War Camp | L.S

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LLEGADA

Harry es un buen soldado, puede que el mejor. No se jacta mucho, solo cuando está tratando de intimidar a algún imbécil que está mirando o un nuevo integrante que ha estado luciendo su ego de principiante. Es humilde, en su mayor parte, pero se enorgullece de ser uno de los pocos que no es noqueado en el campamento.

Sale, con los nervios a flor de piel, de la ducha fría de los baños de Twist Camp, con una toalla blanca y grande hecha un nudo en su cintura, dejando su torso y su v de la cintura al aire, mostrando sus tatuajes mojados por el agua de hace unos segundos. No tardó más de cinco minutos en cubrir su piel con el uniforme de camuflaje y tomar su cabello largo y rizado en un rodete, como de costumbre.

La causa de su nerviosismo era, que por primera vez en todo su tiempo en el campamento, su progenitor le había concedido el beneficio y confianza para presentar el lugar a los nuevos. Descubrió la llegada de estos cuando estaba junto al irlandés y al de ojos marrones, sus dos mejores amigos, al ver acercarse el camión verde pistacho sobre el camino de tierra.

Tomando posiciones, se sonrieron entre los tres, colocándose uno junto al otro, ya que se dividirían en tres grupos para los quince nuevos jóvenes. Harry tomaría los que viera a simple vista más débiles, para mostrarles los lugares de pruebas y asustarlos un poco mientras veían a los soldados realizarlas.

Niall agruparía a otros cinco, para llevarles hasta el comedor y darles instrucciones de los horarios. Mientras que Liam se quedaría con los restantes para llevarlos hacia las campañas  y decirles también, los horarios tanto del despertar como el de las duchas. 

—Bienvenidos a Twist Camp. Aquí pondréis a prueba vuestras capacidades tanto físicas como mentales. —Niall murmuró una vez que la agrupación de quince muchachos temblorosos se ponían en fila, el rubio mostrando una sonrisa que hizo al ojiverde poner los ojos en blanco. 

—Esto no es un campamento de verano, esto es un campo de batalla. 

Harry murmuró, su voz saliendo notoriamente más grave e intimidante que la del anterior. El grupo de muchachos se puso a temblar cuando las piernas del de cabellos rizados se acercaron a ellos.

Liam le dio un leve toque en el brazo, indicando que se calmase. Pero eso no estaba entre sus planes. Esos muchachos debían enterarse que en aquel campamento no iban a jugar, iban a jugársela.

—Aquí mi compañero, el soldado Horan os dirigirá hacia donde tomaréis las comidas. El solado Styles, por otro lado, les acompañará a donde se someterán a una prueba principal para comprobar sus capacidades. Mientras que yo, soldado Payne, os llevaré al lugar donde vais a dormir y las duchas.

Transcurridos un par de minutos, los grupos se formaron por el ojiverde y ya iban en dirección al lugar donde se llevaban a cabo las pruebas para los principiantes. Aunque fuesen un conjunto de cinco chicos, uno de ellos captó la atención especialmente del más alto. Un chico temblaba particularmente más que el resto, uno de ojos azules y que le llegaba por el hombro. Tenía los ojos azules, pero también rojos e irritados, por lo que Harry dedujo que había estado llorando en el trayecto.

Los ojos de Louis, el muchacho que temblaba, no dejaban de observar el suelo formado por tierra. No se atrevía a mirar al hombre de ojos verdes, no quería mostrarle lo aterrado que estaba. Tomó una gran bocanada de aire, a pesar de que los latidos de su corazón tenían la intención de atravesar su caja torácica. 

Todo su cuerpo estaba increíblemente tenso e indefenso. Los pasos del hombre más alto y de pelo recogido en lo alto de su cabeza, resonaron en sus oídos como una bomba a punto de estallar frente a él. Al notar que éste se acercaba, la piel del más bajo se erizó.