Pequeño Gangster (Vkook)

Disociación

Aturdido despertaba con un dolor fuerte en la cabeza, sus orbes trataban de enfocar en algún punto pero era muy obscuro para poderlo hacer, le pesaba el cuerpo adolorido, no sabía dónde se encontraba, ni que día era, trató de levantarse pero su cuerpo estaba obstruido, atado a la cama con cinturones gruesos marrones que abrazaban el pecho, cintura y sus piernas, elevó su cabeza, puesto que solo podía manipular esa parte, enfocó sus ojos a una rendija con luz blanca que salía por la parte baja de la puerta, no lograba ver nada más, enseguida su mente trataba de cavilar por lo que estaba pasando, pero no recordaba mucho, trató de mover su cuerpo con más brusquedad para ver si podía aflojar uno de sus brazos pero le era imposible, así que entró en desesperación moviéndose por completo en un acto de poder soltarse, haciendo que la cama en el cual estaba atado empezará a rechinar, su respiración se aceleraba, su mente era cubierta por pensamientos de temor, pero no dejaría que lo venciera, de inmediato un escalofrío recorría su cuerpo, como si fuese un acto de instinto, sospecha que algo estaba por llegar.

La puerta se abría y una voz reconocida fue la que le hizo asegurar su intuición.

-Hola querido, tiempo sin verte, amor.

Los sentidos de JungKook fueron expuestos a un pavor inexplicable, su corazón palpitaba sin control alguno, su vista fue dirigida hacia el cuerpo que estaba frente a el, la luz que entraba por aquella puerta le dificultaba la visibilidad, pero para él Gángster, esa voz era lo que más temia por muchos años y no podía haber errado al escucharla.

-¡¡¡No, no!!! ¡Esto no está pasando!- su voz temblaba, trataba de engañar a su mente de lo que oía, pues no podía ver quién era.

-Sí corazón, pasa y pasará más de que estás imaginado- aquel hombre sin rostro, se acercaba lentamente al cuerpo de JungKook, el tronido de los zapatos que sonaba al caminar y ese olor que era muy significativo para el azabache hacia que su cuerpo se contrayera, su piel se erizaba y su respiración empezaba a ser estragos en sus pulmones, su asma se asomaba, haciendo que su respiración entrará en un estado de hiperventilación.

-No pequeño apenas voy empezando y no quiero que te me vayas a morir- sacó de su bolsa izquierda una jeringa que sin previo aviso suministró en el brazo derecho de JungKook.

La respiración del pequeño se calmaba y sus ojos se cerraban pesadamente, callendo nuevamente en un sueño profundo.

***

Cerca de 10 días habían transcurrido desde el accidente de ambos y JungKook no aparecía, la ambulancia que había pasado por él, no era de ese hospital y de ningún otro, Jimin movía sus contactos para localizarlo, pero hasta el día de hoy no tenían mucha información y para su mala suerte Taehyung estaba en completo descontrol, su intervención de una cirugía de costilla no iba a impedir moverse para salir a buscarlo, pero le era imposible salir del hospital ya que era sometido a continua vigilancia médica y de seguridad presisamente por su condición de salud, por ahora todo estaba en manos de Jimin y Yoongi buscar respuesta de su localización.

-¡Puta madre! Yoongi, ¡quiero más informes!, ¡Quiero a todo Corea buscándolo!...- los gritos de Taehyung se escuchaban por todo el piso del hospital en donde se encontraba.

-Sr. Kim, estamos en su búsqueda extenuante- Yoongi mantenía la postura delante de su Jefe, tratando de tomar las medidas necesarias, Jin, Hoseok y Jimin no paraban día y noche pero era como si se esfumara del mundo.

Tae trato de calmarse, pero sus sentimientos le traicionaban, llevo una de sus manos a su cara, tapando sus ojos para que Yoongi no le viese llorar, sus lágrimas salían en un acto desesperante.