Louis va como castigo a un campamento militar, y quizá no deba llamarlo castigo cuando conozca a uno de los soldados, uno de ojos verdes y cabello largo. No uno cualquiera, por supuesto, es el mismísimo hijo del coronel.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
TERAPEUTA
Allí estaban. Acurrucados en el sofá. Enredados el uno en el otro. La lluvia repiqueteaba contra las ventanas del piso. Estaban contentos. A gusto. Estaban en presencia del otro y eso era todo lo que necesitaban.
Harry, inconscientemente, pasó los dedos por el pelo corto del otro. Amaba tanto a su chico. Se sentía tan bien estar finalmente juntos, los dos. Fue tan hermoso poder establecerse en la casa.
Titanic se escuchaba suavemente en la televisión, era uno de sus películas favoritas para ver juntos.
—Eres Rose, yo Jack.
Harry siempre decía, Louis asintiendo con la cabeza, mirando a su chico con cariño. Esta vez, sin embargo, honestamente, Harry realmente no le estaba prestando atención. Parecía haber más ruido en su mente que cualquier otra cosa en este punto.
En cambio, Louis tenía su atención dirigida a Harry. Habían estado en una relación durante más de medio año y, sin importar cuántas veces Louis lo admirara, lo estudió intensamente; todavía no estaba acostumbrado a su belleza.
Louis miró a Harry, vio como su lengua se movía sobre su labio inferior.
Harry estaba haciendo lo mismo. Ojos escudriñando cerca a Louis. Se concentró principalmente en las pequeñas cosas, como cómo el flequillo de Louis caía ligeramente en sus ojos y cómo lo alejaba con la punta de sus dedos.
O cómo su nariz se arrugaba un poquito cada vez que encontraba algo tonto. Las cosas más pequeñas significaban más para Harry.
Louis tenía la cabeza metida en el cuello del teniente y, distraídamente, estaba tirando de los hilos sueltos de su sudadera. Harry presionaba un dulce beso ocasional contra la sien del chico más pequeño, dejando que sus labios se demoraran unos momentos.
—Eres la estrella más bonita de todas las galaxias, Lou.
Y lo era, realmente lo era.
La película terminó. Harry estaba medio dormido, sus ojos pesados, entrecerrados. Louis lo miró. Se veía tan pacífico. Tan dulce. Louis no quería interrumpir esto, pero tendría que hacerlo.
—Harry... —Comenzó, inquieto.
Con esto, se dio cuenta de que algo andaba mal. Solo lo sabía. Louis se ponía nervioso cuando algo estaba en su mente. Frunciendo el ceño, se volvió hacia él. Ahuecó su mejilla.
—¿Qué tienes en mente, Lou? —Preguntó, la voz suave y espesa por la preocupación.
Louis cerró los ojos, agarró las manos de Harry y las apretó con fuerza.
—Escucha, sé que te vas a enfadar...
—¿Contigo? Lou, ¿qué pasa? —Harry lo interrumpió, repentinamente preocupado.
