Oneshot Mpreg.

NaruSasu V

Sasuke percibió una extraña sensación de chakra debajo de él, era como si se tratara de un temblor o algo parecido. Tomó con firmeza a su hijo de casi dos años completamente dormido y ocupó a Susanoo para proteger a ambos, siendo grande su sorpresa al ver como a unos kilómetros una luz emergió del suelo creando una explosión de partículas de chakra.

Observó hacia la luna las dos siluetas que contrastaban con la luna, casi perdiendo el aliento al reconocer el peculiar chakra se encontraba a escasos centímetros de la chica.

— Ese es... —su voz se quebró en el momento que Naruto besó a la chica, la había tomado su mentón y la besó como muchas veces lo hizo con él. El momento fue tan romántico que sintió tantas ganas de llorar.

Naruto había encontrado a otro amor.

No lo culpaba, era debido a él que tuvo que sanar su corazón y empezar de nuevo.

Derramó gruesas lágrimas, avanzando con precaución gracias a Susanoo y presenció de una distancia prudente a la pareja. Por lo que pudo reconocer, se trataba de Hinata Hyuga, ¿ella había robado su corazón?

— Me lo merezco... —observó a su pequeño niño y le abrazó con fuerza— Perdóname, por favor....

Naruto descendió con la chica en brazos hasta llegar a tierra firme y la bajó con cuidado, entrelazando sus manos y avanzar hasta donde se encontraba Sakura y otras personas que no pudo reconocer. Ocultó a Susanoo y cubrió con su gastada capa a su pequeño avanzando con sigilo para tratar de escuchar algo.

— Hinata, gracias... —le sonrió haciendo desaparecer sus ojos— Permanece a mi lado, por favor...

— ... Naruto-kun —sonrió avergonzada, con sus mejillas sonrosadas— Claro que sí.

Sasuke no desvió la mirada aun cuando estaba se nublara debido a las lágrimas que no podía contener, su garganta picaba horrible.

— Chicos, ustedes... —Sakura se acercó hacia ellos para comprobar que no tuvieran heridas, poniéndose frente a Naruto con una mirada que el rubio no supo descifrar— Felicidades, Hinata es muy afortunada.

— Gracias... —respondió la chica.

— ¿Todo bien, Sakura-chan? —levantó una ceja, no esperaba esa reacción de su amiga.

— Sí, solo estoy sorprendida de que ustedes estén juntos —fingió una risa para luego rascar su cuello— Adelántense, yo iré a buscar unas hiervas medicinales y les sigo el paso.

— ¿Estás segura? —insistió por última vez.

— Sí, no hagas esperar a Hinata —forzó una última sonrisa y desapareció del campo visual de la pareja.

Sasuke se alarmó cuando sintió el chakra de Sakura acercarse donde estaba él, ¿será que sintió su chakra y Naruto no?

¿Hasta de eso se habrá olvidado?

— Sasuke-kun... —giró su rostro para ver a la Kunoichi taparse la boca sorprendida, observando al bulto en sus brazos— Estás vivo, dios mío y es...

— Claro que estoy vivo, Sakura —descubrió la capa un poco para que pudiera ver a su hijo— Y no estoy solo.

Sakura cayó de rodillas al observar al regordete niño que no debía pasar los dos años, era una mezcla perfecta de sus amigos. En su mente, aún seguía absorta de todos los sucesos que tuvo que haber vivido desde que dejó la aldea.

— ¿Dónde estuviste todo este tiempo...? —le observó, nublando su mirada.

— Viajando. Conocí más aspectos del mundo ninja y me convertí en papá —sonrió levemente con lo último, no había sido fácil conseguir comida y alojo para un niño.

— Dios mío, estoy realmente sin palabras... —limpió su rostro, volviendo a mirar incrédula a Sasuke— ¿Volverás...?

— Estaba en eso, cuando descubrí que Naruto encontró alguien a quien amar —sonrió con amargura, quitando las lágrimas secas de su rostro— Ya no tengo nada para Kawaki, y volver a Konoha es mi única opción en estos momentos.