Oneshot Mpreg.

IzuTobi II.

Izuna observó a su pequeño sobrino con determinación, era pequeño, gordito y con unos grandes ojos oscuros. La perfecta combinación de su hermano y su cuñado.

En un momento mientras cargaba al menor sintió unas horribles náuseas atacarle fuertemente, creyó que podría soportarlo pero cuando un mareo se hizo presente, tuvo que dejar al menor en su cuna y correr al baño a devolver su desayuno.

Su vientre bajo le venía molestando hace días y no sabía de qué se podría tratar pero logró alarmar a su hermano mayor.

— Izuna, ¿estás bien? —la voz de Madara a sus espaldas lo hicieron sentir culpable.

— Sí, no es nada —respondió para después lavar su boca y rostro— No es nada de seguro comí algo y me cayó mal.

Madara levantó una ceja, su pequeño hermano nunca tuvo problemas estomacales ni defensas bajas.

— ¿Hay algo más que te ha incomodado? —indagó inspeccionando de pies a cabeza a Izuna.

— Me ha dolido mucho aquí —señaló su vientre bajo con un mohín— Ah, y me he cansado más que antes. Pero supongo que es por las misiones que me has asignado.

Madara tenía el horror mismo en su mirada, no podía creer que aquel niño que le cambiaba el pañal ya dio un gran paso en su vida.

— ¿Hermano...?

— ¡HASHIRAMA! —exclamó lo más alto que pudo, tomando de la oreja a Izuna y llevarlo a su habitación. El Senju apareció rápidamente por el pasillo y ladeó la cabeza confundido al ver a Izuna gemir adolorido— ¡Trae tus malditos aparatos médicos, este niño tiene una importante revisión!

— ¿Sucedió algo...? —inquirió.

— ¡Solo hazlo! —el mayor asintió rápidamente y desapareció de la vista de los Uchiha. Madara observó más que celoso al menor— ¡Prepara tu maldito culo porque me lo vas a contar todo, Izuna!

— ¡¿Por qué debería contarte algo?! —se quejó siendo arrastrado hacia el cuarto del mayor. Donde fue lanzado al futón, Izuna miró confundido a su cuñado como preparaba su indumentaria médica.

— Cariño, ¿por qué no le haces a mi querido hermanito una prueba de embarazo? —sugirió con una sonrisa cínica, siendo el Uchiha menir quien se espantó.

— ¡¿QUÉ?!

— Quiero salir de dudas —levantó los hombros a regañadientes. Izuna fue despojado de su camiseta y recostado boca arriba, sintió un líquido extraño en su vientre bajo y como Hashirama posaba sus manos en aquella zona. Sintió incómodamente como acumuló chakra en sus manos y las movió en todo su torso.

El ninja médico le realizó unas preguntas incómodas al menor de los Uchiha, quien respondió avergonzado. Madara le observaba negando con la cabeza, decepcionado.

— En efecto, estás embarazado —confirmó el Senju con una sonrisa amable, limpiando el abdomen del chico.

— ¡¿Qué?! —se sobresaltó, alejándose de a poco de su hermano— Debe haber una equivocación, porque yo... —pensó un momento en todas las noches había pasado con Tobirama— Oh, no...

— ¿Quién fue? —preguntó Madara con el sharingan activado. Izuna solo guardó silencio— ¡Qué respondas, carajo!

— ¡Es mi problema, yo veré qué hago! —respondió malhumorado, activando de igual manera el sharingan.

— Yo creo que mejor... —Hashirama se alejó lo suficiente para no salir lastimado.

— ¿Quién fue el hijo de puta que te embarazó? —volvió a preguntar sintiendo la vena palpitar en su frente.

— Es que me vas a matar...

— ¡Sólo dilo!

— ¡Tobirama!

— ¡¿QUÉ?! —exclamaron Madara y Hashirama, espantados.