Capitulo cuarenta y nueve

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Algo se siente erróneo al subir las pequeñas escalera de la casa. Sé que está dentro puedo sentirla, pero no es como antes, se siente más fuerte que antes. Puedo escuchar como se mueve dentro ajena a lo que se viene. Su poder parece haber crecido de una manera que ni siquiera creí posible tratándose de ella. Pero a la vez se siente ajeno.

—Te he extrañado —hablo frente a la puerta— ¡Vamos, Mag! Tu también me extrañas, se que sí ¿Me invitas a tomar el té? ¿No? Esta bien. —escucho como algo cae dentro de la casa, y casi puedo visualizar el miedo en su demasiado —para su edad— rostro.

Jennifer intenta abrir la puerta pero le es imposible, yo no podría acercarme mas, apenas y puedo llegar al porche, Colin la hace a un lado y patea con fuerza rompiendo la cerradura y causando que esta se abra de golpe. Un olor a podrido llega desde la casa, la mujer parece vivir entre la basura.

—No me invites a entrar, pero a mis amigos quieren hablar contigo —Jennifer, acompañada de Colin entran a la casa cautelosamente, y —como se los pedí— mas alertas que jamas antes en sus vidas. Ambos lucen asqueados de tener que entrar a la casa que resguarda tan mal olor. También hay un pequeño pero casi que inexistente olor a especias. Se escuchan cosas caer al suelo, cristales rompiéndose y golpes siendo lanzados cuando ambos rubios desaparecen de mi vista.

Quejas por parte de ambos, y sonidos quejosos de la mujer de cabellos blancos, se escuchan, escucho como Colin maldice por lo bajo, soltando uno que otro comentario denigrante.

—¿¡Todo bien ahí dentro!? —grita Dustin. Trata de entrar pero tomó su brazo impidiendo que lo haga. Su presencia podría ser de ayuda pero podría evitar que Colin haga algo a causa del enojo que últimamente le domina.

—¿Crees que estén bien? —cuestiona Antonne recostado sobre uno de los pilares del porche, sin darle importancia a lo que sucede. Me encojo de hombros. No me alegra su presencia en este lugar porque es innecesaria e impide que mis cosas vayan como a mi me gustan. Privadas.

—¡Vamos, Mag! Sino sales ella te hará salir —escucho un grito por parte de Jennifer dentro.

—¡Me mordió! —llora la adolescente, rió.

Cosas siguen cayendo un par de minutos mas, mientras ellos intentan sacar a la anciana. Antonne se muestra aburrido y juega con su celular mientra Dustin luce preocupado, las ganas de entrar a la casa.

—¿Por qué no hiciste esto antes? —cuestiona Dustin, después de un rato de espera.

—A Magdalena, no se le saca nada a la fuerza.

—¿Entonces porque lo hacemos? —cuestiona confundido. Me enojó de hombros.

—Quiero probar algo nuevo.

—En otras palabras quiere matar a quien le hizo daño al niño —explica Antonne, como si no tuviera importancia.

Las cosas con Calum no se vieron mejores durante su traslado al hospital de Londres. Convulsión dos veces antes de llegar, la fiebre iba en aumento incluso cuando lo creímos imposible, para cuando lograron estabilizar su presión jugaba al sube y baja.

Al llegar los doctores no sabían que le ocurría por lo cual decidieron ponerlo en un coma inducido. No vio mejoras por días, de hecho parecía empeorar cada vez mas. Contacte con todos mis conocidos en busca de alguien en específico, incluso aunque no creí que fuera posible encontrarlo en Londres, para cuando lo encontré el niño estaba sufriendo un ataque cardíaco, y la tensión ante mi presencia en el hospital iba en incremento.

Sangre Azul(Completa)Where stories live. Discover now