33. Momentos previos

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CAPÍTULO 33: MOMENTOS PREVIOS

POV LUCY

Nos instalan en el mismo camarín para maquillarnos y peinarnos. Coriolanus me mira de reojo a unos pocos metros de distancia y me sonríe tranquilizadoramente. Tigris trae todos los materiales necesarios para que haga las coronas que utilizarán para mi peinado y las solapas de rosas para los trajes de mi novio. Me agrada tener algo que me distraiga de mis propios pensamientos.

Me concentro en darle forma al alambre grueso y cortar los restos con las pinzas, cubrirla con la cinta verde y luego entrelazar las rosas de distintos colores a juego con el vestido con sus tallos y agregándole flores más pequeñas y hojas, mientras la sujeto con más cinta en lugares estratégicos para fijarlos, como terminan más rápido con Coriolanus, él se acerca a mí y trae una silla cerca de mí para hacerme compañía. Toma con cuidado las solapas con la rosa roja y la rosa azul y las examina.

−Adorable.

Ya he terminado con las dos solapas suyas, pero sigo trabajando con la corona, que debo cubrir en su totalidad mientras me peinan.

−Es bueno que te gusten, porque vas a tener que usarlas.

−Será un honor usar algo hecho por mi querida novia.

Coriolanus mi mira con intensidad y sonriente; parece estar de muy buen humor a pesar de las circunstancias.

Él acerca su mano a mi rostro y acaricia mi mejilla con ternura. Mis manos se detienen y me siento incapaz de dejar de mirarlo.

Pero la maquilladora interrumpe nuestro momento y aleja la mano de Coryo de mi rostro.

−No arruines mi trabajo, chico.

−Lo siento, no me pude resistir –se disculpa.

La mujer sonríe amablemente y nos mira a ambos.

−Lo sé, se ve tan hermosa como una princesa.

Él asiente.

−De por sí, es hermosa –dice en respuesta.

Siento calor en mis mejillas.

−Ya paren los dos, me harán ruborizar y me desconcentrarán.

−Está bien, Lucy. Sin embargo, si vas a vivir en el Capitolio, deberás acostumbrarte a este tipo de halagos, porque recibirás miles –dice ella–. Eres una chica realmente encantadora, linda y todos te aman.

El cabello rubio teñido semi recogido de la mujer cae en ondas y unas pequeñas arrugas se forman alrededor de sus labios cuando me sonríe, tal vez tenga el doble de edad que Coryo y yo pero es muy linda y buena, también. Le devuelvo la sonrisa.

−Gracias por todo, Cindy –le agradezco.

−De nada –contesta–. Entiendo que estén enamorados, pero no se pongan demasiado cariñosos hasta la entrevista, por favor –nos dedica una sonrisa divertida, antes de alejarse.

Coriolanus y yo nos quedamos viendo cómo se aleja y vuelve para hablar con el resto del equipo.

−Realmente pensé que no podían hacerte ver más hermosa de lo que eres, pero han resaltado tu belleza de una forma maravillosa. Tienes unos ojos muy bonitos, Lucy. Ahora se aprecian más.

Me observo al espejo y sé que tiene razón, tiendo a maquillarme para las presentaciones en el Distrito Doce, los Agentes de Paz a veces me hacen el favor de conseguirme maquillajes de otros distritos, o del Capitolio, por medio de sus familias, o directamente los que son más amigos míos me los regalan, porque saben cuánto adoro arreglarme. Pero entre maquillarse uno mismo y que lo haga un profesional, hay un largo trecho. Ahora mismo casi no me reconozco.

Escrito en las estrellas (CoryoxLucy)Where stories live. Discover now