KisaIta V.

2.2K 246 38
                                    

Edo Tensei, una técnica impura que jamás debió ser creada pero, fue la que le devolvió a Sasuke su hermano mayor.

Fue imposible no reconocer su imponente apariencia, se movía con elegancia mientras evitaba todas las desgarradoras preguntas que el azabache pudo hacer en lo que el corazón le bombeaba como loco y la mente le decía que todo era una ilusión.

Hasta que, Itachi aún con lo que restaba de su alma sin paz, decidió revelar aquel secreto que le hacía perder la calma y dejar fluir todas sus emociones reprimidas.

Sasuke pudo apreciar la vida a los ojos de su hermano; una historia llena de tristeza donde predominó el amor incondicional a su familia y  prevalecer la paz para la aldea, aunque fuese el responsable de extinguir el clan Uchiha. 

Su vida en Akatsuki. Un laberinto sangriento en donde la supervivencia está por encima de todo, seguir órdenes y lograr los objetivos.

Y en medio de aquel caos, pudo sentir aquel dolor mezclado con felicidad que su hermano experimentó cuando conoció el amor verdadero; algo tan real pero, a la vez tan lejano y prohibido. Se había enamorado de Kisame Hoshigaki cuando la soledad le había arrebatado la esperanza de vivir junto a la persona que juró proteger, su pequeño hermano menor.

Aquel romance le caló hasta los huesos, llenando su mente de interrogantes y espacios en el tiempo que no supo digerir aquello cuando en entre recuerdos, Itachi le mostró que llevaba a un niño en sus entrañas. Observó su barriga, los extensos viajes en solitario y lo mucho que sufrió gracias a la enfermedad que en pasado desconocía.

Sintió un frío que le llegó al alma cuando observó la cruda partida de su hermano yendo a la muerte, dejando atrás a un inocente bebé y al que fue el gran amor de su vida, dispuesto como en el primer momento a entregarse cual cordero al matadero a su destino final.

— Toda mi vida he estado peleando, ya sea para bien o para mal; nunca sentí una sensación de comodidad porque conocía la verdad detrás del engaño que todos vivían. Y todo este tiempo me he estado escondiendo, viendo desde lejos como crecías y te hacías cada vez más fuerte.

Relató, sosteniendo con una triste sonrisa a su pequeño niño de mejillas rosadas que le observaba atento. Estaba mucho más grande desde la última vez que le pudo ver con claridad, hasta pequeños dientes de leche pudo distinguir cuando le sonrió por primera vez.

Pudo reconocerle, aún cuando fue apartado a tan temprana edad de aquel cálido regazo que le acogió. Sus oscuros ojos como la noche, pero llenos de vida le hacían sonreír inconscientemente al tenerlo por fin en sus brazos.

— Nunca tuve a alguien a quien llamar mío, la vida que decidí llevar me limitó a demasiadas cosas y, aún así traté de procurar la paz para la aldea —acomodó a su pequeño de forma que sus rostros quedaran juntos— Todo lo que has visto, es la verdad de mi vida. No lograba encontrar el sentido de lo que implicaba la vida, lo busqué por tanto tiempo y ni en mis mejores sueños jamás creí encontrarlo en mi hijo, Inabi.

— Siempre creí que estabas listo y seguro de todo lo que hacías, eras simplemente perfecto.

— Sasuke, nadie es perfecto. Todo aquello bueno que viste en mi fue una máscara para ocultar toda la sangre que cargaba sobre mis hombros —acarició con cuidado la esponjosa mejilla de su pequeño, sonriendo levemente al ver su expresión relajada— Cometí actos horribles, no merecía una felicidad tan grande como Inabi me la ha dado. Por eso, fui un egoísta y me permití sufrir solo un poco más para vivir algo que no se me habría permitido.

El joven azabache no podía despegar su mirada de aquel bebé idéntico a Itachi, podía sentir la sangre llamarle, aquel lazo de unión pidiendo a gritos que no se alejen.

— Él es como una estrella fugaz, una sola mirada y te llena la vida.

Apretó con fuerza sus labios cuando levantó su mirada hasta Sasuke.

— Sasuke, Inabi no podrá vivir por siempre aquí. Desde que lo concebí era claro su destino solitario, incluso cuando Kisame prometió cuidarlo hasta el fin de sus días yo sabía que esas palabras solo quedarían en mi corazón y no al lado de nuestro hijo. —cerró los ojos un momento, aún no podía digerir la noticia que recibió por parte de Kabuto sobre el suicidio del Hoshigaki— Pero estás tú, eres la única persona a la que puedo confiarle a lo más valioso que tengo. ¿Podrías perdonar a tu tonto hermano mayor y cumplir su última petición?

Sasuke sintió una fuerte opresión en su pecho, él no podía abandonarle de nuevo.

— ¿Última?

— Gracias al sharingan pude escapar del control del Edo Tensei, solo yo puedo deshacer el jutsu y amortiguar esta guerra.

— Itachi...

— ¿Podrías cumplir mi último deseo?

El azabache sentía sus latidos doler con cada inspiración, la voz de su hermano mezclada con los suaves balbuceos de su hijo le hacían perder la poca cordura que le quedaba. Todos los planes de destruir la aldea y acabar con aquel enfermizo sistema se fueron al carajo cuando vio la verdad a través de los ojos de su hermano y la inocente

— No podría negarme, jamás abandonaría a mi familia —dijo, bajando su cabeza para que no le vieran derramar lágrimas— Él es una parte de ti, no dejaré que nadie ponga sus manos encima.

Itachi sonrió, abrazando contra su pecho a Inabi que comenzaba a cerrar sus ojitos por lo cómodo que se encontraba.

— Tu vida nunca va a ser como la mía, vas a crecer y tener una buena vida —besó su frente, sintiendo como volvía a fallarle una vez más— Yo voy a hacer lo que tenga qué hacer, por eso, duerme Inabi, duerme. Duerme, yo voy a mecerte y cuidarte donde quiera que esté, siempre viviré en tu corazón así como lo hará tu padre para que jamás te sientas solo.

Inabi, te amo.

Oneshot Mpreg.Where stories live. Discover now