| 33 |

5K 533 804
                                    

VOLVER

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

VOLVER

La pequeña niña masticaba su tostada de mantequilla, tarareaba y balanceaba las piernas.  Louis continuó bebiendo su café, sonriendo con satisfacción ante el pequeño ser postrado ante él.

—¿Sois soldados nuevos?

—Venimos en busca de un teniente. ¿No lo has visto por casualidad?

—Mami es soldado, pero ahora ayuda aquí, no me deja salir mucho, dice que es peligroso. ¿Cómo es?

—Es alto, muy guapo, ojos verdes y tiene un tatuaje en su mano.

—¿Tatuaje? ¿Qué es eso?

—Es un dibujo en la piel, sólo que es para siempre.

—¿Cómo el que tienes ahí?

La pequeña señaló a los dedos de Louis, quien sonrió.

—Exacto, ¿has visto a algún hombre que tenga un ancla en su muñeca, princesa?

—Sí, pero...

Louis hizo una mueca cuando ella comenzó a llorar.

—Oh, cariño, ¿qué pasa?

Louis preguntó, poniéndose de rodillas junto a su silla, escuchando a Niall suspirar a sus espaldas.  Le frotó las rodillas, completamente desconcertado.

—Él es amigo de mami. Pero mami dice que él ya no está. Mami tampoco está mucho conmigo.

Gimió de nuevo, extendiendo los brazos hacia Louis.  La levantó, besó su diminuta frente y la apretó contra su pecho.

—Mami estará contigo pronto, princesa, ¿de acuerdo? Antes de lo que piensas.  Y creo que ella querría que comieras tu desayuno, ¿no? 

Louis pasó los dedos por su trenza que estaba suelta por dormir sobre ella, quitándole la cinta para el cabello. 

—¿Qué tal si terminas de comer y te peino mientras me cuentas más sobre el amigo de mamá? Eso ayudaría a que ambos estemos menos tristes.

Eso hizo que detuviera sus sollozos por el momento. 

—¿Teniente triste?

Ella susurró.  Incluso la más pequeña de las tres, de seis años, miró hacia arriba con curiosidad, quien todavía estaba ocupada hablando con la manzana que tenía en las manos.

Eran tres hermanas, y el recuerdo de su propia familia hacía que su estómago diese vueltas incesantes.

—Él está solo, como tu mamá, debemos encontrarlo para que no esté triste, ¿verdad?

La pequeña frunció el ceño ante esto, y el pequeño rostro de la más diminuta parecía casi perturbado.  Para ellas, parecía imposible que Harry pudiera ponerse triste. El teniente era tan fuerte y valiente que ninguno de las niñas podía imaginarlo así.

War Camp | L.SWhere stories live. Discover now