Capítulo Once

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A V A

Leah y yo nos dirigimos a la mesa más cercana y disponible, nos sentamos e inmediatamente saqué mi cajetilla de cigarros.

-Vamos Ava, ¿podrías dejar de fumar esta noche?- preguntó Leah fastidiada.

-No- respondí sinceramente - No podría, además yo soy la que debería reclamarte, cuatro chupitos de tequila y acabamos de llegar. ¿Es en serio?.

-Pues si- dijo a la defensiva y tomo de un solo trago el primer chupito.

-Entonces no te atrevas a hablarme- dije simulando enfado para luego reírme.

Ella se río conmigo también. Que mas daba, es mi mejor amiga.

Una gran mano se poso en mi hombro semi desnudo, yo estaba sentada de espaldas hacia la barra por lo tanto Leah podía ver de quien era la mano. Oh no. Era por eso que no quería vestirme como una puta.

-¿Puedes apartar tu mano de mi?- pronuncié con los dientes apretados, aún de espaldas.

Giré en mi silla para encontrarme con un David serio, a lo mejor por mi comentario, me retracte en seguida.

-¿Podemos hablar?- dijo.

-P-por supuesto.

Me levante de la silla y deje a Leah sentada en la mesa sola.

El cogió mi mano en la suya, lo cual no me esperaba. Me llevó hacia la puerta detrás de la barra y me alarme. Cruzamos un largo pasillo en donde había trabajadores mezclando y llevando tragos, lo que sea.

Salimos por la puerta no sin antes escuchar silbidos de algunos trabajadores pero callaron al instante ante la amenazadora mirada de David.

Salimos tras la puerta y nos encontramos con un largo pasillo sin salida, excepto por la cual acabábamos de entrar. Sin techo alguno, la única luz que aportaba era la luz de la luna, parecía un lugar habitual para fumar, oh, mi cajetilla, se había quedado con Leah.

El frío llego a mi cuerpo y David lo notó.

-Toma- arropó mi pequeño cuerpo antes de darme oportunidad a prostetar.

Tome la chaqueta de cuero negra e inhale discretamente el aroma de jabón, cigarrillos y menta que salía de ella. David quedó con una camiseta manga larga blanca, y las mangas de esta estaban amontonadas hasta sus codos, se veía muy bien, de hecho, no pude evitar mirarlo y me reprendi por eso. Observe un tatuaje en el interior de su brazo izquierdo por donde pasaban sus venas, ¡Vaya! El hecho de no haber observado el tatuaje antes me dejaba en claro que el era una gran distracción para mi. Seguí observando y me di cuenta de que era de un idioma extraño, al parecer árabe.

-AnaGenf.

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