28 Confianza

443 37 9
                                    

28 Confianza

Detengo el auto frente a la casa con la dirección que me envió Savannah y siento como cada parte del cuerpo me tiembla. Se supone que no debería estar aquí, se supone que en este momento debería estar yendo hacia el estadio a ver a Kasch jugar y no buscando a mi ex en medio del peor diluvio que he visto en mis miserables dieciocho años de existencia robándole oxígeno al planeta.

¿Te vas a quedar ahí o bajaras en algún momento?

Me armo de valor, me pongo la capucha de mi sudadera y bajo del auto aferrándome al paraguas con todas mis fuerzas, doy un giro completo para comprobar que no hay nadie siguiéndome, no puedo arrojarle más leña al fuego. Reviso de nuevo el mensaje y corroboro que no me haya equivocado de casa antes de timbrar.

Tú puedes, Gabrielle, solo se lo preguntas y ya, te vas y te olvidas por completo del idiota de Blake.

— ¡¿Gabe?! — Simon sonríe al verme y me estrecha entre sus brazos. — No sabía que vendrías.

Primero, lo primero:

— ¿Tú qué haces aquí? — Aparto al baterista. — ¿En dónde está el idiota de tu cantante?

—Ya decía yo que te estabas demorando en preguntar por él. — El chico de la batería de Orange Rain deja de sonreír. — Voy a buscarlo.

—Gracias.

Siempre me llevé bien con los chicos de la banda — al bajista le tenía miedo, pero esa es otra historia —, con el que más hablaba era con Dakota, el guitarrista, a Blake no le gustaba que estuviera cerca de Simon, ¿el motivo? Yo le gustaba al baterista. La primera vez que fui a un concierto de Orange Rain con Savannah él quedó flechado conmigo (lo cual es obvio porque soy adorable), al punto de invitarme a citas y enviarme regalos, el problema fue que mis estúpidos ojos no se fijaron en el chico dulce y amable que se desvivía por mí sino por el idiota, egocéntrico y mentiroso de Blake Thompson, alias: el cantante de la banda.

Yo no necesito buscar los problemas ellos llegan solitos a mí.

¿El resultado? Que el baterista y el cantante dejaran de hablarse, siguieran juntos solo por temas profesionales y que me dejaran a mí en medio de su tonta disputa de machos con el orgullo herido, el primero porque aún continuaba enamorado de mí y se sentía traicionado por su "mejor amigo" y el segundo porque, la verdad no sé el por qué, al fin y al cabo él me estaba engañando, y con mi hermana que no es lo mismo.

Te dije que lo mejor era volverte monja, Gabrielle.

—Hola. — Dejo de dar vueltas por el living al escuchar a Blake. — No creí que vinieras.

—No lo iba a hacer, pero la ocasión amerita el sacrificio. — Repaso cada uno de los golpes en su rostro. — No es que me importe, ¿Pero qué te pasó?

—Tu hermano. — Ryder, claro, ya decía yo que había estado muy calmado últimamente. — Vino anoche a verme y... — Señala su cara llena de moretones. — ¿Vienes por lo que publicó ese sitio web sensacionalista?

Imbécil.

—No, Blake, vine a verte, eres mi persona favorita en el mundo y me estaba muriendo de ganas por saber de ti. — Sus labios se transforman en una fina línea. — Obviamente vine por la estúpida publicación, porque que te metas conmigo te lo perdono, pero que lo hagas con mi familia, no, y menos si es con mi mamá, ella no se toca, Blake y lo sabes.

— ¡Pero yo no hice nada! — Saco de la cartera una de las tantas revistas que replicaron la información. — Mierda...

— ¿En serio solo eso vas a decir? Hoy ni siquiera pude ir a la escuela, Blake, todo el maldito pueblo está hablando sobre Savannah y yo, las marcas están pidiéndole explicaciones a mi mamá, mi papá ha tenido que confinarse en el autobús de la banda para no lidiar con los periodistas y su casa está rodeada de fotógrafos que quieren captar la primicia.

El Hermano de mi ExDonde viven las historias. Descúbrelo ahora