El Hermano de mi Ex

63 Basta

63 Basta

Nota: Hay dos capitulos antes de este, estamos de maratón por si Wattpad no avisa.

Ni Dallas y mucho menos Floyd, su nombre es Arabella Rose Hudson. Es una mezcla del nombre que eligió mi mamá y el que eligió Nikki, la combinación exacta entre el cabello rubio de Blake, los ojos verde/azul de Savannah, la genética de diosa que nos dio Victoria y las facciones finas de los Thompson. Ella es perfecta, es hermosa y nos enamoró a todos desde el momento en que la vimos.

Es pequeñita y delicada porque nació prematura, pero me siento de nuevo como cuando tenía once años y vi a Abby por primera vez en brazos de mi papá, me siento en las nubes y locamente feliz.

—Se parece a ti, — Simon deja de ver la foto y me mira a mí, — es igual de linda a ti, Gabe.

Es el único que se atreve a hablar, nadie más lo hace, ni siquiera la persona que debería estar tocando el cielo con las manos al conocerla, pero él sólo ha estado callado desde que llegué con la foto de mi sobrina y se la mostré, ni siquiera muestra la mínima pizca de interés por saber de ella o de mi hermana, y eso me enoja, me indigna y me desilusiona porque creí que él era diferente, creí que una parte de él era como ese chico del que alguna vez me enamoré.

—Mi mamá dice que es igual a ella. — Tomo de nuevo mi teléfono y lo guardo, — mi papá dijo que era la copia de Sav cuando nació, no lo sé para mí todos los recién nacidos lucen igual, pero es hermosa y muy, muy valiente, obviamente eso lo sacó de su mamá.

Sin indirectas, Gabrielle, viniste en son de paz.

—Obviamente, lo heredó de ella, — mi acompañante habla, — a Savannah le sobran los testículos que a él le faltan. — Miro a Aria para que se calle y lo entiende, — okey, no opino.

Tuve que inventarme mil y un excusas para venir hasta aquí, Ariaelle me ayudó a deshacerme de Ryder y de Adam que insistían en acompañarnos hasta "mi casa" porque en teoría todos juran que estoy allá con mi mejor amiga, pero no, yo estoy en medio de una cafetería con la persona que más odian Savannah y mi familia intentando mostrarle que el panorama no es tan oscuro como lo ve y que esa pequeña niña que acaba de nacer puede pintar su vida con muchos colores. Soy obstinada y no suelo rendirme tan fácilmente, pero Blake me pone todo muy difícil.

—No sé qué esperas de mí, Gaby. — Pongo los ojos en blanco, — tu hermana y yo ya hablamos de eso, — frunzo los labios y aprieto los puños bajo la mesa al notar que la llama "eso" y no como Arabella que es su nombre, — la vida de todos es mejor si no intervengo, Savannah tiene lo que quiere, eso me quedó claro hoy al ver a tu familia y a su novio con la niña.

Se refiere una vez más a ella de forma despectiva y juro que lo voy a golpear.

—Sí, bueno, es que resulta que un chico de veinte años es más hombre que tú y ha sido todo lo que tú nunca fuiste ni serás, — ya me estoy cabreando, — pero independientemente de eso, es tu hija y tiene derecho a conocerte; claro, si quieres y por primera vez en tu vida decides ser valiente.

Sus compañeros de banda sueltan un «Oh» por lo bajo que lo hace poner de mal humor pero lo que más lo enoja son mis palabras. Blake es el típico chico malo que se cree indestructible, que está a cien mil pies de altura sobre los demás, que le encanta tener el control y ser el jefe, que ama ser el centro de atención y tener a un montón de idiotas siguiéndolo y alimentándole el ego.

Me avergüenza decir que alguna vez yo fui una de esos idiotas, pero en fin, de los errores se aprende.

— Yo decidí renunciar a ella, — lo dice con tanta naturalidad que por un momento me olvido de quién estamos hablamos, — decidí renunciar a desempeñar ese rol en su vida.