IDRIS Y LA BÚSQUEDA DE LA PRINCESA

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-¡¡¡LA NIÑA!!!

-¿qué tiene la niña mi querido?

-¡NO LO SÉ! ¡¡SÓLO SÉ QUE ESTÁ EN PELIGRO!!

-oh vamos querido, vuelve a la cama. La acabamos de dejar con su abuelita jugando, ¿acaso no confías en tu madre?

-siendo sinceros... NO, NI UN POCO

-quizá sólo le está enseñando a atrapar moscas o algo por el estilo querido, relájate y regresa a la cama que esta última corrida estuvo deliciosa... ¡¡ROAAR MI BESTIA DOMINANTE!!

-¡no lo sé ángel! mi instinto maternal me dice que mi princesa está en peligro

Dijo Crowley mientras se levantaba de la cama. Habían pasado apenas un par de horas haciendo el amor después de que Beelzebub les obsequiara un cesto de juguetes sexuales con tal de mantenerlos distraídos y que ella pudiera pasar tiempo con su adorada nieta

Crowley rápidamente se puso su pantalón negro y subió su bragueta dejando a Aziraphale con la duda en que si el instinto maternal quizá podría funcionar más en Crowley que él. El albino apartó las cobijas de encima, tomó su bata y apurado le siguió los pasos a su esposo quien salió muy preocupado

De pronto, las sirenas comenzaron a sonar y un demonio chocó con el hombro de Aziraphale pues para él era más importante la razón que los convocaba que el hecho de haber golpeado a su rey

-¡¡OOHH SHIITT!! ¡¡¡ALGO ANDA MAL ÁNGEL, RÁPIDO!!! Dijo Crowley mientras corría desesperadamente en dirección de los demonios guardias

Aziraphale comenzó a preocuparse y trataba de detener a algún demonio que pasaba cerca de él para preguntarle el motivo de la alarma, pero ninguno se molestaba en detenerse a hablar con el albino. El corazón del ángel latía tan fuerte que estaba a nada de salirse de su pecho y no por el hecho de correr e intentar seguirles el paso, sino por el hecho de que el Infierno había entrado en una especie de emergencia y nadie sabía del paradero de su pequeña o si quiera si su hija estaba al resguardo de la madre de su esposo

-¡MÁS... RÁPIDO... ÁNGEL...!

-¿QUÉ PASA MI QUERIDO? ¿TE SIENTES BIEN?

El paso de Crowley se había detenido un poco y jadeante se recargaba en las paredes intentando no desmayarse. Hubo un momento en el que se detuvo por completo y su mirada bajó. El preocupado padre de llevó su mano hacia su boca e hizo un gesto como si quisiera vomitar

-¡QUERIDO! ¡¡QUÉ SUCEDE!!

-¡NADA ÁNGEL! .... Es sólo que... creo que tengo náuseas y... y creo que me mareé un poco

-¿Crowley, querido?

Crowley alzó la mirada lentamente hacía su esposo y a punto de derramar algunas lágrimas, sus labios temblaron intentando expresar las palabras que su mente quería decir

-¿y...? ¿y...?

-¡¡CROWLEY, POR AMOR A... SATÁN!! ¡¡DILO MALDITA SEA!!

-pero eso no puede ser ángel... ¡¡NOS HEMOS ESTADO CUIDANDO!!

-¿Cr... Crowley? ¿a qué te refieres? ...¡¡!! ¡¡NO ME DIGAS QUE... CREES QUE... TÚ... ¿ESTÁS.... ESTÁS EMBARAZADO??

-....

-

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