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Capítulo Veintidos

D A V I D

Estacioné en "Paper Company c.a". La empresa que mis padres habían levantado justos. Ésta se encargaba de distribuir papel de todo tipo a otras papelerías.

Saludé a Kim, la secretaria, y luego subí al piso de reuniones, el número 9. La empresa era bastante espaciosa. Siendo de 15 pisos y cada uno con una función específica.

Llegué al piso, y abrí las puertas corredizas de color marrón chocolate para encontrarme con empresarios sentados alrededor de la enorme mesa. Mi padre sentado en la primera silla de frente a todos los demás con su cabello negro con algunas canas, su sonrisa encantadora y sus ojos grises y mi madre a su lado, su cabello de color avellana y sus ojos azules penetraban a todo el mundo, era hermosa.

Saludé y pedí permiso, sentándome en mi lugar habitual al lado de mi madre.

Después de dos horas de reunión. Los empresarios se retiraron poco a poco. Quedando mis padres y yo.

-Cariño, ¿donde estabas cuando te llamé?- pregunto mi madre, tocando mi brazo cariñosamente.

-Eh... Con Evan- respondí de inmediato y sonreí.

Ciertamente no le diría que estaba con Ava. Porque mi madre siempre pensaba que si estaba con una chica era porque era mi novia. Y no podía decirle simplemente que me acostaría con ella. Lo cual, no era el caso con Ava, pero no, aún no le contaría sobre ella, porque después querría conocerla y llamarla nuera de inmediato. Había pasado por eso.

-David, sabemos que esto es muy importante para ti. Has madurado, por lo tanto la empresa llegará a tus manos antes de lo planeado- dijo Paul, mi padre.

Paul y Lena, tenían 20 años en esta empresa. Y prometieron que cuando su hijo tuviera 23 le accederían la empresa.

-¿A que te refieres, papa? Se supone que la empresa sera mía a los 23.

-Si, pero las cosas han cambiado, David. Colocalo de esta forma, tendrás un año para prepararte y luego la empresa será tuya a los 22- explicó - Tu madre y yo hemos hecho bastante y queremos vivir lo que nos queda de vida en Hawaii.

Mierda.

-Se que es difícil para ti. Pero no te preocupes, empezaremos a entrenarte a los 21, toma tus 20 como vacaciones- completó.

-De acuerdo- susurré.

Luego de despedirme de mis padres, manejé hasta mi casa pensando en todo lo que me había dicho mi padre. Yo no era estúpido, desde que caminaba había estado en esa empresa apoyando a mi padre, y a los 13 había empezado a actualizar las facturas y los papeles. Pero esto era diferente, el control entero de la empresa era algo nuevo para mi. Pero estaba listo, a pesar de todo quería demostrar que yo era capaz de hacerlo bien al igual que mi padre.

Antes de dormir, prendí un cigarrillo y mandé un texto a Ava.

"Dulces sueños, Ava"

David:).

Y a los 2 minutos respondió, por primera vez.

"Igual tú, David".

-AnaGenf.