, pues bien sabía que los enemigos siempre buscaban a los Bijus, y si le quitaran el suyo a Gaara, este moriría de inmediato.

Sasuke mantuvo su mirada al frente mientras su mandíbula se tensaba. Sabía quien portaba una bata semejante a la que fue descrita en el informe de Suna. Orochimaru traía una igual cuando apareció después de asesinar a Hiruzen, y eso lo mantenía bastante molesto. Si bien no sabía si el asesino de su padre estuviera con Orochimaru, al menos este debía saber algo de aquel tipo para encontrarlo. Era lo único que su mente trataba de tener en ese momento, pero había algo que le molestaba y que claramente debía hallar respuesta lo antes posible.

«¿Por qué estabas con mi hermano, Naruto?», pensó mientras veía a su compañera con los ojos levemente entrecerrados. Los había visto cuando salió de la oficina de Itachi, pues poco después apareció Naruto yendo a con su hermano. Eso lo había desconcertado, pero no pudo quedarse allí debido a que debía ayudar a su madre con algunas cosas. Por el momento intentaría no pensar en ello, pero cuando la misión terminara, iría a preguntarle a ambos directamente para saciar esa curiosidad que burbujeaba en su ser. 

Continue Reading

You'll Also Like

17.6K 990 8
Sasuhina Hinata es secuestrada por sasuke uchiha quien habia s herido gravemente a naruto pero fue salvado por sakura , fue golpeado por la que mas...
92.5K 12.7K 19
Viajar al Amazonas a pesar de su disgusto le abrió los ojos para darse cuenta que al final... Todavía no era verdaderamente libre. . . . No. 1 en #t...
56.5K 3.7K 11
Para Law, su nuevo paciente es un dolor en los huevos. Pero Luffy solo es un chico víctima de una extraña ''enfermedad" 2022/2023
679 60 6
Kuroko Tetsuya es una chica de cabellos cortos celestes y orbes celestes. Ella adora la vainilla, los batidos y postres del mismo sabor, ama el Básqu...