58. Padres

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CAPÍTULO 58: PADRES

POV LUCY

-Suéltalo -dice Coriolanus.

Hemos estado los últimos diez minutos caminando por el jardín sin rumbo fijo, hasta que él decidió que era suficiente y me llevó a los bancos de piedra blanca bajo la elegante y antigua pérgola.

-¿Qué dices?

Coryo me observa apenado por tener que hablar de esto.

-Amor, yo sé que el tema de tu familia te afecta, es inútil que finjas frente a mí. Ambos compartimos el mismo dolor, no lo olvides. ¿Pensaste en tu madre cuando ellos contaron eso?

-Así es, no entiendo porque. Pensé que podría contenerme y creía tenerlo algo superado después de tanto tiempo. Es solo que... Owen...

-¿Qué sucede con él?

-La manera en la reaccionó cuando se la mencionaron me resultó tan familiar. No sé cómo explicarlo.

-Es lo normal, Lucy. El lenguaje corporal puede delatarnos, nos dimos cuenta de la situación sin que dijeran demasiado.

-Lo sé, pero aún así... -Corto la frase porque no estoy segura como continuar y cambio de tema-. ¿No es curioso, Coryo?

Él entrecierra los ojos y me mira fijamente.

-Baird...Se apellidan Baird. Ese es mi apellido paterno.

Cuando me registraron en el Distrito Doce como ciudadana de Panem, mentí respecto al orden de mis apellidos y decidí que el apellido principal fuera el de mi madre.

-¿Te crees que no he analizado lo mismo que tú? Estoy observando detenidamente a Owen desde la primera vez que lo conocimos, Lucy.

-¿Y?

-Me llama la atención que tengan sus ojos puestos en ti. Pero pienso que es una simple casualidad debido a que tus apellidos son algo normales en Panem, cariño. Eso no significa nada -concluye.

-Y no pretendo insinuar eso... De todas formas, debo confesarte algo.

-¿Qué?

-Ese hombre fue a vernos varias veces cuando estaba en el zoológico. Estaba tratando de hacer memoria porque sabía que lo había visto en alguna parte y fue allí. Siempre venía en la mañana mientras tú estabas en clases. Algunas veces se acercaba y nos dejaba comida a todos, y otras veces solo a mí y a mi compañero de distrito. Incluso una vez logró colarse después que tú compañera fue asesinada, después de que lo hiciste tú... creo. Dijo que tenía permiso para llevarnos comida y medicinas. Nos entregó personalmente pastillas para el dolor, las infecciones, y ungüentos para quemaduras. Me llamó a mí porque, según él, yo siempre era la persona más confiada y cuando vio mis quemaduras me preguntó que me había pasado; le dije que había sido por intentarle salvar la vida a mi mentor y me contestó que estaba muy orgulloso de mí y que había escogido bien. Ahora entiendo que lo dijo porque me invirtió dinero en mí. Luego de ese comentario, me pidió que le dejara ver mis heridas y fue muy caballeroso conmigo, aunque se horrorizó un poco al ver los cortes y quemaduras al quitarme los vendajes, me desinfectó las zonas afectadas, aplicó ungüentos, me volvió a renovar el vendaje y me obligó a tomar medicina. Me indicó que tomara los dos medicamentos cada ocho o doce horas hasta iniciar los Juegos del Hambre e incluso después si me dejaban ingresar con medicación. Luego me preguntó si alguien más estaba en las mismas condiciones que yo o peores; y atendió a todos los que dejaron ayudarse sin siquiera mostrar cara de asco, solo bondad y compasión. Me quedé mirándolo de cerca las casi tres horas que estuvo con nosotros. Juro que pensé que era médico o enfermero, hasta que lo volví a ver hoy y descubrí que es empresario.

Escrito en las estrellas (CoryoxLucy)Where stories live. Discover now