Capítulo Treinta y cuatro

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D A V I D

Y ahí estaba ella, abrazada con su mejor amiga. Leah sollozaba en su hombro y Ava acariciaba su espalda. Evan se encontraba a mi lado, el hijo de puta aprovecharía muy bien estas dos semanas con Leah en el departamento, y si, Ava siendo un amor lo había permitido. Miré de reojo a Evan para encontrarlo mirando tiernamente la escena. Me alegré, pensando seriamente en que tal vez, solo tal vez, Leah sería la mujer que cambiaría su vida, así como Ava estaba cambiando la mía.

Luego de 40 minutos de abrazos de despedida y lágrimas. Salimos hacia el auto y en todo el camino mantuve mi mano en el muslo de Ava, ella me lo agradeció, sin duda estaba nerviosa al punto de temblar y no hablar de más. Me contó que no era su primera vez en un avión pero que cada vez que volaba en uno se ponía de esa manera, miedo a las alturas le dice.

Una vez en el avión, sus nervios disminuyeron y su cara de angustia fue reemplazada por una sonrisa pegada a la ventanilla mientras veía las nubes con fascinación.

Ella volteó y me sonrió como niña  pequeña dando un beso corto a mis labios, tomé su mano y mas nada importó en ese momento, solo ella y yo. Nada más. Me di cuenta de que ella era mi todo.

-AnaGenf.

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