Capitulo veintiuno

616 86 7
                                    






¡Oh, vida mía, vida mía!, agonicé con tu agonía y con tu muerte me morí. ¡De tal manera te quería, que estar sin ti es estar sin mí!

Faro de mi devoción, perenne cual mi aflicción es tu memoria bendita. ¡Dulce y santa lamparita dentro de mi corazón!

Luz que alumbra mi pesar desde que tú te partiste y hasta el fin lo ha de alumbrar, que si me dejaste triste, triste me habrás de encontrar.

Y al abatir mi cabeza, ya para siempre jamás, el mal que a minarme empieza, pienso que por mi tristeza tú me reconocerás.

Merced al noble fulgor del recuerdo, mi dolor será espejo en que has de verte, y así vencerá a la muerte la claridad del amor.

No habrá ni coche ni abismo que enflaquezca mi heroísmo de buscarte sin cesar. Si eras más que yo mismo, ¿cómo no te he de encontrar?

¡Oh, vida mía, vida mía, agonicé con tu agonía y con tu muerte me morí! De tal manera te quería, que estar sin ti es estar sin mí.





Él no es la tormenta mas fuerte con la que me he topado, él es solo es esa que llegan antes del desastre, antes de huracán que se lleva todo consigo. Y cuando el huracán este aquí, arrasara con todo a su paso, y se ira dejando el desastre para que alguien mas se encargue de el.

Esta tormenta sonríe frente a mi como si fuera la mejor de las presencias, cuando es un fantasma que desee dejar atrás hace tanto.

—Isabella — dice y su sonrisa crece, pero yo no respondo, y mas que nerviosa o asustada, me encuentro enojada por su presencia y todo lo que esta traerá consigo —¿No me dejaras pasar?

—Disculpa ¿Tu eres? — Jennifer pregunta detrás de mi.

—¿Ocurre algo? — pregunta Dustin llegando a mi lado —¿Todo esta bien?

—Leonardo, hace tanto tiempo — respondo simplemente, incluso cuando quiero cerrar la puerta en su cara.

—Si — dice y sonríe una vez mas —. Ha sido un largo tiempo.

El silencio es inmediato tras sus palabras. Verlo no era algo que esperara, pensé de hecho que nunca lo vería otra vez, pensé que la protección seria suficiente, que estaríamos ocultas por suficiente tiempo, pero me equivoque, como muchas veces antes. Saber que una vez mas hice algo mal me hace enojar hasta tal punto de querer golpear mi propia cabeza con la pared.

—Jennifer, cielo, tráeme mi abrigo por favor — digo e intenta poner objeción pero de igual forma hace lo que le pido —¿Me espera fuera? — pido a Leonardo y este asiente alejándose un poco —¿Dustin?

—¿Si?

—No dejes sola a Jennifer hasta que vuelva. No dejes que se acerque a las puertas o ventanas.

Sangre Azul(Completa)Where stories live. Discover now