Oneshot Mpreg.

NaruSasu I.

- ¿De verdad tienes que irte?, falta poco para que la vieja de Tsunade termine el brazo artificial.

- Quiero ver qué aspecto tiene el mundo ninja... el mundo en general -explicó, de forma serena- Creo que podré fijarme bien en todo lo que pasé por alto. Si no lo hago, no sé lo que estaré ignorando. Además, me preocupan algunas cosas.

El labio del rubio tembló, apretó sus puños avergonzado y bajó su mirada unos momentos antes de volver a fijar su mirada en el Uchiha. De nuevo rompía su corazón.

- Iré contigo-ttebayo -afirmó, desilusionándose cuando bufó y cerró sus ojos.

- Es un viaje para expiar mis pecados, sería un imbécil si te incluyera en ellos ya que de todas formas fuiste tú quien me hizo entrar en razón -explicó, observando la manga izquierda vacía de Naruto. Habían perdido demasiado, ya era hora de madurar y dejarlo todo.

- Nadie te está obligando a hacer esto, solo eres tú que impones esta regla ridícula-ttebayo -le observó, apreciando su mirada desilusionada- Sé que el barrio Uchiha fue demolido, así que podrías... ya sabes, quedarte en mi casa.

Sasuke suspiró, apartando la mirada del rubio de ojos azules deseó decir adiós lo más rápido posible. Su corazón bombeaba con fuerza con cada segundo que pasaba a su lado, sentía emociones extrañas recorrer su estómago.

- Sería demasiado pedir algo así, además tengo claro que no soy bien recibido. De otra forma, ¿por qué me quedaría?

- ¿No hay suficientes motivos? -apretó sus labios molesto, el Uchiha aún no podía entender que él era su mundo entero y que abandonarlo una vez más lo destrozaría- ¿De verdad no hay nadie que te haga sentir querido aquí? ¿No hay quién esté dispuesto a detenerte y hacerte ver que estás equivocado?

- Naruto... -levantó su mirada, abatido por tal declaración- Está decidido, no hay nada que me haga cambiar de opinión.

El Uzumaki avanzó peligrosamente hacia él, quedando a pocos centímetros de su rostro.

- ¿Estás seguro?

Sasuke sintió sus mejillas calientes ante la cercanía que le proporcionaba el menor, era como si no existiera nadie que le pudiera hacer sentir aquella sensación de calidez que creyó olvidada. Como si lo amaran otra vez.

- Naruto, detente... -se cohibió, sentir su respiración sobre sus labios lo descolocaban.

- ¿Quieres eso? ¿De verdad? -levantó una ceja- Si quisieras separarte, me hubieras golpeado o simplemente alejado, pero no lo hiciste-acercó su única mano al rostro pálido del mayor, acariciando la suave piel- Por favor...

El Uchiha pudo jurar que perdió toda noción del tiempo cuando Naruto juntó sus labios, aquel sello no fue brusco ni posesivo. Es como si fuera a pedir permiso de hacer con él lo que alguna vez deseó. Y se dejó llevar, dejando de lado lo que su lado lógico le pareció incorrecto y aceptó el contacto suave que le proporcionaron. Era como si sus bocas estuvieran hechas para estar juntas, encajaban tan bien que todo se sintió perfecto.

- No lo hagas, no me dejes... -pidió por última vez, con voz grave sus labios- No me vuelvas a romper el corazón, Sasuke.

- Lo siento, Naruto... -tomó su mano y la acarició, apreciándola por escasos momentos. Despreciándose una vez más por soltarlo una vez más.

Defraudando otra vez su corazón.

- En ese caso... -sacó su de su bolsillo, con lágrimas acumulándose en sus ojos, el antiguo diadema del Uchiha- Te devuelvo esto-ttebayo.