La vida de los humanos es tan fugaz, confusa, egoísta, pero también hermosa, así es como Crowley y Aziraphael tendrán que aprender a vivir durante 11 años mientras cuidan de ¿su hija humana? Dependiendo de cómo sea educada, ella se convertirá en un...
Kristell estaba corriendo por toda la casa desnudita tratando de huir de su papá Aziraphale quien intentaba bañarla después de cuatro días sin conocer el agua
Pasó al lado de su papá albino y se le escapó de sus manos y se metió corriendo a la habitación matrimonial para refugiarse con su papá Crowley
Se metió entre las cobijas y Crowly que estaba viendo su novela vespertina, la envolvió como un delicioso pastel de rollo para esconderla de su esposo
-¿¡EN DÓNDE ESTÁ!?
-¿quién?
-¡¡LA NIÑA!!
-¿qué niña?
-¡CROWLEY! NO LA CONSIENTAS, LLEVA CUATRO DÍAS SIN BAÑARSE, YA HASTA PODRÍA HACER UN JABÓN CON LA GRASA DE SU CARA
-guácala... pero no, no sé de qué me estás hablando ángel, no he visto a ninguna niña desnuda por aquí
Kristell estaba recostada en la pancita de papá Crowley por debajo de las cobijas. Todo el escondite era perfecto a no ser porque sus pompitas salían de las cobijas
Crowley le señaló a su esposo que la niña estaba ahí abajo y que se la llevara, pues su tina ya estaba lista. Aziraphale se acercó cautelosamente y de un solo zarpazo, la tomó de la cadera con todo y cobija y se la llevando soportando sus pataditas de niña berrinchuda
La metió al baño de la planta baja, cerró la puerta para que no escapara. Se quitó su abrigo, se arremangó las mangas de su camisa celeste y se inclinó para acercar el jabón y el shampo. Kristell parecía niña regañada en una esquina con sus manitas juntas y con su miradita a punto de romper en llanto
Después de diez minutos de ardua negociación con su padre, aceptó bañarte si le compraba un algodón de azúcar gigante a escondidas de papá Crowley que pretendía que su familia tuviera una vida saludable
Ya con el agua tibia en su cuerpo adentro de la tina, el olor de fresas de su shampo y el espumoso jabón en su piel, comenzó a jugar con sus patitos de hule como si ella fuera Gozdilla y se los quisiera devorar a todos
Eran las ocho de la noche y de pronto, la luz de la sala parpadeó un poco, pero ambos Sheen pensaron que ya estaba fallando y que había de cambiarlo así que no le dieron importancia y siguieron con su asunto jabonoso y godzilezco
Después de dos minutos, las luces volvieron a parpadear, se escucharon unos cuantos pasos y la luz de la sala se había ido. Aziraphale se sorprendió porque pensó que tal vez Crowley se había levantado por un jugo del refrigerador y por descuido lo había apagado
La niña había terminado su baño y su padre le puso la toalla encima para secarla e ir por su pijama, cuando fue interrumpido con unas canicas que habían rodado por sus pies
-¿¡QUÉ MIERD...
-no fue nada papi, no te preocupes
Kristell pensó que había sido el tejón que había metido a escondidas a la casa así que trató de cambiar drásticamente el tema para que su padre no lo buscara y la regañara por meter otro animal en la casa
Las pequeñas esferas rodaron hasta la húmeda tina y se detuvieron justo al lado de la niña. Aziraphale corrió hacia ella y la cargó hasta su cama y ahí la vistió
Después de su oración de buenas noches, despidió a su hija con un beso en la frente y un beso para el Señor Sonrisas. Tomó la cobija rosa de los pies de la niña y la subió hasta tapar a ambos "bebés"
No era de dudar que Aziraphale estaba un poco preocupado por lo que había sucedido, así que se regresó a persignar a su hija y notó que el Señor Sonrisas le hacía falta un botón en su ojo derecho. Decidió no prestarle importancia y mejor salió casi corriendo hasta la habitación, en donde Crowley lo estaba esperando desnudo y con su moño de tartán adornando su excitado pene
Aziraphale no sabía si reírse o enojarse, pero ver a su esposo en esa posición le pareció muy gracioso. Con una risita traviesa, se metió entre las cobijas y por dos horas de juego previo y dos de placer, Crowley cayó rendido en el estómago de su esposo. Aziraphale se quedó acariciando su cabello rojo pues había disfrutado mucho de ser el activo en esa noche. La mitad del cuerpo de su esposo estaba descubierto de las blancas sábanas así que con la poca luz que había en la habitación, se deleitaba de los hoyuelos que se hacían justo al final de la espalda de Crowley y un poco de semen en sus piernas, pero algo que llamó inapropiadamente la atención del ángel fue que justo en su glúteo derecho, pegado con un poco de su semen, estaba el botón que le hacía falta al ojo del peluche de su hija, no era cualquier otro botón de alguna camisa o abrigo, era el mimo fucking botón negro del Señor Sonrisas en su habitación, en el cuerpo de su ex demoniaco esposo, tuvo una extraña punzada y comenzó a preguntarse ¿¡con quién había hecho el amor esa noche!?
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