Pequeño Gangster (Vkook)

Autorización

-Joven Jeon, hacia tiempo que no pasaba a visitarnos.

Frente a JungKook se postraban 4 ancianos, vestidos con túnicas blancas, y barba blanca que caían en sus delgados pechos, el pasar del tiempo se notaba en sus ojos y piel arrugada por los años que contaban, sentados en cuclillas, con sumo respeto JungKook saludaba haciéndoles una reverencia completa.

-Puedes levantarte- uno de los ancianos le daba la indicación.

-¿A que se debe la sorpresiva visita Joven Jeon?- el mayor de ellos se dirigía con delicadeza y cautela ante el líder del Clan.

-Maestro Senji, me da gusto verle y a todos ustedes también, seré breve pero temo que esto es un tema un poco delicado.

Uno de los líderes ancianos daba la orden, alzando su mano para que le sirvieran un poco de té, lo recibían como se merecia por haber tomado el liderazgo del Clan recientemente, le respetaban por ello.

-Pequeño Joven Jeon, aún recuerdo cuando te aburrias al vicitarnos- El viejo maestro sonreía al recordarle de pequeño, ellos lo habían visto crecer y desarrollarse en su clan, para ellos aún era el pequeño Kokie pero verlo de frente denotaba que estaban orgullosos por haber tomado la decisión de liderar su clan - Sé que ha sido difícil y muy dura la partida de tu padre- el anciano tomaba una postura seria al cambiar de tema drásticamente -Pero también sé, que tu padre crío a un gran Líder.

Esto último hacia que todos los ancianos concordaran con lo dicho.

Para JungKook le era muy gratificante escucharlos, se sentía orgulloso por aquellos cumplidos provenientes de los ancianos.

-Pero, bueno, no estemos con tristezas- alegraba uno -¿A qué se debe tu visita Joven Jeon?

***

Jimin permanecía sentado en uno de los grandes recibidores de la mansión, entretenido con un pequeño libro que había tomado del librero que estaba frente a el.

-¡Esto irá para largo!- se decía en voz alta, de muy mal humor.

Hojeaba una y otra vez el libro en sus manos, solo mirando los pequeños dibujos que plamaban cada hoja, de repente cerro el libro de sobremanera.

-¡Esto es muy estresante!, ¡Me volveré loco!, Se decía a si mismo.

Sin antes notar que tras de él se escuchó un chirrido que provenía de la gran puerta de madera que daba al recibidor, habían abierto la puerta.

Y para Jimin el ver quién entraba, era lo que había temido en todo este tiempo.

***

-Estamos enterados de que has forjado lazos con el Sr. Kim Taehyung, eso lo tenemos en claro, y sabíamos que en cualquier momento esta parte tendría que salir a la luz.

-Sin embargo creemos que es tiempo de que tu petición se dé por hecho, sabrás que a partir de que esto suceda, será cuestión de tiempo para que vayamos con el fin de seguir la tradición.

JungKook permanecía frente a ellos sentado en cuclillas, su mente era inundada de palabras de aquellos sabios, era una decisión que tenía que tomar tarde o temprano, y las consecuencias simplemente eran de esperarse.

No sabía si aún estaba preparado, ni siquiera sabía si lo deseaba o no, pero al final de todo tenía que está dispuesto se diera o no, y más que nada tenía que ser anticipado antes sus propias decisiones, ya que no sabía que pudiera deparar más adelante.

-La autorizacion está dada, Joven Jeon, esperamos prontas noticias gratas, y sobre todo felicidades por dar este gran paso para seguir heredando al Clan el linaje puro que se merece.

Sin más que decir JungKook se levantó de aquel lugar para retirarse, sin antes de despedirse disciplinadamente de sus líderes ancianos.

***

Jimin volteo a verle a la cara y su rostro palideceo, su instinto repentino fue dar un paso hacia atrás, el cual al hacerlo chocó contra el gran librero.

En un instante ya estaba atrapado entre el librero y aquel cuerpo varonil.

-Dejame en paz- resonó ante aquella sala de estar, la voz de Jimin sonaba tajante.

-Me encanta ver tu carita de zorrito asuditadizo- aquel hombre de tez clara y cuerpo ancho, levantaba el mentón del rubio con una de sus manos, a lo que Jimin trató de quitarla, pero le fue en vano, ya que su agarre y su muñeca luchaba para que se quedara en la misma posición.

-¡¡¡Retira tu sucia y asquerosa mano de mi cara, hijo de perra!!,- con un poco más de fuerza, el pequeño rubio empujó el cuerpo de ese hombre para que se alejara de él, pero le era imposible ya que le tomó por la cintura, uniendolo más a su cuerpo.

-uff, pequeña bestia endiablada, no te harán daño unos cuantos mimos de mi parte- el sinismo del hombre hacia que Jimin estuviera al borde de la bilis.

Nuevamente trató de alejarlo de su cuerpo, pero comparado con él, el tamaño de su altura y los músculos que se cargaba eran en vano contra el pequeño y delicado cuerpo de Jimin.

Aquel hombre trataba de besarle el cuello a lo que el rubio evadia a toda costa.

-¡¡¡Sueltame de una maldita vez, maldito perro desgraciado!!!, Esta vez su voz resonaba en la mansión, el susodicho reía en sinismo, JungKook escuchó la voz de su amigo y se dirigió corriendo hacia donde lo había oído.

Abriendo de par en par las grandes puertas estruendosamente, se percató que aquel hombre tenía a Jimin prensado a su cuerpo y Jimin forsejeandose para salir de ahí.

-¡¡¡Wonho!!! Aléjate de Jimin.

Ambos voltearon a ver al líder del Clan, a lo que de inmediato Wonho retiro sus manos de con Jimin y se alejó de el, tomando compostura ante su líder.

Jimin respiraba agitado, le costó un poco volverse a reintegrar a una nueva postura, ya que el verle y estar forsejeando contra él le había arrebatado la energía.

-Wonho, retirarte y no quiero volverte a ver cerca de Jimin, ya se te había dado esa orden.

Para los estribos de Wonho le era imposible no acatar la orden, ya que era su líder.

-Sí señor- fue lo que pudo responder antes de retirarse de ese lugar, viró a ver a Jimin, le giño un ojo antes de alejarse de su presa.

Jimin estaba estupefacto ante lo que acababa de suceder, al dejarlos solos se desplomó, antes de que Jimin callera al piso, JungKook lo sostuvo entre sus brazos para cargarle e inmediatamente dio órdenes para que le prepararan el automóvil en el cual habían llegado, el pequeño rubio tendría que tomar conciencia al menos unos kilomentros atrás ya una vez retirados de esa mansión.

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