Capítulo Nueve (Primera Parte)

24 0 0
                                    

A V A

Si, acepté ir al bar con Leah, pero eso incluía vestirme como ella quisiera. Aún pensaba en mis jeans y mi blusa clásica blanca junto con mis botas negras o converse, sin embargo, ahora me encontraba con una camiseta de tiras delgadas de tonos azules y morados, jeans de corte alto de color claro, más que ajustados, tacones de aguja negros y mi cabello rubio en una trenza que llegaba a la altura de mis pechos. El escote de la espalda era muy bajo, para mi estilo, llegando un poco mas abajo de la mitad de la espalda. Mi espalda entera prácticamente desnuda. Oh Dios, realmente me sentía desnuda.

-Te ves preciosa, Ava- dijo Leah secando una lágrima que había salido de su ojo izquierdo.

Ella realmente estaba llorando, orgullosa de su trabajo.

Por su parte ella se encontraba con una camiseta manga larga de color negro sin escote alguno, sin embargo, con un short corte alto al punto de su trasero y unos botines altos.

-Necesito mas pechos y piernas cortas, no es justo- se quejó Leah haciendo un puchero.

-Necesito mas trasero y piernas largas, no es justo- la imité quejandome con mi realidad.

Nos dirigimos al bar habitual, esta vez en mi auto, por la razón de que Leah se emborracharia y yo no, aquella vez con David fue solo la excepción. El bar al que Leah solía ir todos los fines de semana. Yo, sin embargo, iba cuando lo necesitaba, como aquella vez en donde James me dejó, maldito. Aunque no me quejaba, había conocido a David.

Inmediatamente paso por mi cabeza verlo esta noche, pero me reprendi, eso no pasaría. Tal vez el se aburriría de mi y ni siquiera me escribiría o llamaría otra vez. Porque vamos, el era demasiado para mi. Demasiado para ser real y el no se involucraba en las relaciones, lo sabia. Yo misma le había hecho prometer que no se enamorara jamás.

Apartando mis pensamientos, porque esta era nuestra noche y ni James ni David ni nadie la estropearía. Bajamos de mi auto y guarde las llaves de mi auto en mi cartera y entramos inmediatamente.

Piropos sucios se escuchaban mientras pasábamos.

-AnaGenf.

Give me loveWhere stories live. Discover now