Sangre Azul(Completa)

Capitulo veintidós

—Es hora de despertar, cielo — susurro a Jennifer.

Se remueve en la cama pero no abre los ojos, parece luchar con las ganas de seguir durmiendo, la noche no ha sido fácil, pero al menos esta vez a dormido. Al abrir los ojos me sonríe, pero parece caer en cuenta de que día es y su sonrisa desaparece.

—Quita esa cara. Hoy va a ser un día maravilloso ¿bien? — asiente e intenta sonreír un poco pero no lo consigue —. Ahora ve a prepararte para ir al instituto.

—No quiero ir.

—Por dos años me rogaste ir a una escuela real. Así que iras — digo y bajo a la cocina.

El desayuno fue silencioso, pero para mi sorpresa comió todo lo que había en su plato, algo me decía que ella tampoco quería que fuera un día complicado. Mi mirada estaba fija en ella y en como sonreía al mirar su celular, quizá por un mensaje que su "novio" le había escrito, o algo mas.

—Deja de mirarme como si fuera un fenómeno — pide. No respondo y sigo observándola.

Sus ojeras están ocultas tras el maquillaje y sus labios están pintados de un rosa molesto, ese que siempre lleva a juego con Layla. Su cabello esta suelto y lleva en el algunas ondas que no son naturales. Parece feliz, y eso no es bueno, no cuando se trata de ella. Esta ocultando lo que realmente siente y cuando eso ocurre, tarde o temprano termina por explotar.

La sonrisa es la mascara de lo que realmente hay dentro, y que en algún momento terminara causando algún desastre.

Cuando estaciono frente al edificio que funciona como escuela, me mira y me sonríe con los labios cerrados como si dijera "estaré bien" intentando tranquilizarme un poco.

—Jen — la detengo cuando esta apunto de bajar del auto —. Feliz cumpleaños— digo, sonríe y me abraza.

—Gracias, Issy. Por todo. — dice y baja del auto, se da la vuelta para mirarme y se despide una vez mas con la mano. Camina al interior del edificio con una sonrisa en sus labios, y antes de desaparecer por la puerta un grupo de chicas se acercan y la abrazan —Felicitándola supongo.

El día parece irse demasiado rápido, aun hay un millón de cosas que hacer antes de la fiesta y a pesar de que necesito estar presente es hora de ir a buscar a Jennifer, dejarla en casa — con alguno de sus amigos — y volver al lugar donde se realizara el evento.

Manejo tan rápido como puedo y cuando estoy frente al edificio ella aun no se encuera fuera, llamo a su celular y atiende enseguida, lo cual agradezco, un par de risas se escuchan de fondo y ella entienda— para mi sorpresa— alegremente.

—¡Joder, Jennifer! Te dije que llevo prisa, sal ahora mismo, que estoy esperándote.

—Los chicos me pueden llevar.

—¡Ahora! — ordeno.

Cuando sale lleva en sus manos un gran ramo de Rosas, y un par de regalos que sostiene con ayuda de Layla, parece feliz, la sonrisa en sus labios es inmensa y eso podría ser una buena señal, o una muy mala. Ambas hablan de lo maravilloso que es Thomas, y los buenos compañeros que tiene. Le agradece a Layla por ser tan buena amiga y un par de cosas que realmente no me interesa escuchar.

—Si Thomas es tan es tan MARAVILLOSO — digo exagerando la palabra — ¿Por que solo hace dos días te pidió que no le tomaras la mano?

—No arruines mi día, Issy — pide y ambas rubias suben al auto.

Cuando enciendo el auto ambas ríen y parlotean —cosa que no parece cansarlas—, pero cuando acelero a una gran velocidad ambas gritan ante el asombro, y lanzan quejas en forma de gritos que no hacen mas que molestarme. Al llegar a casa, cierto Lobito, al que generalmente no trato muy bien, excepto cuando hacemos cosas indebidas, espera junto a su amigo frente a casa.