PATERNIDAD

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Aziraphale y Crowley corrieron ansiosos a su recámara pues extrañaban tener que esconderse para poder demostrarse un poco de amor a escondidas. Aziraphale fue el primero en entrar y risueño esperó a su esposo quien verificaba que nadie los estuviera siguiendo detrás de ellos antes de cerrar la puerta con seguro

Crowley pegó su cuerpo de espaldas a la puerta y miró como su esposo se acercaba a él sigiloso. Con un intento de movimiento de sus regordetas caderas, Aziraphale acarició el pecho de su esposo con su dedo índice, formando una especie de corazón en él

Crowley por su parte, se abalanzó a él, lo tomó a la fuerza de su cintura jalándolo hacia él y acercando su erecto miembro a la entrepierna de su compañero, notó cómo el albino ya había comenzado a lubricarse por la excitación de volver a hacer el amor en el Infierno, a escondidas de los demonios, pero en especial, a Aziraphale le excitaba la idea de burlarse de los ángeles

-¿te diviertes?

-específica ángel

-¿te divierte hacerme tuvo, querido? tomarme a la fuerza y "creer" que esta vez tú serás el activo

-¿cómo que creer, ángel? esta vez estoy completamente seguro que te haré mío –susurrando en su oído, rozando con su aliento el cuello de su esposo –esta noche tú vas a ceder a mis tentaciones. Hoy es mi turno de ser el demonio y... penetrarte...

-¡¡REY CROWLEY!! ¡¡REY AZIRAPHALE!!

-¿Qué... MIER-DA... ¡¡¡¡¡¡¡QUIEEEEEREEEEEEEEEEES!!!!!!!!!!?

Crowley abrió la puerta disgustado y se encontró con un demonio de apenas unos cuarenta centímetros de alto sujetando una canasta repleta de preservativos, lubricantes, sogas y juguetes sexuales

-lo manda su madre señor

-¿mi... madre?

-Bad Satan... querido...

-ok... ok... puedo llegar a comprender que mi madre "quiere que nos cuidemos y que... nos tentemos a lo descarado" pero... ¿para qué la cámara de video?

-amm... también me pidió que los grabara

-...

-...

-en verdad, no creo que sea una

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-en verdad, no creo que sea una... ¿cómo te lo explico Roberto? una, buena idea

-lo lamento señor, pero son órdenes y...

-bueno... -interrumpió el albino –y yo como tu rey te ordeno que, con esa cámara, grabes videos de NUESTRA HIJA jugando con su abuelita... ¡lejos! Muy, muy lejos de nosotros, ¿qué te parece?

-pero mi Lord...

El demonio en cuestión no había acabado de hablar, cuando el rey Crowley le cerró a puerta en su rostro y aplastando uno de sus diminutos pies

El Plan Inefable 🍎🌿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora