Capítulo Ocho

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D A V I D

Llamada entrante. Aparecìa en letras blancas en mi telefono. Sonreí al ver el nombre "Ava" en él. La verdad no me esperaba esto.

-Ava Green.

-David Lee.

-Vaya chica. ¿Ya tienes pensado como deshacerte de mi?.

-En realidad... No, no pienso deshacerme de ti... Por el momento. Quería darte las gracias por preocuparte por mi y me siento culpable por no haber respondido tu mensaje.

-No te preocupes, Ava. ¿Aún piensas que puedo secuestrarte?.

-En realidad... No. Pero si te eligiría si fuera necesario secuestrarme.

-¿Ahh si?.

-Bueno... Es solo una suposición. No digo que quiero que me violes y me mantengas en un cuarto encerrada, por supuesto que no. Oh Dios mio. No quería decir eso. Yo... Lo siento. No queria decir eso...

-Ava. Ava. Tranquila, nena. Se que solo es una suposición.

"Estas loco por ella. Aceptalo" murmuró mi conciencia.

-Sabes. Mi cabeza es una mierda. Eso nunca pasaría entre nosotros. Solo somos amigos, ¿Cierto, David?.

"Golpe bajo".

Callate. Maldita conciencia.

-Si, claro nena.

Escuché como la llamaba una voz femenina desde el otro lado de la linea.

-Oye David, tengo que irme. Mi amiga Leah me necesita. Ella está realmente loca, así que yo... Umm... ¿Hablamos está noche?.

Ella estaba hablando rápido otra vez como si tuviera miedo de decir lo que dijo. Me alegre el saber que ella quería escucharme antes de dormir. Maldición, necesitaba verla.

-Por supuesto, Ava. Esta bien, te llamare esta noche, nena. Adiós Ava.

-Ok, adiós David.

Colgó primero y me quedé unos segundos más escuchando el tono de finalizado.

Quite el teléfono de mi oreja y lo guardé en mi bolsillo. Extendi mi brazo hasta la mesa de noche y cogí mi cajetilla y mi encendedor. Saque un cigarrillo de ella y lo tome entre mis labios para luego encender la punta y perderme en la neblina que yo mismo ocasionaba.

-AnaGenf.

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