Capitulo cincuenta y uno

363 49 4
                                    


Su recuerdo guarda dolor, no hay cicatriz alguna que me diga "Recuerdame" o al menos no una a la vista, pero el dolor del recuerdo persiste, como una canción de cuna que te hace dormir. Porque sin importar cuanto lo niegue, ame a mi hermana como nadie nunca podrá entender, y si, el odio persiste como el recuerdo, pero los sentimientos que albergue por esa pequeña niña de piel mas clara que la mía, esa que sonreía ante mi sonrisa, esa fue antes de que se convirtiera en eso que quiso destruirme.

—No es mi maldita hermana —respondo ante la pregunta que los presentes —a excepción de Calum y su madre—. La mujer me ve como quien reprende a un hijo con sus ojos al escuchar mis palabras.

—¡Isabella! Mi hijo está aquí, por el amor de Dios.

—¿Lo lamento? —pregunto sin estar segura que lamento, y sin sentirlo realmente.

—Mi Dios: 2, los tuyo —Ángel, sube dos dedos de una de sus manos y muestra el puño de la otra. La observó de la peor de las formas y su sonrisa crece—. Pero y aunque Belle, y este manjar frente a sus ojos se parecen —se señala a si misma—, el único parentesco es nuestra constante inmortalidad.

Todos guardan silencio al comprender que se han equivocado con una idea tan absurda como la vida de mi hermana, a quien mate. Antonne sin embargo luce divertido ante la poca información de los presentes en la sala, disfrutando de como Ángel, desvela ciertos pedazos de mi pasado.

—Escuche que viste a Lorenzo —habla una vez mas cuando la mujer se lleva al niño. Parece emocionada de ese hecho—. Tengo un par de décadas sin verlo pero ese hombre es como el vino. Si sabe a lo que me refiero —agrega lo ultimo con un tono de voz insinuante.

—¿Viste a esa cosa? —interrumpe Antonne furioso.

—Esa cosa, como tu lo llamas me dijo que le pasaba a Calum.

—Osea ¿Que es su culpa que te pasara todo lo que le paso al niño? —no respondo ni le doy importancia—. Lo voy a matar —murmura, lanzando odio con sus palabras.

—Suerte —se burla Ángel—. La necesitaras porque las ultimas diez veces no funciono.

—¿Por que te molesta, Antonne? —cuestiona Dustin divertido.

—¿Esa cosa asquerosa? ¿Quien no sentiría asco ante eso?

—A mi me agrado —afirma el chico.

—¿En serio? —cuestiona Colin aun mas divertido—. La verdad es que si, es un gran tipo.

Ambos reciben una mala mirada de parte de Antonne. Puedo recordar todos esos momentos en lo que Antonne, se sintió amenazado por el hombre de piel morena. Lorenzo estuvo tantas veces conmigo que podría decirse que fue casi igual de importante para mi, como el hombre de ojos azules lo fue.

—La verdad es que seria genial si se uniera —habla Angel—. La santísima trinidad de vuelta —dice emocionada. La observo con una ceja enmarcada y ella ríe.

—¿Ella si te agrada? ¿En serio? ¡Yo soy menos molesta! —se queja Jennifer.

—No estés celosa, bonita.

Jennifer le responde molesta y Ángel, la molesta aun mas. Comienzan una pequeña pelea, que aunque no es la gran cosa, es fastidiosa.

—Se pueden largar —respondo ante la jaqueca que ambas me causan— Tengo cosas que hablar con Ángel —Jennifer no luce feliz ante mi petición.

—¿Sigues odiando que todos me acaparen? —sonríe con gusto.

—No te sientas alagada. Sigo odiando a las personas. Es diferente. —aclaro.

Sangre Azul(Completa)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora