Prólogo

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Las lágrimas corrían por su rostro como ríos inundados después de una gran lluvia. Se sentía tan estupida. La palabra 'terminamos' seguía nadando en su cabeza y gracias a eso allí se encontraba sentada, sola y con sus mejillas llenas de lágrimas negras por su maquillaje.

Maldición. Necesitaba un cigarrillo en este momento, casi una semana sin eso.

Después de casi un año de relación con James, el había hechado esa mierda a la basura. No podía creer que el había preferido irse a Ginebra simplemente por negocios y porque su padre se lo sugirió cortando así con ella de una vez, tal vez tuviera razón, ella le había dicho desde el primer momento en que se vieron que odiaba las relaciones a distancia, sin embargo, eso no le daba derecho a terminarla y por mensaje. ¡Jesús! ¿que hombre le haría eso a su novia? Y si, el no era un hombre después de lo que hizo, de eso estaba segura.

A punto de levantarse de su asiento e irse del bar sintió algo, ella bajo la vista a su brazo para encontrarse con una gran mano masculina.

-¿Puedo saber que tratas de hacer con mi brazo?- dijo sarcástica.

Subió la vista y casi suelta un suspiro al ver aquellos ojos de un color azul tan impactante.

-¿Podrias devolverme mi brazo?

-¿Porque lloras?- respondió, su voz ronca hizo retumbar dentro de Ava.

-Eso no te importa- respondió fría.

El no la soltó. De hecho guió su brazo a la mesa lo que hizo que Ava inmediatamente se sentara por obligación.

-¿Eres un secuestrador? O... Ya se ¿un violador? Porque si es así no pierdas tiempo y llevame de una vez. Ya no tengo nada que perder- dijo moviendo sus manos histérica.

-Porque no dejamos las preguntas de lado y empezamos por ti- susurro -Te he estado viendo los últimos quince minutos desde que llegaste y no has parado de llorar, me tienes intrigado y no te preocupes por el tiempo, me sobra.

Ava vio como sus largos dedos escarbaban en su abrigo para al fin sacar una cajetilla marlboro.

-¿Quieres?- le ofreció.

Ava no respondió quedando con la boca en una perfecta "O" y a punto de babear.

-Si, si por favor- reaccionó dos segundos después.

El le dio uno después de encender el suyo junto con el encendedor, ella lo tomo inmediatamente.

Lo coloco en sus labios, prendió el encendedor y una vez listo aspiro una gran calada que ni siquiera la hizo toser.

-Vaya - dijo impresionado.

-No deberías decir nada, tengo casi una semana sin esto- dijo soltando el hilo de humo de su boca.

El se quedo mirándola fijamente con esos ojos azules. Su cabello era un poco liso y se enroscaba en las puntas y a sus lados, tenía un aspecto de 'Acabo de tener sexo o lo acabo de arreglar específicamente' sin embargo Ava pensó que era natural. Su nariz recta y sus pómulos altos lo hacían realmente atractivo, mucho mas que James.

-¿Porque me miras?- susurro ella, ni siquiera tenia fuerzas para hablar mas duro, la dejaba sin aliento.

El la miro por unos segundos mas, su mirada fría y calculadora.

-Eres muy hermosa, a pesar de tu maquillaje corrido- dijo el con una media sonrisa.

Que bonita sonrisa, pensó Ava.

-Gracias.

Ava jamas se doblaba ante los cumplidos ni siquiera a los de James, simplemente volteaba los ojos y seguía su camino, pero por alguna razón este hombre que ni siquiera conocía la hacia sentir diferente.

- David Lee - extendió la mano hacia ella y ella la tomo insegura.

Su tacto caliente y su mano era grande casi el doble de la de ella.

-Ava Green- respondió, recordando que odiaba su nombre.

-Lindo nombre. Ahora, ¿porque no me cuentas lo que ese imbécil te hizo?- dijo sosteniendo su mano por unos segundos mas de lo debido.

-AnaGenf.

Give me loveWhere stories live. Discover now