25. Cafetería

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CAPÍTULO 25: CAFETERÍA

POV LUCY

Decidimos aprovechar nuestros últimos días libres antes de que la noticia de nuestro romance se haga viral y nos veamos más limitados.

Hoy salimos a dar un paseo por la ciudad, luego fuimos a una cafetería y solicitamos que nos llevaran a un sector privado, en el que estaremos a solas tranquilos por las siguientes horas.

Fuimos a un negocio y pedimos que sacaran copias de las guías que nos dio la Doctora Gual en nuestra última reunión. Me limito a escucharlo mientras, bebo café y como las delicias que ofrece el lugar, la mayoría como cortesía, porque reconocieron quienes éramos y nos trajeron muchas más cosas de las que en realidad pedimos.

La gente ha resultado ser extremadamente amable con nosotros, felicitándonos, dándonos regalos y haciéndonos cumplidos. A pesar de que nunca tuve prejuicios contra el Capitolio, ya que mi madre siempre me dijo que no debía juzgar a las personas por el lugar del que venían y que no todos eran iguales entre sí; me sorprendí bastante de descubrir cómo era la gente aquí, probablemente porque en los distritos no paraban de hablar mal de ellos, pero es injusto generalizar. Fue como si se rompiera una barrera, que yo misma no sabía que existía y ahora ya no existe más para mí. Me siento cómoda estando en el Capitolio, a pesar de que estar frente a ciertas personas me provoque escalofríos.

−Coryo, ¿podremos recordar todo eso? –le pregunto luego de unos minutos cuando termina de leer lo relativo a Los Juegos del Hambre.

−Estoy seguro que sí, tenemos varios días −le da un sorbo a su café y deja las hojas a un costado−. La pregunta es: ¿Qué estamos dispuestos a decir sobre nosotros?

−¿Por qué lo dices? Esa mujer pidió que dijéramos la verdad.

−Creo que podríamos reservarnos algunos detalles, aunque dejemos claro que nos queremos.

Estoy de acuerdo con él, por supuesto. No quiero que se entrometan demasiado en nuestra privacidad.

−Como nos enamoramos, cuando nos dimos cuenta de ello, que pensamos durante los juegos y nuestra distancia, que hicimos en nuestro reencuentro.

−¿Crees que sea conveniente que no digamos que nos besamos durante nuestra despedida?

−¡Oh, no! Sería mentir, casi todos lo deben saber dentro y fuera de La Academia. Si no lo contamos nosotros, lo hará algún otro mentor que estuvo presente ese día.

−Bien, digamos que no fuimos totalmente conscientes de lo que sentíamos, hasta ese momento, cuando se hizo real y definitivo.

−Y que la semana siguiente fue dura para ambos, por no saber si nos volveríamos a encontrar o te perdería para siempre –noto que su voz se apaga al decir lo último.

Él debió pasarla tan mal como yo, solo que el imaginarlo muerto a manos de los profesionales esa noche, me rompió por completo, el dolor en mi pecho fue tan grande, que me hizo saber que lo sentía por él, era más fuerte que todo lo demás.

−Esa noche... –comento− me desmayé al imaginarte muerto. Así que, cuando desperté horas más tarde y Jessup me dijo que no había sido mi imaginación, ni un mal sueño, tomé la polvera entre mis manos, seguí llorando en silencio, me sentí destrozada y con miedo. Fue en ese momento que tomé real consciencia de que te amaba, justo cuando creí haberte perdido para siempre.

−Lamento que hayas tenido que verlo –estira su mano en la mesa para posar la suya en la mía−. En tu lugar me hubiera sentido igual –agrega.

Escrito en las estrellas (CoryoxLucy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora